Somos una sola humanidad, los unos semejantes a los otros

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“Somos todos iguales, el concepto raza se debe entender solo como apariencias adaptativas exógenas, no como condiciones de superioridad ni inferioridad de unos sobre los otros”.

“La naturaleza, hace  que los seres humanos nos parezcamos entre sí  y nos  juntemos; La educación, hace que seamos diferentes y nos alejemos unos de otros”, esta frase es del gran filósofo oriental Confucio.

Una verdad a toda prueba, nuestra esencia humana innata es a vernos todos iguales, pero será la formación que tengamos, la que nos  marcará en nuestras creencias, en la forma de ver a nuestros semejantes, el RACISMO no es algo que forme parte de nuestra  naturaleza, esta forma brutalmente alterada y aberrante, de ver y entender a la humanidad se aprende.

Nuestra especie es la única en este planeta, que discrimina a sus semejantes, tomando como base o fundamento, el color de la piel y los rasgos fenotípicos  externos.

Se discrimina por etnias, razas u otras características externas y morfológicas, que a mi modo de ver y entender a la humanidad, son naturales adaptaciones de nuestro cuerpo ocurridas debido a las necesidades de adaptación que nos imponen las condiciones físicas y geográficas donde se desarrollan los diversos grupos humanos.

La ciencia ha demostrado mediante el proceso de descifrar el Genoma Humano, que toda nuestra especie, deriva de seis grandes pilares genéticos, conocidos como el ADN MITOCONDRIAL.

Este descubrimiento, estableció que desde el primer Pitecántropos Erectus, pasando por el conocido Australopitecos, y llegar hasta el Homo Sapiens Sapiens, o sea nosotros actualmente, tenemos este denominador genético común.

El ser humano, es el único animal que discrimina a otros de su especie, argumentando razones que rayan sobre la lógica y caen definitivamente en la ignorancia.

Si analizamos seriamente el porqué de estas diferencias  externas o morfológicas, veremos que es la constante evolución adaptativa que como especie presentamos, para responder a condiciones que son externas y exógenas y se han realizado desde el primer Homo Engasten, que es el ser más evolucionado a partir de los anteriores Homínidos, y es el que según las investigaciones demuestran, fue el que inventó el hacha, la primera herramienta y arma elaborada, sin duda a partir de la observación y la analogía del medio que le rodeaba usando el pedazo de tronco, la cuerda obtenida de tripas de animal y la piedra afilada de sílex y cuyo cerebro ya etaba mas desarrollado en su corteza cerebral. Las condiciones climáticas, la necesidad de mejores zonas de caza y tal vez una condición migratoria  muy ligada al instinto de animal, llevó a estos primeros humanos a emigrar a partir  desde su origen en el África, desde la zona de la Garganta de Olduvai, hacia regiones distantes.

Esta migración, significó que  algunos de estos individuos, llegaran a Europa, donde fueron atrapados por el Período de Glaciación, y debido a las necesidades de un clima  adverso, con temperaturas bajo los 30° Celsius en las noches, tuvieran que evolucionar físicamente o desaparecer como especie… y evolucionaron, gradualmente, y a lo largo de algunos miles de años, al parecer alrededor de unos 50.000 años aproximados, derivando en el Heidelbergeinstein sus cuerpos se convirtieron en más gruesos, para  reservar más grasa y resistencia al frío, más bajos, para ser menos expuestos a la pérdida de calor, de extremidades más cortas y fuertes, y de nariz más ancha, para la refrigeración interna, porque en un clima de elevado frío, la transpiración puede ser mortal y se hubiesen extinguido por graves pulmonías y otras enfermedades respiratorias.

Estos primeros humanos, aún no tienen desarrollada su capacidad de concebir el abstracto y evolucionaron en el famoso Hombre de Neanderthal, hace unos 500.000 años atrás los que desaparecieron hace ya unos 30.000.

Sin embargo, los Homo Engasten, que se quedan en el continente africano, presentarán otra evolución muy distinta, su evolución adaptativa los lleva a oscurecer el color de su piel, debido a la acción de la Melanina, conocida como EUMELANINA, un polímero que actúa como pigmento protector de la piel contra la acción de la radiación ultravioleta.

Somos todos iguales, el concepto raza se debe entender solo como apariencias adaptativas exógenas, no como condiciones de superioridad ni inferioridad de unos sobre los otros.

Los últimos descubrimientos en el área de la Antropología, nombran a un “Homo Sapiens Idaltu”, de los cuales se han encontrado 3 cráneos en el África, entre el Neanderthal y el Hombre actual.

Si consideramos la información científica, quisiera citar lo que dice la Dra. Michele Cargill, en conjunto con el investigador Dr. Andrew Clark, de la Universidad de California , en la revista “Science”, basándose en los estudios de la Escuela de Medicina de Washington y el Instituto de Investigación Tecnológica de Massachusetts, con respecto a la genética comparativa entre humanos y simios, asegurando que “solo nos diferencia de los simios un 1,2% de los primates y que la capacidad de hablar de la especie humana corresponde a una evolución acelerada de hace unos 100.000 solamente y que algunos científicos lo atribuyen a un gen determinado, al que llaman “el gen del habla”.

El  racismo es una brutal forma de discriminación, es algo que no forma parte de la naturaleza humana, es algo que se aprende, que se hereda, que se exacerba  mediante grandes  señales como el chovinismo, un exagerado sentido de nacionalismo, a mi parecer, enfermizo y aberrante, como de señales casi mínimas como el elegir en una escuela de Chile o del Mundo, a un alumno o alumna de color de piel blanca y en lo posible rubio, para el sencillo hecho de izar el pabellón patrio en un Acto Cívico.

“El hombre (refiriéndose a todo el género  humano), nace bueno, pero la sociedad lo corrompe” nos dice el filósofo Juan Jacobo Rosseau, uno de los pensadores que inspiró la Revolución Francesa. El racismo y todas las formas aprendidas de exclusión, discriminación y crimen ideológico, son externos a nuestra naturaleza, son formas de crear enemigos en las mentes ignorantes, para justificar acciones  brutales, tales como la esclavitud, el crimen étnico, la xenofobia, los genocidios, y todas estas acciones cuyos verdaderos fines son siempre de tipo económico y expansionistas.

Nuestra Historia es un conjunto de situaciones de horror y dolor, causadas por el racismo, los crímenes sostenidos en la estúpida idea de que una raza, por su color de piel, es superior a otra. Basta ver los genocidios de la Biblia, los genocidios de la Segunda Guerra Mundial, los monstruosos crímenes cometidos por el salvaje ejercito de Japón en la ocupación del territorio chino antes del inicio de la 2° guerra mundial, el exterminio realizado por el ejército turco contra la población armenia, los pueblos africanos arrasados por los belgas, las guerras entre etnias Tutsi y Hotus, la guerra de Bosnia, los miles de indios pieles rojas asesinados en el territorio norteamericano, la cacería que se realizaba en la Patagonia contra los pueblos autóctonos Yamanes, Selkman y Alacalufes, y cientos de grandes crímenes y crueldades, como la esclavitud de la población africana que fue raptada de su territorio para ser usada como esclavos y esclavas en Brasil, América del Norte, y Europa, solo por su color. El brutal exterminio  del pueblo Palestino a manos del ejército sionista israelí.

Nuestra humanidad, nuestra sociedad planetaria, está enferma de estos vicios que nos llevan a sufrir. El odio se puede presentar en miles de formas, pero siempre será eso, solo odio, solo crueldad, solo maldad… y al final… solo ignorancia.

Por esto considero que si se educa con sentido de una universalidad humanitaria, con grandes principios de solidaridad y respeto a toda la especie  humana y de respeto hacia todos los seres vivos, incluidos las plantas y el planeta mismo, estaremos creando en forma tangible y real una sociedad mejor; Una Verdadera Sociedad Humana.

* Profesor de Mecánica Automotriz en Enseñanza Media Técnico-Profesional. Vive en Ciudad Satélite.