La Coordinadora No al Oleoducto en Maipú presentó hoy viernes 13 de noviembre ante la Superintendencia de Medio Ambiente la solicitud formal para la caducidad del proyecto de oleoducto de Sonacol. Según el comunicado entregado por la organización, la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del proyecto venció el 12 de diciembre a la medianoche, lo que marca un hito en una batalla que se ha extendido por más de ocho años.
La Coordinadora destacó que lograron dilatar la ejecución del proyecto por cinco años desde su aprobación, el 10 de diciembre de 2019, gracias a una combinación de acciones ciudadanas y legales. Este esfuerzo fue respaldado por la ONG FIMA y el apoyo activo del Municipio de Maipú, que se sumó a la defensa del sector poniente de la comuna.
“Hoy comenzamos otra etapa”, señaló la Coordinadora en su declaración. “Esperamos que la Superintendencia de Medio Ambiente declare la caducidad definitiva de este nocivo proyecto”. Asimismo, expresaron su agradecimiento a los vecinos y vecinas que han apoyado esta causa, así como a figuras clave como Jorge Rojas y Carmen Moreno, quienes, según el comunicado, fueron parte fundamental de esta lucha antes de su fallecimiento.
Qué es Sonacol y cuál es el proyecto en cuestión
La Sociedad Nacional de Oleoductos -Sonacol-, fundada en 1957, juega un papel fundamental en el sistema energético de Chile, operando una extensa red de 465 kilómetros de oleoductos que abastecen de combustibles esenciales -gasolinas, diésel, kerosenes y gas licuado de petróleo (GLP)- a millones de personas, especialmente en la Región Metropolitana. Su infraestructura conecta refinerías y puertos con las principales zonas de consumo, pero no todo es positivo.
Su proyecto más reciente, la Segunda Línea Oleoducto Maipú-Aeropuerto -para aumentar el transporte de kerosén hacia el aeropuerto-, ha generado una fuerte oposición en las comunidades locales debido a los riesgos medioambientales y sociales que implica su trazado en áreas urbanas densamente habitadas. Las principales preocupaciones de los vecinos incluyen posibles contaminaciones de napas subterráneas, que son una fuente vital de agua para miles de familias.
Con esta solicitud, la Coordinadora No al Oleoducto en Maipú busca cerrar definitivamente un capítulo que consideran crucial para la protección de su territorio. Por ahora, la resolución queda en manos de la investigación que deberá llevar a cabo la Superintendencia de Medio Ambiente.
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.