En el último debate de ANATEL, Roxana Miranda interpeló a Franco Parisi: “Señor Parisi, nosotros no queremos un Porsche”.
Teniendo eso en mente le pregunto:
Roxana: ¿Cómo explica el importante apoyo que tiene la candidatura de Parisi?
“Parisi es el producto de este sistema capitalista. Este sistema lo que ha hecho es que el producto tiene que ser emprendedor, que aquí hay que jugar a ganador. Surgir en esta sociedad es tener un plasma, es tener un auto. Eso es seguir endeudando a las personas, mintiendo a la gente. Es decir: “Todos podemos tener un Porsche”. Él representa este éxito que se vende, pero detrás de ese éxito está el endeudamiento de las personas”.
¿Y a quién representa la Nueva Mayoría?
“La Nueva Pillería representa al capitalismo. Yo le digo Nueva Pillería, porque mayoría nada. Son los mismos, los mismos que han hecho negocio. Son los lacayos del empresariado. No me refiero a la base social, me refiero a las cúpulas que están detrás de toda esa armazón que hicieron. La gente se acuerda perfectamente que la Concertación estuvo veinte años. Privatizaron, vendieron, robaron, asesinaron al pueblo mapuche. Y son los mismos que hoy día aparecen, como en Halloween, disfrazados de la Nueva Pillería, para volver a mentirle a la gente”.
No solo a Parisi
Roxana no solo interpeló a Parisi. Seguidamente interpeló a Bachelet (“Señora Bachelet: no queremos bonos”) y a Evelyn Matthei (“Señora Matthei: No queremos más represión”). Los aludidos miraban, sin hacer ningún gesto. Los candidatos suelen hacer gestos cuando otro los interpela. De sorna, por ejemplo; de desagrado. Pero acá no. Acá miraban muy seriamente (hay que decirlo: Matthei la que menos).
Me ha pasado hablando con familiares de víctimas de violaciones a los Derechos Humanos bajo la dictadura de Pinochet que no sé cómo conducirme. No sé si lo que estoy diciendo suena bien o mal, si es cuerdo, si estoy diciendo disparates. Tengo, en cada momento, la sensación de que lo próximo que diga será un disparate.
En realidad, siento que no tengo nada que decirles a esas personas. Que lo único que puedo hacer es oír, atender.
Porque no estamos hablando solo de ideas y opiniones (que, en un plano de igualdad, resultan en principio controvertibles). Son experiencias vitales, que cuando son serias deben asumirse seriamente si uno desea expresar el mínimo respeto por el otro (se imponen).
Roxana Miranda impone su autoridad. Autoridad en su tercera acepción según el diccionario de la RAE: “Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad o por su calidad y competencia en alguna materia”.
Que es la más cercana a la raíz latina del término. “En términos generales, podemos definir la auctoritas como el saber personal —cualquier tipo de saber personal— socialmente reconocido (…) De manera más restringida, podemos definir la potestas como el poder personal socialmente reconocido” (Fernando Betancourt, Derecho Romano Clásico, Universidad de Sevilla. Pág. 62).
Ahora, las ideas y opiniones de Roxana Miranda subvierten en gran medida las ideas acerca de la política tal como nos las enseñaron desde el colegio (cuando aún se enseñaban en el colegio). Y, cómo no, vienen legitimadas por la autoridad descrita.
¿Ve usted alguna afinidad con alguna candidatura como la de Claude o Sfeir?
“Es que la afinidades que nosotros tenemos no son con candidatos, son con las organizaciones de base. Son con los que luchan, son con los que de verdad están haciendo el trabajo de base, con los que estamos haciendo poder popular. No tiene que ver el cabeza. Nosotros el paradigma que queremos dar esta vez no tiene que ver con las cúpulas, tiene que ver con las organizaciones sociales que efectivamente están haciendo trabajo de base, trabajo local, en las distintas comunas de Chile”.
“Ahí es donde sí tenemos afinidad y allí es donde nosotros apuntamos las alianzas de lucha. Nosotros hacemos agendas de lucha, no agendas de acomodo”.
¿Cuál fue su motivación para presentarse como candidata presidencial?
“¿”Mí” motivación? No. No fue “mí” motivación, fue la decisión del Partido Igualdad y del conjunto de las organizaciones que son parte del Pacto Igualdad”.
Lo pregunto para entender cómo se da el paso desde lo social a lo político.
“Dar el paso de lo social a lo político fue precisamente con el tema de la deuda, por el ANDHA. A fines del 2005, principios del año 2006. Y ahí por la falta de respuesta de la autoridad, decidimos iniciar un camino de tomar postura política hacia lo que estaba pasando. Y así fue como hicimos el primer intento, una herramienta política que se llamaba SOL, Solidaridad, Organización y Lucha, y que lamentablemente no llegamos a concretarla porque faltaron muchas manos de ayuda. Eso fue cuando éramos un solo ANDHA, antes de que la otra dirigente saliera vendiendo el movimiento a Sebastián Piñera. Ahí se continuó con este intento de tener una herramienta política como deudores que nos permitiera tener autonomía política. Y así fue como nace la iniciativa del Partido Igualdad. El ANDHA democrático es uno de los fundadores del Partido Igualdad”.
La lucha se institucionalizó…
“No, las dos vías. Nunca hemos abandonado la lucha”.
“Nosotros somos un movimiento social que estuvimos luchando en la calle, organizados en asamblea, para lograr resolver el tema de la problemática habitacional. Pero la autoridad, como siempre: son sordos, son mudos, son ciegos; no quisieron escucharnos. Y decidimos ahí, el conjunto de varias organizaciones, legalizar una herramienta política”.
¿Tiene conocimiento de organizaciones sociales en Maipú?
“En Maipú sé que hay una asamblea y bueno, el ANDHA Chile Democrático”.
Como todos saben, Roxana Miranda es dirigente nacional de ANDHA Chile Democrático.
¿Cuál ha sido la experiencia con la autoridad en Maipú?
“Nosotros los vínculos que tenemos con la autoridad generalmente son confrontacionales. Recuerda que aquí los alcaldes y los concejales, muchos de ellos responden a sus cúpulas políticas, no responden a las demandas de los pobladores, de las organizaciones. De hecho yo la anterior que tuve con el alcalde de Maipú fue ir ahí a exigir un Concejo extraordinario para ver el tema de la Ficha de Protección Social para lograr que más familias en Maipú salieran beneficiadas con soluciones habitacionales. Y eso ha sido a punta de presiones, de tomas, siempre ha sido igual, con todas las municipalidades”.
“Generalmente nos pasa, que no hay voluntad. A menos que tú les dejes la crema en la “muni”, y presiones a los alcaldes o a la alcaldesa, ahí recién se preocupan. Porque obviamente los municipios lo que han hecho hasta ahora ha sido contener las luchas y los movimientos sociales para que no le hagan problemas al gobierno de turno”.
Queremos ser felices
Luego de interpelar a los candidatos en el debate, Roxana concluyó: “Queremos ser felices. ¿Es mucho pedir?”.
Esta última voluntad es uno de los pilares sobre el que las distintas organizaciones sociales y políticas construyeron el programa de gobierno:
“4. El buen vivir. El paradigma de organización de la sociedad que queremos construir es ése que nuestros sabios pueblos originarios han denominado suma qamaña, sumak kawsay o küme felen, términos que se han traducido como “buen vivir” o “vivir bien”. El “buen vivir” es un paradigma de organización de la vida social, económica, cultural y política que se sustenta en la solidaridad, la comunidad y el colectivo, y en la unidad entre lo humano, lo biológico, lo psíquico, lo social y lo natural. Pretende el desarrollo de una vida de respeto, armonía y equilibrio con todo lo que existe. Por ello, es un modelo de organización radicalmente opuesto al capitalismo. A su individualismo, le opone la vida colectiva y comunitaria; a su explotación del trabajo, le opone el respeto por la dignidad humana; a su depredación de la naturaleza, le opone la armonía. El centro de una sociedad del buen vivir es el ser humano integral y no el lucro o la ganancia”.
Gracias Roxana por la entrevista, y que tenga mucha suerte.
“La suerte tiene que ser para todos. No se olviden de que el pueblo mande. Siempre tiene que mandar el pueblo”, contesta.
Exdirector del Diario La Batalla de Maipú.
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