PROYECTO DE INTEGRACIÓN, UN PUENTE DE AMOR

“El ejemplo del Proyecto de Integración que lleva a cabo el Colegio “Profesor Guillermo Gonzalez Heinrich” debe ser considerado como base para acrecentar políticas de integración en todos los planos, educacional, social, laboral, etc”.

¿Qué puede producir más angustia en un padre o una madre, que el tener un hijo o hija que no esté completamente dotado de sus facultades de todo tipo, como para vivir normalmente, desarrollando sus potencialidades al máximo en un mundo que cada día es más exigente con las personas?

Todos soñamos con ver a cada uno de nuestros hijos bien preparados para lograr éxito en la vida, soñamos con verlos felices y logrando sus aspiraciones.

Pero muchas veces las realidades son duras y difíciles. En Chile, existe una población de niños y jóvenes que están clasificados como menores con Necesidades Educativas Especiales (NEE), o sea, personas que viven con alguna falencia de algunos de sus sentidos; visión, oído, nivel intelectual, etc.

Esta población requiere atención, dedicación y posibilidades de crecimiento y desarrollo, para convertirse en compatriotas que vivan su vida con relativa normalidad y siempre con gran dignidad.

Entre este universo de seres humanos, tenemos a los menores sordos, aquellos que sufren una situación conocida médicamente como Hipoacusia Sensorio Neural, que tiene diversos niveles, que van desde la muy leve y que les permite la audición de algunos sonidos, hasta la profunda y severa, que significa la total sordera .

Este universo de chilenos y chilenas necesita educación, como todos los demás menores de su edad, porque en esta situación, la educación se convierte en una herramienta vital y estratégicamente fundamental para obtener logros en la vida, dentro de un mundo de personas oyentes. Por consiguiente dependerá de las características de esa educación el grado de adaptación exitosa que estos jóvenes obtengan.

Personalmente creo que para un menor que está carente de uno de sus sentidos, como es el caso puntual de la audición, es importante que desde sus primeros años de vida se INTEGRE PLENAMENTE, al mundo real, el oyente, por lo que soy contrario a los colegios o instituciones ghetos o burbujas, que solo reúnen a personas con una carencia y los enseñan como si el mundo fuese de sordos, en circunstancias que debieran iniciarlos desde sus primeros años en desarrollar las destrezas necesarias para la lucha por la adaptación eficiente con mecanismos psicológicos y habilidades altamente indispensables para la convivencia, el estudio, el trabajo y la interacción en el mundo de los oyentes.

Por esta razón quiero destacar  el PROYECTO DE INTEGRACIÓN que lleva a cabo el Colegio “Profesor Guillermo Gonzalez Heinrich” ubicado en la comuna de Ñuñoa.

El año 1998 a solicitud de la Asociación de sordos de Chile, le solicitó al colegio la posibilidad de incluir un alumno sordo para integrarlo en la Enseñanza Media. El Director, principal gestor y motivador de este proyecto, don Juan Pardo Palma, quien dio el vamos a esta noble y novedosa iniciativa, siendo el comienzo de un gran desafío, el cual el año 2002 se oficializó formalmente con el Ministerio de Educación y que hoy día cuenta con 50 alumnas y alumnos sordos, que están plenamente integrados en cursos de mayoría oyente, en todos los niveles que van desde 5° básico, hasta 4° medio y en todas las modalidades de enseñanza, que van desde Básica, Científico–Humanista y Técnico Profesional con 11 especialidades.

Hoy día existe un completo equipo de profesionales de la Educación Diferencial dirigidos por la Profesora sra Elisa Yañez que trabajan codo a codo con alumnado, profesorado y apoderados, para formar de esta juventud con carencia auditiva, hombres y mujeres preparados para la vida en un mundo de oyentes. El apoyo de este equipo es más que muy necesario para obtener los logros que se obtienen, su contribución permite la vital comunicación y es de imprescindible para la comprensión de los contenidos de las diversas asignaturas por parte de los menores con carencia auditiva.

Es verdaderamente admirable el grado de compromiso que toda la Comunidad Educativa tiene con este PROYECTO DE INTEGRACIÓN. Esto se refleja en las actividades en aulas, en laboratorios, en talleres, en las actividades curriculares de libre elección, en las actividades recreativas y escolares, en el desarrollo de cursos de perfeccionamiento que el profesorado de esta Unidad Educativa realiza para trabajar efectiva y eficientemente con estos menores. Esto se refleja en los excelentes resultados que los egresados sordos logran en la Educación Superior y en el campo laboral.

Pienso que este resultado altamente positivo es un ejemplo a copiar por todos los colegios y liceos de Chile, y que debe ser considerado como base para acrecentar políticas de integración en todos los planos, educacional, social, laboral, etc.

La integración es el respeto a la persona humana, es la consideración que todos debemos tener por nuestro semejante, es ver en el prójimo a nuestro hermano y hermana, hijos de una misma creación. Esta integración debe ser transversal a todos los seres humanos, sin importar su condición sexual, edad, raza, credo religioso, aspecto físico, nivel intelectual ni ningún otro que sea impedimento de incluir en vez de excluir o relegar.

En el libro “¿Es Chile un país católico?”, publicado en 1941, el Padre Alberto Hurtado define la educación, diciendo “Educar es crear un puente entre el mundo terrenal y el mundo espiritual, por donde los maestros llevan a sus alumnos”. Sin duda este puente se construye cientos de miles de veces, en cada aula, en cada taller, en cada gimnasio, en cada laboratorio, en cada patio, en cada conversación, y se construye sobre el afecto, la dedicación, la superación de las falencias materiales, la superación de los problemas, con amor por la labor docente, entendiendo que ser educador o educadora es ser partícipe de la labor más noble de este planeta, la labor más hermosa, porque somos parte  de la labor del Creador, la de formar personas, la enseñar a miles y miles de menores que llegan a nuestras salas.

Sé de las alegrías de nuestros jóvenes, sé de sus anhelos y ambiciones, de sus sueños, de sus penas , de sus frustraciones, de sus deseos por surgir y mayor razón se de aquellos niños y niñas que carentes de su capacidad de escuchar llegan con alegría a nuestras salas, con esperanza , porque mientras construyamos esperanzas, mientras seamos los que ayudamos a hombres y mujeres, hijos e hijas de nuestro pueblo a lograr sus metas, estaremos construyendo y reforzando ese puente del que nos habla el gran fundador del Hogar de Cristo.

* Profesor de Mecánica Automotriz en Enseñanza Media Técnico-Industrial. Vive en Ciudad Satélite.

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