La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, insiste en defender la organización del Mundial de fútbol que se llevará a cabo en su país. Este 11 de junio dio un mensaje televisado en el cual dijo, entre otras cosas, lo siguiente:
Hay gente que dice que los recursos de la Copa debían haber sido usados en salud y educación. Escucho y respeto esas opiniones pero no estoy de acuerdo con ellas. Se trata de un falso dilema. Desde el 2010, cuando comenzaron las obras de los estadios, hasta el 2013, el gobierno federal, los estados y municipios invirtieron cerca de un billón y 700 mil millones de reales en educación y salud. Repito, un billón y 700 mil millones de reales. O sea, en el mismo período, el mismo monto invertido en educación y salud en Brasil es doce veces mayor que el monto invertido en los estadios. He repetido que los aeropuertos, metros, autobuses no se irán en las maletas de los turistas. Se quedarán aquí beneficiándonos a todos. Una Copa dura sólo un mes, los beneficios quedan para toda la vida (BBC).
La presidenta brasileña apuntó al hecho de que organizar un Mundial de fútbol trae beneficios económicos a una nación. Es curioso notar que justamente, en otro medio, se hizo una lista de los diez mitos de un Mundial. Y entre ellos, figura el que da cuenta que organizar uno, no arroja grandes beneficios a la población (El Mercurio).
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