“Esta generación no tiene por qué seguir sufriendo las injusticias de una Carta Fundamental que genera los niveles de pobreza, desigualdad e injusticia que genera”.
La constitución de 1980, de corte antidemocrática, pinochetista y antipopular, fue redactada por individuos Opus Dei y a espaldas del pueblo y promulgada después de un montaje conocido como Plesbicito donde no existían tribunales calificadores, la oposición estaba declarada ilegal, no existían registros electorales y no habían observadores imparciales extranjeros.
Esta Carta Magna ha sufrido 122 modificaciones y aún sigue siendo muy mala e injusta.
¿Por qué después de tantos años, ningún gobierno que siguió a este período, sin duda el más oscuro de nuestra Historia de Chile ha intentado cambiarla definitivamente…?
¿Será acaso que a todos ellos les ajustó como anillo al dedo y les aseguró la continuidad de un sistema injusto, y muy adecuado para la alternancia en el poder?
¿Acaso no es muy cómodo y beneficioso para las dos coaliciones tan similares, como son la Alianza derechista y la Concertación, EL SISTEMA BINOMINAL, QUE ASEGURA QUE NINGÚN INDEPENDIENTE PUEDE LLEGAR A NINGÚN CARGO PARLAMENTARIO AUNQUE CUENTE CON UNA MAYORÍA?
¿Alguien en su sano juicio y conocimiento de lo que significa una verdadera democracia, se atrevería siquiera asegurar que esta Carta Fundamental de nuestra República, representa el sentir de patria que tenemos como chilenos y chilenas del 2013 y qué queremos para Chile, después de más de 33 años en que fue promulgada?
CHILE NECESITA UNA NUEVA CONSTITUCIÓN, UNA NUEVA CARTA MAGNA QUE SEA UN MOTIVO DE ORGULLO DE TODOS NOSOTROS, QUE SEA EL FIEL REFLEJO DEL SENTIR DE TODOS, DE UNOS Y OTROS, DE IZQUIERDA Y DERECHA Y DE CENTRO, TÉRMINO TAN RECURRIDO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS POR LOS POLÍTICOS DE TODOS LADOS.
Esta nueva Carta Fundamental debe originarse en una verdadera Asamblea Constituyente, que represente a todos y a todas, donde estén chilenos y chilenas formando parte activa en su redacción. Que sea altamente representativa. Que surja de todos los sectores, eso es considerar al pueblo, como el verdadero origen del poder del Estado, como los verdaderos mandatarios de la Patria y la Génesis de la autoridad que delegamos en quienes nos representa.
Es inconcebible que algunos representantes del sector más reaccionario de nuestra sociedad, creen un clima de terror ante la sola posibilidad de terminar con esta legislación suprema tan injusta como brutal y pretendan asegurar que cualquier cambio a la Constitución puede legitimar una intervención de las fuerzas armadas. Esta postura altamente reaccionaria es absolutamente inaceptable y constituye un sucio chantaje a Chile, a su Pueblo y al futuro de nuestra Patria.
No podemos aceptar que sea un grupo recalcitrante y reaccionario el que amenazando con volver a golpear puertas en los cuarteles como ya lo hicieron en los días previos al golpe de estado el año 1973, pretenda imponer su terror y su acción de mafia fascista y asustar a los chilenos y chilenas libres. ESTO ES INACEPTABLE.
Mayor razón de indignación me genera cuando escucho a representantes de partidos de izquierda el repetir un discurso anti asamblea constituyente, esto lo considero una traición a los principios que alguna vez hace seguramente muchos años atrás sostuvieron y que sin duda algunos millones más ahora olvidaron.
Esta generación no tiene por qué seguir sufriendo las injusticias de una Carta Fundamental que genera los niveles de pobreza, desigualdad e injusticia que genera.
El dictador se fue hace años al cementerio, pero su legado sigue. Chile entero merece respeto, CHILE ENTERO MERECE UNA NUEVA CONSTITUCIÓN, UNA VERDADERA CARTA MAGNA DEMOCRÁTICA Y REPRESENTATIVA, QUE SURJA DESDE EL CORAZÓN MISMO DE TODOS LOS CHILENOS Y CHILENAS, SIN EXCLUSIONES, SIN DISCRIMINACIONES, SIN ODIOS , SIN INTERESES MEZQUINOS, SOLO PENSANDO EN EL BIEENESTAR DE LA PATRIA, SU CRECIMIENTO Y DESARROLLO.
Muchas Gracias.
* Profesor de Mecánica Automotriz en Enseñanza Media Técnico-Profesional. Vive en Ciudad satélite.
Las opiniones vertidas en este espacio son responsabilidad de cada autor/a y no representan necesariamente la línea editorial de laBatalla.
Profesor de Mecánica Automotriz en Enseñanza Media Técnico-Profesional. Vive en Ciudad Satélite, comuna de Maipú.
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