Nos llama instintivamente el participar en política, el estudiar las problemáticas de nuestra sociedad, las realidades de nuestro pueblo, el pensar, el creer en una sociedad mejor, el idear estrategias de construcción de una sociedad más justa.
Según lo que sostiene el antropólogo inglés Gregory Bateson, los procesos políticos no son sino fenómenos de tipo biológico, pero los políticos no lo saben. Con esta visión antropológica de lo que el ser humano desarrolla en sociedad, podemos sostener que los humanos como animales gregarios y pensantes, llevamos seguramente a nivel genético la función política.
Somos seres preparados para vivir en sociedad y no podríamos concebir la idea de uno de nuestros congéneres viviendo totalmente apartado del grupo.
Un hombre solo no sería capaz de siquiera procurarse el sustento, nos debemos a nuestros semejantes, sin duda somos el animal que se encuentra menos adaptado para la vida en este planeta. No poseemos pelos que nos protejan del frio o del excesivo sol, no poseemos garras ni mandíbulas fuertes, ni grandes dientes, como para cazar y abrir presas por nosotros mismos, nuestra vista es mínima, si la comparamos con un águila, y nuestro oído es casi sordo si lo comparamos al de un perro, nuestro metabolismo requiere alimentación casi a cada momento, para desarrollar todas nuestras funciones endógenas y exógenas. Sin pieles que nos abriguen somos víctimas de las inclemencias del tiempo y podemos morir rápidamente de congelamiento o insolación.
Nuestro olfato está prácticamente suprimido, a pesar que en el desarrollo embrionario del cerebro en su zona del Paleo encéfalo, el primer sentido que se forma y potencia es el sentido del olfato, hemos aprendido a desconocer nuestra comunicación e interpretación de señales de este origen.
Qué nos hace entonces ser capaces de lograr una tan estupenda supervivencia en este medio físico que bien podríamos considerar, no propio para nuestra especie: sin lugar a dudas es la inteligencia que poseemos, situación que es obtenida en nuestro proceso biológico evolutivo mediante el crecimiento de nuestra corteza cerebral, cuyo volumen es de 1050 centímetros cúbicos más grande que el hombre de Neanderthal y 1150 más que la del gorila.
Esta inteligencia nos permite darnos cuenta de lo débiles que somos. De esta manera, tomamos conciencia de la importancia que tiene el vivir en grupos, para satisfacer nuestras necesidades fisiológicas y de seguridad.
En grupo, el ser humano puede salir a cazar y proveerse de alimentación, atrapando animales de mayores dimensiones.
Se agrupa en clanes y asegura su defensa, de otros clanes.
Somos animales, con inteligencia… algunos dicen que somos la simbiosis de base animal biológica pero con un alma divina y eterna.
Cuánto sabemos de nosotros mismos como especie… pienso que muy poco, me suena siempre en mi mente la frase “HOMBRE CONÓCETE A TI MISMO” colocada en la entrada del templo de Apolo, en la ciudad griega de Delfos… Cuánto nos conocemos… cada día pienso que muy poco. Sabemos mucho de lo que nos rodea, sin embargo sabemos muy poco de nosotros, de nuestra especie, de lo que somos, de lo que podemos hacer; somos una comunión de Ángel y Demonio, colocados en esta dimensión físico- terrenal, sometido a las exigencias de nuestro yo interno y del grupo al que pertenecemos.
En el libro “La Política”, el filósofo Aristóteles nos plantea: “Si no fuera por la virtud, el hombre sería víctima de los arrebatos del amor y del hambre”. En esta metáfora, el filósofo griego expone crudamente que nuestra condición natural, nos llama al impulso sexual; arrebato del amor y al sentido de la sobrevivencia; arrebato del hambre; pero, que reprimimos por una situación externa necesaria para vivir en sociedad, la virtud, manifestada no solo en su forma introspectiva de moral o ética, sino que en la práctica, convertida en leyes, formas de vida establecidas convencionalmente, para que no seamos cada uno un devorador de nuestros semejantes.
En este mismo libro, “La Política”, nos dice que “ES LA NATURALEZA, LA QUE ARRASTRA AL INDIVIDUO A LA ASOCIACIÓN POLÍTICA, EN FORMA INSTINTIVA”, por consiguiente el Estado y todas las estructuras sociales serían producto de una acción biológica del mismo ser humano. Sin duda está bastante acertado en este planteamiento, los seres humanos respondemos a un llamado interior cuando buscamos satisfacer eso que Abraham Maslow, clasificó y llamó, necesidad de autorrealización.
Nos llama instintivamente el participar en política, el estudiar las problemáticas de nuestra sociedad, las realidades de nuestro pueblo, el pensar, el creer en una sociedad mejor, el idear estrategias de construcción de una sociedad más justa. Mao Tse Tung dice: “ser joven y no ser rebelde es casi una contradicción biológica”.
Cuando se siente el llamado a luchar por ideales, se está escuchando algo que viene desde el yo interior. Es nuestro llamado de nuestra selva, de nuestra naturaleza.
Cuando despierta este sentimiento, el ser humano cambia, se despierta y asume su realidad, comienza a pensar, y es pensar lo que nos separa de las bestias… el pensar… eso nos da la capacidad de generar lenguaje y comunicarnos. Alguien definió a nuestra especie como el animal que habla.
Somos animales que necesitamos vivir en sociedad para asegurar nuestra propia existencia. Eso quiere decir que venimos con una información tal vez a nivel genético para la vida en comunidad. Somos seres sociables, entonces lo natural y lógico es que nuestra conducta sea para ese objetivo y propósito… No nacimos para esclavizar, oprimir o someter a nuestros semejantes. Eso sería una conducta antinatural… de animales alterados o enfermos… que en otra especie serían enajenados, por anormales… Nacemos para vivir en un esquema de comunidad, de apoyo, de trabajo en equipo, de dar protección a los más indefensos de los nuestros.
La lucha de clases surge por efecto y reacción ante situaciones que se vuelven intolerables, porque van contra la esencia y naturaleza de esta especie… es el efecto que produce la necesidad no satisfecha y la injusticia intolerable.
Cuando el hombre piensa, se da cuenta de su trascendencia y de su importancia, asume su rol de clase y empieza a operarse el fenómeno del cambio.
El Abate Coyer, en el periodo previo a La Revolución Francesa, al ver la agitación que se estaba generando en el pueblo de Francia, enfurecido por el despotismo de sus reyes gobernantes y la pobreza en que estaba sumido, escribió: “EL PUEBLO ESTÁ COMPUESTO POR HOMBRES PERO NO LO SABE. Y POR EL BIEN DE LOS PODEROSOS, ES MEJOR QUE NO LO SEPA”.
Las voluntades están determinadas siempre por factores, una sociedad genera condiciones que pueden producir agrado con la sensación de bienestar de quienes la componen, o producir resentimiento social, por la injusticia y la pobreza… El mismo Aristóteles en el texto citado anteriormente dice: “LA MISERIA Y LA INJUSTICIA GENERAN LOS CRÍMENES Y LAS ABERRACIONES DE UNA SOCIEDAD”.
Como educador, percibo muchísimo el sentir de mi pueblo, sé de sus necesidades, de sus aspiraciones, de sus intereses, y también sé de sus pobrezas y de sus lamentaciones.
Conozco el nivel de desilusión, del tremendo sentido de indefensión que experimentan los chilenos frente a la gran desigualdad que se vive, siente y percibe en nuestra Patria.
La gente común y corriente, siente y así lo manifiesta, que en Chile, la injusticia crece cada día más, que la distribución de la riqueza es absolutamente anti equitativa. El pobre se sabe indefenso frente al poder… Me preocupa, porque esto va aceleradamente en aumento, cada día más… Es necesario hacer algo, volver a hacer sentir a la gente que sí es importante, que su opinión vale, que se puede lograr justicia, que el futuro puede ser mejor… Eso es labor de quienes gobiernan, de quienes producen las leyes, de quienes administran la justicia, de quienes manejan y proyectan las economías del país, de quienes generan empleos. Necesita de política de la mejor calidad. Por el bien de todos. Política del futuro, política al nivel de una sociedad civilizada.
El “Mahatma” (gran alma) Gandhi, dice: “PORQUE CONSIDERO AL SERVICIO PÚBLICO UNA FORMA DE AYUDAR AL PUEBLO… ME DEDICO A LA POLÍTICA”. Gobernar Es Un Arte. Es El Arte De La Política.
* Profesor de Mecánica Automotriz en Enseñanza Media Técnica-Profesional. Vive en Ciudad Satélite.
Profesor de Mecánica Automotriz en Enseñanza Media Técnico-Profesional. Vive en Ciudad Satélite, comuna de Maipú.
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