[Opinión] Que se acabe el feminismo

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“Si usted es hombre lo invito a revisar su día a día y a cuestionarse. Si en su casa “ayuda” con las tareas del hogar, pregúntese por qué usted cree que “ayuda” cuando CUMPLE con limpiar lo que ensucia, cocinar lo que come, cuidar a sus hijos, cuidar de sus adultos mayores…”. Tatiana Urrutia Herrera, de Revolución Democrática comunal Maipú, te desafía a acabar con el feminismo.

Por Tatiana Urrutia Herrera*

En medio de la oleada de celebraciones por el Óscar a Mejor Película Extranjera ganado por “Una Mujer Fantástica” —que paradójicamente refleja la injusticia que la sociedad y el Estado de Chile sostiene en cuanto a respetar la identidad de género de sus habitantes y todo lo que ello conlleva— nos encontramos con el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

A nivel mundial el movimiento feminista toma mayor fuerza y ha llegado para quedarse, en paralelo las reacciones contrarias —cargadas de miedo e ignorancia— no se quedan atrás y se incorporan al lenguaje cotidiano palabras como “feminazi” que busca ridiculizar la lucha de millones de mujeres alrededor del planeta por la libertad de las mujeres y por igualdad de trato en los trabajos, en la política, en la familia, en la sociedad en general. Otros, muy seguros de sí, replican que sus chistes machistas “son una bromita no más”.

Pues bien, yo quiero que se acabe el feminismo, pero el feminismo/los feminismos seguirá/n existiendo mientras el machismo sea la lógica con la que se mueva el mundo, la lógica sobre las que se construyan las relaciones laborales, amorosas, educativas, mercantiles. La única manera de acabar con el feminismo es aceptarlo e incorporarlo, entonces desafiémonos a acabar con él.

Si usted es hombre lo invito a revisar su día a día y a cuestionarse, si en su casa “ayuda” con las tareas del hogar, pregúntese por qué usted cree que “ayuda” cuando CUMPLE con limpiar lo que ensucia, cocinar lo que come, cuidar a sus hijos, cuidar de sus adultos mayores, etc. Cuando sus hijos vivan con la madre no se sienta un superhéroe si los ve varios días a la semana o les ayuda a hacer las tareas, es su deber. Cuando sea jefe de mujeres, deje de pensar que serán peores trabajadoras porque son o serán madres. Cuando sea subalterno de mujeres con carácter, deje de pensar que es porque “le falta un hombre”. En organizaciones políticas y sociales, preocúpese si las mujeres que participan son minoría, algo está mal… recuerde que somos más de la mitad de la población; deje de pensar que es por falta de interés y entérese que las barreras culturales para nosotras son mucho más altas que para usted. Cuando vea futbol, deje de gritarle al contrincante “zorra”, “madre”, “monja” a modo de insulto. Deje de creer que si una mujer viste de falta corta o escote es para provocarlo a usted, mucho menos se sienta con derecho a comunicarle lo que opina. Deje de poner en duda el feminismo e instrúyase, los necesitamos en esta causa, no es una guerra contra usted. Deje de pensar que si una mujer vive libremente su sexualidad es una puta, pero si lo hace un hombre es un ganador. Cuando le digamos a nuestras hijas princesas, también digámosle campeonas. Antes de decirles a sus hijos que los hombres no lloran, pregúntese de dónde salió esa absurda idea.

Cuando votemos por nuestras autoridades, no basta con votar por una mujer, vaya  un poco más allá y entérese cuál es la visión de esa mujer en torno a la mujer; vemos como hoy la Alcaldesa de Maipú ha salido a repartir aros de perla a las mujeres, reduciendo un día tan importante para dignificar nuestro género a algo tan superficial como la imagen “de señorita”. La femineidad no es propio de las mujeres, insisto: instrúyase.

Tomemos conciencia y luego de ello, no callemos frente a estas conductas por miedo a que nos encuentren exageradas/os. El feminismo es el movimiento revolucionario pacifico más eficaz del siglo XXI y usted tiene dos opciones: lo incorpora y ayuda a terminar con él o por el contrario se niega a verlo y ayuda a perpetuar esta lucha. Nosotras no bajaremos los brazos.

*Militante de Revolución Democrática, comunal Maipú.