Ruby Bridges fue la primera niña afroamericana en asistir a una escuela para “blancos”.
En noviembre de 1960, con seis años de edad, salió por primera vez de su casa hacia la William Frantz Elementary School, en Nueva Orleans (Estados Unidos).
Tuvo que ser escoltada por policías, en vista de que parte importante de la población se oponía fervorosamente a su ingreso en dicho establecimiento.
En su camino, recibió insultos y escupos. Vio a una apoderada portando un ataúd en miniatura con una muñeca negra en su interior. Ninguno de los profesores del colegio quiso enseñarle, y pasó su primer día encerrada en la oficina del director:
“Vi cómo la gente de afuera entraba apresurada y me miraban por la ventana, gritando. Fueron a todas las aulas para sacar a sus hijos. Se los llevaron a casa y nunca los dejaron regresar”, contó en una entrevista concedida a la BBC décadas más tarde.
El resto del año, la escuela permaneció casi vacía. Ruby, como niña que era, no se daba cabal cuenta de la situación. Hasta que un niño le contó:
“Mi mamá me dijo que no puedo jugar contigo porque eres una negra”.
En Chile no se segrega a niños y niñas por el color de su piel, sino por algo solo un poco menos evidentemente absurdo: se segrega a niños y niñas por el dinero que tienen sus familias.
Los ricos eligen el colegio en donde estudiarán sus hijos e hijas, y suelen elegir entre los colegios más caros. Los pobres se ven compelidos a matricular a sus hijos e hijas en un colegio municipalizado. El resto mete a sus hijos e hijas en el colegio menos malo que su bolsillo puede comprar.
De tal modo niños y niñas, sin darse cabal cuenta, se educan solo junto a niños y niñas de su misma clase social.
Hace poco, el sostenedor de la cadena de colegios Boston College formulaba la pregunta: ¿Cuál es el problema de que existan colegios para pobres, clase media y ricos?
Mi respuesta es la siguiente: El problema es que muchos, me atrevo a decir: la mayoría, queremos que prevalezca el amor por sobre el odio.
Y pensamos que:
“Con frecuencia, los hombres se odian unos a otros porque se tienen miedo; tienen miedo porque no se conocen; no se conocen porque no se pueden comunicar; no se pueden comunicar porque están separados” (Martin Luther King).
[Arriba: William Frantz Elementary School en 2010 (detalle). En 1969 era una escuela “para blancos” | (CC) Infrogmation (talk) of New Orleans].
Exdirector del Diario La Batalla de Maipú.
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Debemos estar alerta y cortar de raíz,cualquier atisbo de racismo o xenofobia de nuestra sociedad, cualquier alteración que signifique ir contra los derechos humanos de los colectivos minoritarios, ect. Carcel y fuertes sanciones monetarias cuando se trate de instituciones y si se proiduce en una reparticiopn publica, el desahucio laboral inmediato de quienes infrinjan estas normas de convivencia