Una elección importante a lo menos por la suma y representatividad de los partidos y pactos políticos es, sin duda, la de concejales.
Sin embargo, la irrupción mediática de algunos municipios en que se disputan alcaldías emblemáticas por su peso electoral, ha puesto en la vitrina de las próximas elecciones los nombres de las principales figuras de los distintos partidos y bloques, como es el caso de comunas como Providencia, Santiago, Viña del Mar, Puente Alto, Las Condes y Maipú, dando cuenta de una relegación del interés por las elecciones de concejales, las que han quedado en un nivel muy secundario y de ausencia comunicacional, apagados por el rol de actores principales que tienen los candidatos al cargo de alcalde(sa).
Un caso evidente es el de Maipú, en que el alcalde Tomás Vodanovic (Revolución Democrática), que hace poco más de tres años era una figura desconocida de la política, ahora sea considerado como una figura nacional –por analistas y expertos electorales–, tras algunos episodios mediáticos en los que ha puesto su nombre más allá de las fronteras de la comuna que dirige.
Le han bastado unos cuantos meses, la explotación de un conflicto a gran escala mediática que le ha dado el caso judicial de su antecesora, la ex alcaldesa Cathy Barriga, una carta mágica para ascender en el conocimiento público, y aprovechando una solicitud para pedir ayuda militar para enfrentar la crisis de seguridad que ha sofocado y puesto en los principales titulares de la crónica del delito a la comuna de Maipú, Vodanovic está como favorito, a pesar que en encuestas y sondeos ha sido medido con candidatos que todavía no son los que enfrentará realmente en octubre próximo.
¿Y la elección de concejales y concejalas de Maipú?
En este cuadro, ausente y desenfocada se avizora compleja la tarea que tendrán los aspirantes al concejo municipal, tanto para quienes re postulen como quienes aspiren a ocupar un sillón en los espacios laterales de la mesa de concejo.
La actuación de los concejales ha sido discreta, tranquila, mirada desde la trascendencia pública local, y su papel como concejo municipal fiscalizador ha tenido durante la actual administración un comportamiento muy corporativo, no deliberante, facilitador y co-solidario de la gestión alcaldicia, colaboración caracterizada por responder a los requerimientos de proyectos, licitaciones y tratos directos con un incesante “Apruebo”.
No hay por tanto figuras que sean descollantes, díscolas, o con camino propio, por el contrario, han asumido una actitud condescendiente y funcional al liderazgo ejercido por Vodanovic y esto provoca esta sensación lejana del poder real y una elección abierta en los comicios de octubre próximo para el caso de las concejalías.
Por cierto, hay concejales(as) como Alejandra Salinas y Bladymir Muñoz, que han tenido un rol comunicacional algo más figurativo que el resto, optando por ponerse a la sombra de la agenda del alcalde, acompañándolo y repitiendo sus eventuales logros, para quedar en las imágenes del recuerdo y replicar en sus redes sociales.
En el otro lado de la vereda política, tampoco hay ningún asomo o intención aparente de los concejales de derecha por disputar algo más que la concejalía. Más que un peso político, hay mucho recuerdo y simpatía por la trayectoria musical de Saavedra, así como la presencia de Almendares, que, pese a su preparación y juventud, agotó sus períodos de concejalía, con un destino político futuro inescrutable.
Con todo, valga decir que la derecha en el concejo municipal, ha sido más que una oposición, un generoso aliado de la actual administración municipal.
Así las cosas, no es fácil predecir una futura composición del concejo municipal, atendido este exangüe protagonismo político probablemente opacado por la figuración mediática del edil.
Todavía el panorama no es suficientemente claro en cuanto a las candidaturas a concejales(as) existentes.
En este tiempo previo, a unos cuantos meses de la elección, el ambiente se contamina por un fuerte torrente de especulación en cuanto a nombres y apoyos políticos.
Los electores tienen mucho tiempo para esperar y conocer a los candidatos(as), en cambio los candidatos(as) tienen poco tiempo para darse a conocer y decir para qué quieren ser electos.
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.