Ha sido una constante estos últimos años que por distintas razones y circunstancias, la celebración del 18 de septiembre no sea precisamente el mismo día 18.
Este año no fue la excepción y con una semana de anticipación ya está listo el compromiso, porque el día viernes 13 se realizó el tradicional Te Deum y desfile Cívico Militar.
Igualmente el formato de esta presentación ha tenido sus variaciones, a veces de un apego más cabal a las formalidades de esta celebración y otras no tanto, así por ejemplo ya es casi una tradición que los estudiantes esperen largas y tediosas horas (este año con mucho frío) antes de brindar su saludo a las autoridades instaladas en la altura del estrado que con cierta pompa permite la ubicación de las autoridades que presiden esta ceremonia.
¿Ha perdido brillo y prestancia el desfile cívico militar? ¿ Ha sido siempre igual?. Son seguramente interrogantes que los seguidores de estasceremonias estarán en mejores condiciones de responder, lo cierto es que en esta versión 2013, se repitió la baja asistencia de público –tal como en anteriores ocasiones–.
Las autoridades hacia las que respetuosamente se dirige la mirada al momento del paso frente a ellas, en realidad se podían contar con los dedos de las manos y es que al parecer el protocolo nunca ha sido el fuerte de esta actividad. En realidad respecto de la calidad de autoridades instaladas en este lugar bien se podría decir que “no son todos lo que están, ni están todos lo que son”, algo que por lo demás se ha ido transformando en una costumbre que, se repite en todo tipo de ceremonias.
Fue algo más producida esta vez, la entrada al desfile por parte del padre Carlos Cox y el alcalde de la comuna Christian Vittori. Llegaron en un carruaje oscuro de ruedas color ocre o amarillo oro, tirados por un brioso corcel, una aparición distinta, para dos personajes de la sociedad maipucina actual.
De ahí en adelante lo de siempre, el folklore, las cuecas, la chicha en cacho, el desfile de instituciones civiles, militares, organizaciones, grupos, y establecimientos educacionales (casi todos municipales) y por cierto el click atento de los reconocidos paparazzi maipucinos, inmortalizando las imágenes, de aquello que unos poquitos vecinos vieron en directo y de las que seguramente otros se enterarán por las redes sociales.
¿Qué más?…
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.
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