Finalmente, la “Sanadora de Rosario” como se ha llamado a Leda Bergonzi, esta mujer argentina de 44 años, se encontró con una multitud de seguidores que la esperaban en el Templo Votivo de Maipú, una estimación superior a las seis mil personas.
Esta actividad calificada por el municipio local como de carácter privado, contó con el apoyo de Carabineros que, a pesar de enterarse tarde de este evento, fue garantía para el orden del lugar junto a personal de SAMU, que también brindó una importante colaboración.
Se trataba más allá de las legítimas adhesiones o diferencias con el acto realizado, de garantizar las condiciones para atender a los maipucinos y maipucinas y personas que llegaron desde distintos puntos del país, lo que efectivamente así ocurrió.
El vínculo libre, voluntario que se establece por distintas razones entre los seguidores y en este caso Leda Bergonzi, estuvo organizado para realizarse en el Templo Votivo, un lugar cedido por la iglesia, que no es extrañar ya que ha definido en las palabras de su actual rector, P. Marcelo Aravena, como “un lugar de reunión, un lugar que convoca a diferentes grupos”, “Nosotros decimos que el santuario es la casa de la madre. La casa de María, la casa de todos. Y están todos bienvenidos. Sin ningún tipo de discriminación, sin ningún tipo de diferencia.”
Hasta muy altas horas de la noche del día sábado y se esperaba que hasta pasada la medianoche, se mantendrían numerosas personas al interior del Templo, a la espera de un contacto directo con Leda Bergonzi.
Grupo de evangélicos protesta y son rechazados por los asistentes.
Dos situaciones marcaron momentos de distracción espiritual de los asistentes a esta jornada, mucho de los cuales habían esperado durante los días anteriores, incluso pernoctando en las afueras del Templo. Una de ellas con motivo de un cierto desorden que se provocó al ingreso durante las primeras horas de la mañana, ya que se rompió el orden que se había establecido, principalmente por la clásica “avivada” de saltarse la fila.
Otra situación fue protagonizada por un grupo de Evangélicos que predicaba su palabra y de paso fustigaba la presencia de Leda y el ritual que se vivía en el lugar, como era de esperar su mensaje fue interrumpido inmediatamente por los gritos de ¡fuera! que coreaban los asistentes cercanos a este pequeño grupo, que escogió un mal momento para su confrontación o que bien cumplió su objetivo, tal como son aprovechados estas instancias por navegantes de redes sociales que interpelan la fe, las creencias ajenas, enjuiciando, caricaturizando y reorientando el sentido de lo humano y lo divino. (Tienen derecho) .
Así recogió este instante el canal Chilevisión.
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.