Ladrones de ayer, de hoy y de siempre

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Opinión Ciudadana

Por Guillermo do Porto

Metrogas, sus accionistas, agentes y ejecutivos, cometieron un delito que está descrito y sancionado en el Código Penal chileno. Por supuesto no les importa, aunque no sería justo pedirles que se sobrepongan a su propia naturaleza.

De todos los delitos contra la propiedad, incluidos los de estafa y otros engaños, el menor de todos está tipificado en el artículo 473. Sobrevive en los meandros de su articulado desde que se promulgó el Código en 1874. Digamos, un delito pensado para el siglo XIX que aún respira, pero casi no se divisa, en el siglo XXI.

Es un delito para delincuentes de baja monta, para engaños pichiruches dirían nuestros abuelos, propia de “individuos o cosas insignificantes, de escasa importancia” nos describe en su diccionario la Real Academia de la Lengua.

“El que defraudare o perjudicarte a otro usando de cualquier engaño” …(empieza el articulillo 473) …“que no se halle expresado en los artículos anteriores”…(es decir, que se trate de un engaño chicoco, al lado de los engaños grandotes, espaciosos, como quedarse con el agua dulce y/o la salada, de algún país largo y estrecho, me explico?)… “será castigado con presidio o relegación menores en sus grados mínimos y multa de once a veinte sueldos vitales” …(una verdadera bicoca: entre 61 y 541 días de prisión más $600.193 o, como máximo, 5.456.320 piticlines, más menos, lo que cuesta un paseo al lago Caburga en helicóptero propio, ¿mi capiscono?).

Esta sería la pena que recibirían los bandidos de Metrogas.

Poca cosa, dirán muchos. Así, no se entusiasma ningún Fiscal del Ministerio Público. Es evidente que no se han entusiasmado, que el Big Boss, señor don Jorge Abbott les sigue atento. Hasta hoy, ninguno de los casi 800 fiscales ha mostrado interés de perseguir un delito con tan poca sustancia. (dígase de paso que los Directivos del Ministerio Público ganan mensualmente más de $5.000.000, sin que tengan helicóptero, ni segunda casa en el lago Caburga)

Cometen un error. Creo que les falta imaginación, audacia, perspectiva, hambre de futbolista camino a Europa o candidato a Fiscal Nacional en campaña aceptando un pisco sour en el living de la casa de un Senador de la República.

Los fiscales deben tener ambiciones. Desde ya, ambicionar que la ley se cumpla. Que al infractor se le sancione. Que los delincuentes le teman. Prestos siempre a dar órdenes a los Eliot Ness o confiar ciegamente en sabuesos lúcidos y lúdicos como el  Inspector Clouseau.

Un “Buen Fiscal” podría reventarla en los matinales de nuestra televisión, hacerse famoso y de agregado quedar en carrera para Fiscal Nacional.

Imaginemos la siguiente escena:

¡¡Fiscal Chamorro cita a declarar a la plana mayor de Metrogas!!

Sería como un bombazo en medio de la noche.

Al día siguiente todos los rostros, todos, estarían en persona reporteando en las puertas de la Fiscalía, dándose de codazos, pisotones y gritando sus preguntas inquietantes.

Para estas ocasiones estamos los rostros, además podemos ser imparciales, pues ganamos más que los fiscales, dirían.

¿Quién es el cabecilla?

(Eso es reservado)

¿Declaró el guatón de la playa?

(Hizo uso de su derecho a guardar silencio, pero mandó una caja de vinos.) 

¿Fueron 500 o 550 millones de dólares los que se robaron?

(525. La cuenta la hizo el Banco Central para evitar suspicacias).

¿Cuál es su próximo paso señor Fiscal?

Ahí el Buen Fiscal debe respirar profundo, poner cara de severo, levantar serena la vista, mirar fijamente a la cámara y sin que se le mueva un músculo, confiando solamente en el metal de su voz, lanzar la frase aquella que el público espera:

¡¡Mañana serán todos formalizados por infracción al artículo 473 del Código Penal!!

(los rostros aúllan. El rating se ha ido a las nubes, les avisan por interno) 

Les aseguro que el Buen Fiscal a esas alturas se envalentona y sin aguas va se mandará una nueva declaración:

¡¡Además he ordenado la incautación de todos los bienes de Metrogas hasta por un valor de 525 millones de dólares…porque ese el monto de lo defraudado!!!!

(¡Bravo Fiscal! se escucha gemir a Julio César Rodríguez. ¡¡Viva!! grita Diana Bolocco. ¡Tardó, pero llegó! alcanza a sumarse José Antonio Neme. Lo demás fue un caos).

(En medio del embrollo, con la secreta esperanza de ganar la mejor cuña del Buen Fiscal, el reportero de la Bio Bio sombríamente le espeta: ¿Tiene el apoyo de sus superiores, señor Fiscal?)

Todo el Mundo guarda silencio. Todas las miradas, los oídos y, por supuesto, todas las cámaras se enfocaron una vez más al Buen Fiscal.

No -dijo- pero antes que los rostros reaccionaran por tan insólita confesión, agregará con toda solemnidad y serena energía: INCUATARÉ TODOS LOS EFECTOS DEL DELITO, PORQUE TENGO EL RESPALDO DE LA LEY !!!

¿Habrá en la Fiscalía, en cualquier parte del territorio nacional un Buen Fiscal?

Lo cierto es que hasta ahora fuera del ejemplo que dejaron Carlos Gajardo y Pablo Norambuena el mal olor en el Ministerio Público no cede.

Se cuenta, se dice, no me consta, que los depredadores del gas, como todo empresario grande que se precie, se jactan de haber robado ayer, de seguir robando hoy y de tener planes para mañana, previo viaje al Caribe donde una blanca estela dejada por otros con las mismas malas costumbres, encharcaron esas playas con restos de pollo, medicamentos, papel higiénico y otras lindezas.

(Termino: los fiscales tienen atribuciones y la obligación de perseguir los delitos cometidos en Metrogas. lo digo con autoridad mal que mal soy abogado)

VALPARAÍSO, junio de 2022.

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