Todos estaremos de acuerdo que la paz es mejor que la violencia. Nadie en su sano juicio podría decir lo contrario, estando frente a un escenario lógico de equilibrio entre justicia, libertad y democracia.
La violencia es el resultado de políticas sociales, laborales o económicas, impopulares, inadecuadas, equivocadas o egoístas, las que en su momento, tarde o temprano, cobran su resultado.
Pero debemos entender que existen dos formas de violencia, y que ambas son un atentado a los seres humanos.
La violencia explícita la vemos a diario en los noticieros, y cada día es mayor, cada día es mas fuerte, cada día los noticieros, que venden gracias a esta violencia, sobredimensionan, muchas veces he estado presente en muchos actos políticos en los que la prensa en lugar de mostrar a los miles de manifestantes que se encuentran participando con cantos, banderas y alegría, muestran a un grupo, absolutamente minoritario que encapuchados y a vista y me atrevería a decir casi protegidos por la policía uniformada, se dedican a generar daños en la propiedad pública, para pensar.
Vemos violencia en la actitud brutal, con la que la policía uniformada reprime a estudiantes, trabajadores, mapuches y a cualquiera que se manifieste libremente. Sin consideraciones de ningún tipo, soy un testigo de algunos de estos brutales hechos.
Matan por la espalda a un joven mapuche… y lo denominan “Resultado de violencia innecesaria con resultado de muerte”, solo porque el criminal es un uniformado. Mientras si eso mismo lo hace un obrero es un asesinato, un homicidio calificado, con todas las agravantes que corresponde, pero en caso del policía eso no ocurre, en el caso del obrero que cometiera este hecho, va preso y es condenado, en el caso del policía uniformado, queda libre y es nuevamente colocado en servicio ¿Justicia en chile? No para los pobres, no para los trabajadores. Aristóteles en su obra “La Política” dice: “NO EXISTE NADA MÁS MONSTRUOSO QUE LA INJUSTICIA ARMADA”.
No justifico la violencia, pero entendamos que la violencia en sí no es una causa, sino que es una consecuencia, no es la acción, es una reacción, detrás de un hecho de violencia siempre hay una causa que lo generó. No lo justifico, pero creo que es deber de personas racionales, el buscar las causas que gatillan un suceso para poder suprimirlas.
Nuestra sociedad es una sociedad injusta, donde las grandes multitudes de seres humanos están sometidas a una estructura de Dominio Económico–Político que se mantiene en el poder por la fuerza de leyes injustas creadas por los mas poderosos contra los grandes intereses del pueblo, esto genera millones de pobres por un lado y millones de dólares de riqueza para una mínima minoría, propietaria de todos los centros de producción de este planeta, de las finanzas, de los medios de comunicación y de las policías y militares, con eso están seguros en el poder. Tienen la fuerza.
Esto es la violencia suprema, los pueblos deben vender lo único que tienen: Su trabajo, esto es desde los inicios del sistema más antihumano, el capitalismo.
Pero existe una violencia que es a mi parecer la generadora de toda la problemática social del espiral de violencia, me refiero a la violencia implícita; La violencia de los hechos que a simple vista no son violentos.
La violencia explicita está presente en muchas acciones y en muchas formas. Soy un defensor activo de la recuperación de nuestro principal recurso, nuestro cobre, y estoy por la total renacionalización e industrialización de este recurso principal de Chile y considero que el hecho que el 72% de esta riqueza sea extraída y llevada al extranjero por transnacionales que no dejan un peso en Chile, es un despojo, es un robo, es un pillaje, es robarse un recurso no renovable, es robarse el futuro de el pueblo chileno y por supuesto es un acto supremo de violencia implícita.
El robo de los fondos de pensiones de los trabajadores de chile mediante el sistema de AFP, creado por el gobierno más violento y criminal de toda la historia de nuestro país, asegurándoles todos los trabajadores y trabajadoras de Chile un futuro de pobreza e indignidad; sin duda un acto de violencia implícita.
Alguien puede dudar que el sueldo mínimo que ganan en nuestra patria 750.000 hombres y mujeres trabajadoras, un sueldo literalmente dicho de hambre, indigno y miserable que se resume en unos $ 5.146 pesos diarios, para cubrir todas sus necesidades, y en uno de los países considerados por su potencial minero de los 10 más ricos del mundo y mientras algunos de los multimillonarios de Chile gana groseramente $ 11.000.000.000 de pesos al día. ¿ALGUIEN PODRÍA DECIR QUE ESTO NO ES ACTO DE VIOLENCIA MÁXIMA IMPLÍCITA…? No es acaso un acto de violencia implícita el que 12.000 compatriotas estén durmiendo en las calles y plazas de Chile con estos fríos insoportables; Si alguien duda, lo invito a que pase frente a la posta central de Santiago y después conversamos.
Son actos de violencia implícita, la discriminación por raza, credo, color de piel, condición sexual, nacionalidad, etc.
Son actos de violencia los intereses usureros que la banca privada aplica a los créditos diversos, son los intereses más usureros en todo el mundo ¿Por qué los aplican? Solo porque el sistema y la legislación que producen nuestros parlamentarios se lo permiten. En chile se compra una casa mediante el sistema de crédito hipotecario y se paga al menos cuatro veces el valor real de esa casa.
Es violencia implícita los cargos adicionales que se hacen en los cobros de luz, agua, teléfono, etc.
Es violencia implícita, que un latifundista declare en el sur que “Los mapuches son unos flojos y borrachos” o que otro amenace con cazarlos mostrando que muchos de estos fascistas y criminales potenciales sueñan con una nueva “PACIFICACIÓN DE LA ARAUCANÍA” Un término hipócrita inventado por los historiadores para referirse al conjunto de sucesos que entre los años 1861 y 1883 ocurrieron en la Araucanía, fue un criminal genocidio que permitió a los gobiernos de la época el robo de estas tierras.
Situación que no es única, recordemos que el año 1918, ocurre un hecho que la historia convencional por supuesto no la cuenta, me refiero a la matanza de Forrahue, ocurrida cerca de Osorno, donde fueron encerrados en una cabaña 25 seres humanos de la nación mapuche, hombres mujeres y niños, y fueron quemados por fuerzas pagadas por latifundistas de la zona, esto está en “La Historia Del Pueblo Mapuche” del historiador José Bengoa.
La violencia implícita es sutil y no siempre se percibe; va de la mano con la injusticia social; con la injusticia laboral; con el abuso, pero en mi opinión, es el caldo de cultivo de los hechos de violencia explícita. Muchos condenan a los que forman una barricada y se toman una calle porque su universidad será cerrada en virtud que los dueños no acreditaron, pero no condenan a los que estafaron a los alumnos, ellos son los verdaderos culpables de la violencia, ellos crearon el ambiente de violencia al estafar a los universitarios.
Es fácil condenar un hecho de violencia explícita, muchos condenan la violencia que se apoderó de las fuerzas populares en la Revolución Francesa, pero no así las causas que llevaron al alzamiento del pueblo francés; el hambre y la necesidad de sobrevivencia. La aplicación de violencia implícita; la indiferencia de los monarcas franceses frente al sufrimiento de su pueblo.
En el 2012, en una marcha organizada contra la maldita Ley de Pesca sin duda un acto tremendo de violencia implícita, que dejó a Chile sin mar, perdiendo casi en un 97,5% nuestra soberanía marítima y condenando al hambre y la cesantía a mas de 50.000 pescadores artesanales y cuando marchábamos con gritos, pancartas y banderas por Catedral y estábamos frente al ex Congreso Nacional de Santiago, sin mediar ninguna provocación o algo parecido, fuimos violentamente reprimidos por las fuerzas especiales de la policía uniformada, por un lado el carro lanza aguas y los lanza gases y por el otro lado todo un escuadrón de policías en motocicletas, fue el mismo día en que un oficial solo por causar daño lanzó la moto encima de una joven, una violencia innecesaria e injustificada.
No se nos puede acusar de apología de la violencia a quienes creemos que es necesario el buscar las causas de este flagelo social, sin aislarlo de las causas que lo generan las que están enraizadas en la sociedad, las leyes, la educación, la antropología, desde un grado de transversalidad y afectando a todas las instancias de la sociedad humana.
Si una sociedad quiere asegurar su permanencia en el tiempo, debe asegurar la estabilidad de las bases de una sociedad, la justicia social, el respeto al ser humano y la libertad.
Muchas gracias.
Profesor de Mecánica Automotriz en Enseñanza Media Técnico-Profesional. Vive en Ciudad Satélite, comuna de Maipú.
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