El fin de semana que pasó, se plantó un nuevo árbol nativo, en la Plaza de la Tierra, de la Villa 4 Álamos en Maipú.
Un Quillay, en esta ocasión. Cada árbol de los treinta que hay allí ha sido consagrado a una persona fallecida. Del barrio, o no:
Hay uno a nombre de Ronald Wood, uno a nombre de José Flores, ambos estudiantes maipucinos asesinados en dictadura. Otros a nombre de las jóvenes víctimas de los atentados de Noruega de 2011, otros a nombre de los dos estudiantes chilenos asesinados en Valparaíso, en mayo de este año, en el contexto de una manifestación por el derecho a la educación.
El Quillay fue plantado en memoria del periodista Ricarte Soto, fallecido en 2013. Y en la ceremonia participó su viuda, la periodista de Cooperativa, Cecilia Rovaretti, y la hija de ambos, María Alcira.
Rovaretti fue la encargada de presentar en la última Feria del Libro de Santiago el libro de Ediciones Le Monde Diplomatique “EXPERIENCIAS POSITIVAS, Luchas exitosas, autogestión, participación…”, que recoge diversas experiencias de cambio generadas en Chile durante el último tiempo.
Entre ellas se cuentan “La marcha de los enfermos”, impulsada por Ricarte Soto, y el “Proyecto Ecobarrio”.
Además de vecinas y vecinos, participó de la ceremonia del sábado 07 de noviembre el alcalde de Maipú, Christian Vittori.
Previo a aquella, la periodista Cecilia Rovaretti conoció distintos espacios englobados en el Proyecto Ecobarrio, que lleva adelante la Junta de Vecinos Población 4 Álamos, liderada por Ricardo Acuña, de la mano con el Centro de Difusión Social Ecobarrio, liderado por Luis Márquez, quien guió.
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.
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