Al mundo capitalista y a los amos del poder neoliberal, les interesa mucho que los trabajadores sean dependientes, sometidos, sumisos. Que no piensen, que no se rebelen, que no opinen, que sean manejables, que no formen sindicatos, ni confederaciones, que no piensen en sus realidades y situaciones… en palabras sencillas que no despierten sus conciencias a sus realidades. Un dependiente es un individuo fácilmente manejable.
Soy educador, con ya 27 años de docencia continuada. En esos años más de alguna experiencia tengo con respecto a la problemática de la droga, un flagelo que hoy día nos afecta a todos los países, es transversal a todas las clases sociales, grupos étnicos, nacionalidades, razas, en fin, a todos, en mayor o menor medida.
Entendemos por droga, según la Organización Mundial De La Salud (O. M. S.), “cualquier substancia que cuando entra al cuerpo altera la estructura o función del organismo”. Por lo que es, desde el punto de vista farmacológico, correcto llamar droga a cualquier substancia extraña que ingresa al organismo.
Si observamos, las edades promedios de la población penal en Chile, son cada vez menores, y la gran mayoría de situaciones penales, tienen directa o indirecta relación con la situación drogas.
Problemática que se ve notoriamente agravada con los elevados niveles de cesantía y abandono escolar, ambos factores de riesgo social. Alrededor de 360.000 jóvenes en Chile no trabajan ni estudian. Algo está pasando en nuestra juventud, y es algo grave, somos el país, según lo reconocido por el ministro de Salud, Sr. Mañalich, con “el mayor índice de suicidios juveniles en el mundo”. Esto es porque la realidad económica obliga a trabajar a ambos padres, o peor aún, cuando es solo la madre la que debe enfrentar la economía de la casa sola, situación más común de lo que quisiéramos. El escritor y filósofo español José Ortega y Gasset, dice en el libro “La rebelión de las masas” una verdad que es lapidaria: “En este tiempo, losjóvenes, se parecen mucho más a su generación que a sus padres”, eso es lo que hace que los jóvenes busquen, por naturaleza gregaria, el ser incluidos y aceptados entre sus iguales. Allí entrenan conductas y formas de relacionarse e integrarse.
La droga es un flagelo que en forma directamente proporcional genera, por un lado, grandes riquezas para un grupo muy reducido, mientras que denigra y rebaja a grandes cantidades de seres humanos, en su gran mayoría jóvenes de ambos sexos.
Todos somos potencialmente posibles drogadictos, porque todos estos productos generan adicción. O sea convierten a las personas en dependientes del producto. Cada persona tiene un mayor o menor grado de dependencia a tal o cual droga, eso debido a una condición personal conocida como “Susceptibilidad individual”, cada organismo es diferente en su composición bioquímica, y eso lo hace tener mayor o menos grado de adicción.
Un drogadicto es una persona enferma, el alcoholismo se considera también drogadicción, y como enfermo, solo puede mejorarse mediante el tratamiento médico, además del apoyo de la familia y del medio social. Y en Chile, prácticamente no existen centros de rehabilitación.
Todas las drogas son igualmente dañinas y peligrosas, todas. Algunos sostienen que la marihuana, la conocida cannabis sativa, es igual de tóxica y peligrosa en virtud que por un lado es un trampolín para otras drogas mayores, por los efectos de tolerancia y adicción, mientras que por otro contiene una gran cantidad de agentes contaminantes psicoactivos, alrededor de unos 400, de los cuales el mas conocido es el THC o tetrahidrocannabinol. Este agente, altera severamente las funciones mentales y es acumulativo en el organismo humano, debido a su condición liposoluble.
Toda droga produce:
Tolerancia; tendencia del individuo para buscar obtener el efecto deseado en los primeros consumos, esto hace que busque experimentar con drogas mas fuertes.
Dependencia física; necesidad de consumir el producto, para evitar los “efectos de síndrome de abstinencia”.
Dependencia psicológica; se manifiesta por los cambios conductuales y psicosomáticos del individuo y su sensación de angustia del individuo al no tener el producto.
Síndrome de privación; es el conjunto de manifestaciones en el individuo cuando no tiene la droga para consumir, es aquí donde el enfermo toxicómano o dependiente, puede llegar a la comisión de acciones delictuales para poder satisfacer su necesidad o dependencia.
Farmacodependencia; estado físico y síquico resultante de la interacción entre el ser humano y el producto tóxico, este estado se considera enfermedad.
Las drogas les podemos clasificar según la O.M.S., según sus efectos, en: estimulantes (cocaína y anfetaminas), depresoras (sedantes e hipnóticos) y alucinógenas ( LSD, mezcalina, peyote).
Al clasificar, según su tipo, tenemos: narcóticos (opio, morfina, heroína, codeína), depresoras (barbitúricos, benzodiacepinas), estimulantes (cocaína, anfetaminas, metilfenidato), alucinógenos (LSD, mezcalina, peyote, fenciclidina, silocibina), cannabis (marihuana, hachís), solventes (gasolina, pegamentos, etc.).
Personalmente considero que la droga es también una forma de sometimiento que reduce al ser humano a un estado denigrado y de fácil sometimiento. Un individuo alcohólico o drogadicto es fácilmente dominado, en su estado de abulia. Cito al libro “El Manual del Hacendado” escrito por el padre del ex Presidente don José Manuel Balmaceda, un individuo terrateniente llamado Manuel José Balmaceda (con quien el ex gobernante no tenía nada en común, menos en su forma de pensar), este tipo dice en su libro: “para acabar con una huelga en el campo, se debe, primero detener y apalear a los dirigentes, y luego a los demás, traerles, comida, vino, unas chauchas y putas”. De esa forma se detenían las huelgas desde el punto de vista terrateniente en Chile. Trago y trago, así se hace alcohólico el individuo. De esta forma, el ser humano no piensa, se embrutece.
Tengo severas dudas de cómo se mueven y benefician los poderosos del narcotráfico, cuáles son sus redes y contactos que les dan tantas cuotas de poder, porque lo tienen. En el mundo los negocios más rentables son en el mismo orden: la venta de armas, el tráfico de drogas y la pornografía. Eso significa que se mueven miles de millones de dólares, platas que de muchas formas se deben lavar para ponerse en circulación. Al mundo capitalista y a los amos del poder neoliberal, les interesa mucho que los trabajadores sean dependientes, sometidos, sumisos. Que no piensen, que no se rebelen, que no opinen, que sean manejables, que no formen sindicatos, ni confederaciones, que no piensen en sus realidades y situaciones… en palabras sencillas que no despierten sus conciencias a sus realidades. Un dependiente es un individuo fácilmente manejable.
En Chile, recién el 16 de febrero del 2005, promulgamos la ley 20.000, conocida como Ley sobre el tráfico de estupefacientes y sustancias sicotrópicas. Cuerpo legal más moderno y perfeccionado que el anterior y también más claro y completo para evitar interpretaciones antojadizas.
Nada sacamos reduciendo la edad de responsabilidad penal, como fue la promulgación el año 2007 de las leyes 20.084 y 20.191, que reducen la edad de responsabilidad a los 14 años. Esto es una paradoja absurda, porque mientras se considera con discernimiento a un joven a los 14 años para sancionarlo porque según el jurista, puede discriminar perfectamente bien entre el bien y el mal, no se le considera con esa misma capacidad para darle también otros derechos civiles, como por ejemplo el derecho a voto. Considero paradójicos y absurdos estos cuerpos legales, no se soluciona el problema de la delincuencia juvenil, en su mayoría ligado al consumo de drogas, llenando las cárceles con gente cada vez más joven. Un escritor francés del romanticismo, Víctor Hugo, el mismo que escribió el famoso libro “Los Miserables”, dice: “Cada vez que una escuela se cierra, una cárcel se abre”. Con más cárceles no solucionamos nada.
Creo que eso no basta por sí solo, para mí un joven o una joven, son lo más grande que tiene una Nación, son su garantía de continuidad y futuro. Cualquiera que se enriquezca a costa de su salud o si dignidad es un criminal, pero la forma de enfrentar el problema debe ser desde la perspectiva sociológica política integral, para asegurar los resultados en el mediano y largo plazo.
Pienso que la forma más correcta de enfrentar este problema, es mediante la aplicación de medidas ligadas a la educación, la capacitación, la industrialización, la readaptación, la reeducación laboral, la difusión de información, el apoyo médico masificado y, la principal, la generación de nuevos empleos con sueldos dignos. Porque en la medida que se generen las oportunidades, el individuo tendrá mayores expectativas reales de futuro, de proyección, de mirar hacia adelante con esperanza.
La droga se debe enfrentar como sociedad, como Estado, como nación, como pueblo, y con políticas de estado sólidas y concretas.
Para lograr el desarrollo de políticas económicas y de desarrollo, debemos como país asumir desafíos de grandes trascendencias. Chile es un país altamente rico, somos los mayores productores de cobre en el mundo y del cobre de mejor calidad, tenemos más del 50% del cobre de todo el mundo, pero solo el 28% de nuestro cobre está en manos chilenas, mientras que el 72 % restante está en manos extranjeras y su producción no genera ningún recurso económico para nuestra Patria. Se hace imprescindible que renacionalicemos nuestro cobre, que volvamos a ser los absolutos dueños de este recurso minero. Crear una gran política minera que incluya la exploración de nuevas vetas. Luego crear una industria que pueda convertir este cobre en productos, vender entonces productos elaborados y no más materia prima. Darle un valor agregado a este producto. La riqueza para Chile y para nuestro pueblo sería gigantesca, tendríamos grandes empresas, estatales, mixtas y privadas, que a su vez cumplirían la función de producir y generar fuentes de empleos dignos, con sueldos dignos. Eso es aplicar una verdadera política de prevención para evitar que nuestra gente joven, nuestro futuro, lo mejor que tiene un país, siga convirtiéndose en enfermo, en dependientes. Para enfrentar seriamente y en forma sustentable el problema de la drogadicción, se requiere decisión, visión y patriotismo.
* Profesor de Mecánica Automotriz en Enseñanza Media Técnica-Profesional. Vive en Ciudad Satélite.
Profesor de Mecánica Automotriz en Enseñanza Media Técnico-Profesional. Vive en Ciudad Satélite, comuna de Maipú.
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