Recientemente Maipú se ha convertido en el foco de la discusión respecto a la proliferación de hechos de violencia ligados en su mayoría al narcotráfico y también a preguntarnos por la gobernanza del Estado y de los municipios para poner atajo a esta “otra pandemia”.
Maipú no lo recuerdo así, de ser una comuna dormitorio apacible hoy desde un auto en movimiento, en pleno centro de la comuna, se abre fuego hacia un centenar de personas que realizaban sus compras navideñas. NO MÁS VIOLENCIA.
Existen sectores cercados por el narcotráfico, y precisamente los sectores más carenciados respectos a servicios para un buen vivir, son aquellos donde aparece esta puerta que comunica con la violencia y el narcotráfico. El reciente estudio que mide índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) informa del retroceso de Maipú en 10 años, de estar en índice alto en temas como vivienda y entorno, salud y medio ambiente, conectividad y movilidad, condiciones socioculturales, entre otras, a retroceder a medio alto. En relación con el índice Sociocultural me quiero detener y reflexionar.
Los comportamientos violentos que se han registrados recientemente en nuestra comuna se explican por múltiples variables, pero creo que el más profundo es el divorcio existente entre los tres sistemas reguladores del comportamiento humano: ley, moral y cultura (Mockus, 2001:1 7-35). Existe divorcio cuando hay aprobación cultural (colectiva) y/o moral (individual) de las acciones ilegales y cuando no hay aprobación moral o cultural de las obligaciones legales.
Siguiendo esta lógica, un Plan de Desarrollo Cultural puede incidir en reducir este divorcio. Por tanto, hoy es necesario y urgente promover un conjunto de acciones con el propósito de construir colectivamente una imagen de nuestra Comuna actual y futura, que busque generar identidad ciudadana y sentido de pertenencia. Esta relación entre cultura ciudadana y espacio urbano nos permitirá pensar en la recuperación, mejoramiento y ampliación del espacio público: plazoletas, parques y construcción de equipamientos culturales territoriales. Descentralizar hacia los barrios servicios culturales y artísticos para propiciar el ejercicio de los derechos culturales no tan solo para asegurar el acceso a la cultura ‘de otros’, sino que se extienda al derecho de desplegar la de cada cual en igualdad de condiciones.
La cultura comunal también puede ser un eje para el fortalecimiento de la cohesión social, la creatividad y la capacidad de las personas para actuar como ciudadanos democráticos.
Debemos ser capaces de cerrar todas las puertas del acceso a la violencia y al narcotráfico, pero al mismo tiempo debemos abrir puertas para ofrecer a niños niñas y adolescentes un mejor futuro.
Por esta razón creo que se debe fortalecer, ampliar y descentralizar lo que es la Escuela Superior de Artes de Maipú (ESAM), soy un convencido que cuando un niño o adolescente tiene en sus manos un instrumento musical, un pincel, un libro difícilmente tendrá en el futuro un arma en sus manos.
La experiencia de la primera Orquesta Juvenil, que se inició por allá en los años 2000 en Curanilahue, una de las comunas más pobres de chile bajo el alero de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles de Chile, abrió un espacio de oportunidades para que los niños, niñas y jóvenes con habilidades musicales pudieran contar con un instrumento y formar parte de una orquesta, aun cuando sus familias no contaran con los recursos necesarios para financiarlo. Esta experiencia debemos replicarla en Maipú y muchas otras más, solo depende de la voluntad política.
En términos generales, las diferentes perspectivas con las que se debiera abordar la cultura en Maipú no deben estar ajenas al problema de la violencia, y en ese sentido, de la cultura como activo y como estrategia para hacer de Maipú, la comuna que todos queremos más atractiva, más segura más bonita, más culta.
PARTIDO POR LA DEMOCRACIA
La «Opinión Ciudadana» es responsabilidad de quien la da. Escriba su «Opinión Ciudadana» a diario@labatalla.cl para que sea publicada sujeto a la línea editorial.
Maipucino, Licenciado en estética e historia y una maestría en la Universidad Católica de Chile. Asesor en el Consejo de la Cultura hasta el año 2014 y Agregado Cultural de Chile en Perú entre los años 2014 y 2019; Docente Universitario.
La diputada por la región de Antofagasta, Catalina Pérez, renunció oficialmente al Frente Amplio. La…
Con el objetivo de empoderar a jóvenes madres y ofrecerles herramientas para transformar sus vidas,…
En un reportaje de Teletrece, emitido el 18 de noviembre, se asegura que la pastelería…
Un intento de compra de una consola de videojuegos, terminó en tragedia durante la madrugada…
Un emotivo rescate tuvo lugar el pasado viernes 15 de noviembre en el barrio Portal…
Como parte de un ciclo de entrevistas sobre las nuevas autoridades de Maipú, en un órgano…