— ¿Nombre?
—No tiene por ahora —dijo la madre.
—“Luna”—dijo la hija.
Paloma Olivares estaba llenando la ficha de adopción de una perrita. A esa hora, una de la tarde, en la plaza de Maipú, era el séptimo cachorro en ser dado en adopción.
Paloma conforma junto a Vanessa Tordesilla y Carolina Flores “Garritas por Maipú”, un grupo de rescate canino (principalmente) de la comuna. “Somos personas independientes que trabajamos por los perros con nuestro dinero y con aportes de privados”, dice. La jornada había comenzado a las 10 de la mañana del sábado 30 de agosto del 2014.
¿Cómo definirías la situación respecto de perritos y gatitos callejeros en Maipú?
“Crítica. Principalmente porque no hay planes de esterilización gratuitos, no hay planes de educación a la población y la población abandona, abandona y abandona y el municipio no se hace cargo de eso”.
¿Cómo llegan los animales a sus manos?
“Llegan en pésimas condiciones. Enfermos, heridos, inválidos. Viejos. Y después de eso tenemos que hacer todo un trabajo veterinario, rehabilitación, alimentación, para poder darlos en adopción”.
Salvo Carolina Flores, ellas no pueden llevar perros y gatos callejeros a sus casas. Vanessa Tordesilla, por ejemplo, quien trabaja como secretaria y estudia preparación física, arrienda una pieza en un segundo piso en Las Rejas con Alameda. “Estos animales —nos dice categóricamente— salen por la irresponsabilidad de la gente, que los va a botar a Rinconada de Maipú. Botan a las mamás con sus bebés”.
Hace poco publicamos la denuncia de una vecina de Bosques del Sur en el sentido de que la empresa a cargo del aseo había quemado la casa de un perro vago.
“Es normal aquí en la comuna. En La Farfana por ejemplo nos han roto cuatro, cinco casas. La excusa de las empresas de aseo es que son órdenes del municipio. Si ellos no limpian las plazas que tienen concesionadas sacándonos las comida, los platos, las casas, ellos son multados”.
Numerosos curiosos asomaban a los caniles, en ese momento. Vanessa dijo que en general la gente encuentra bonitos a los cachorros y los quiere, “pero pasa el tiempo y los botan a la calle. La gente es muy irresponsable con el tema de los animales. Ya nos han devuelto varios cachorros, porque hacen mucha caca, porque son destrozones, porque son muy bruscos. Nos llaman para que los vayamos a buscar a la misma casa, bajo la amenaza de que los van a ir a botar”.
Cuesta que adopten a los más viejos. “Generalmente están en hogares temporales, o en las calles les tenemos sus casitas. Pero como han visto, las han quemado”.
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.
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