El Gobierno actual logro la aprobación de lo que llamó reforma tributaria, aunque solo fue un ajuste tributario menor. En él no tocó el controvertido FUT creado por Hernán Büchi el año 1984, fondo que se estima tiene acumulados más de 200 mil millones de dólares, de los cuales hay a lo menos 40 mil millones de dólares en impuestos no pagados. Por esto, es necesario que las empresas paguen impuesto por las utilidades devengadas y no por las retiradas, ya que las utilidades no retiradas no pagan impuesto y se registran en el FUT (Fondo de Utilidades Tributables).
El FUT es el principal mecanismo de elusión de impuestos que utilizan las grandes empresas y el 5 % más rico de la población, quienes utilizan este mecanismo para postergar indefinidamente el pago de impuestos a las utilidades. Más aún son muchas las ocasiones en que han utilizado mañosamente las llamadas empresas zombi, que compran porque tienen pérdidas, para así disponer de utilidades no retiradas en el FUT. Así estas empresas con pérdidas terminan fusionadas con otras de grandes utilidades que utilizan esas pérdidas como créditos tributarios. Por esto, expertos tributarios consideran que la eliminación del FUT es necesaria, aunque deba ser gradual para no provocar desajustes en la economía.
El caso de las PYMES es distinto. Por regla general no utilizan el FUT, ya que retiran todas las utilidades devengadas anualmente. Esto significa que este sector de la economía será el que realizará el principal aporte al ajuste tributario recientemente aprobado. En cambio el FUT le permite a las grandes empresas ajustar sus retiros y no incrementar su pago de impuesto con respecto al año anterior, que ahora subió del 17 % al 20 %.
En este debate tributario también se hace necesario considerar la implementación del IVA diferenciado, por el carácter regresivo del IVA tal como opera, que sólo aumenta la inequidad del sistema. Su participación de un 47 % en la recaudación impositiva debe bajar. El IVA diferenciado permite beneficios significativos para los consumidores, significa que quienes utilizan la mayor parte de sus ingresos en cubrir sus necesidades básicas paguen menos, y quienes consumen productos considerados un lujo paguen más.
El país necesita medidas que alivien el alto costo de la canasta familiar que consumen los ciudadanos de menores recursos. Es por esto que hemos propuesto que oscile en 5 % para la canasta básica de alimentos, libros, cultura, medicamentos etc., manteniendo el 19 % para los productos en general, y suba 25 % a los considerados de lujo. Hace pocas semanas la presidenta de Brasil eliminó todos los impuestos estatales en la canasta básica de alimentos. Hasta hace poco Chile y Uruguay eran los únicos países de Sudamérica que tenían IVA igualitario. Hoy Uruguay también incorporó la medida de reducción para favorecer a sus consumidores.
Los consumidores y ciudadanos esperamos que este debate que confronta dos visiones en materia tributaria, signifique un avance en medidas que impliquen más equidad y trato igualitario. Además terminar con las franquicias y formas de elusión legalizada para quienes tienen más. La agenda social no puede terminar financiada por los que que tienen menos. Si ello ocurre, las desigualdades del país se ahondarán.
Constructor Civil. Presidente de Conadecus. http://www.conadecus.cl
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