Cuando el ex alcalde y actual concejal de Maipú Herman Silva, pide la palabra e inicia su intervención con su frase típica, muchos intelectuales mueven sus cabezas en señal de desaprobación. Su lenguaje sencillo violenta sus oídos y no son capaces de entender que lo esencial subyace en su mensaje. Habla tal vez usando lugares comunes, su retórica es feble, está ausente la academia y puede ser que jamás leyera a Aristóteles, sin embargo la mayoría de los vecinos de la comuna lo entienden.
Y ahí está.
Salvo en las elecciones municipales del año 2000, siempre obtiene la primera mayoría.
Y este año lo hizo de nuevo.
Los analistas políticos y los cientistas comunicacionales debieran prestar atención y respeto a la forma de hacer política de Herman.
Es el único alcalde en la historia de la comuna que no es profesional. Sin embargo todos coinciden en que su gestión alcaldicia fue exitosa.
Tomó un Maipú rural y sin la pretensión de hacer una gran ciudad, construyó las bases para la modernización de la comuna.
Las finanzas municipales no se desordenaron y muchos lo criticaron por su falta de audacia en sus proyectos, pero su estilo de padre proveedor y protector cuidó de las arcas del municipio y entregó su mandato sin deudas.
Fue transversal en su administración y todos dan testimonio de su respeto por las ideas ajenas y a la carrera funcionaria. Ninguna persona se sintió perseguida o postergada en su desarrollo profesional. Esa es la base del cariño que los funcionarios municipales sienten por él y soy testigo de que cuando Herman Silva llama a alguna dirección para solicitar un servicio, la respuesta es; “¿Dígame don Herman?… ¿Que necesita Don Herman?”
Cumplió su promesa de pavimentar todas las calles de la comuna, de ampliar la cobertura del agua potable y servicio de alcantarillado, de construir más y mejores establecimientos educacionales, con un DIDECO dirigido por el actual alcalde Vittori, al servicio de los vecinos, liderando un concejo municipal, que si bien tuvo opositores de su propia tienda política, lo apoyó mayoritariamente en su gestión.
Tal vez su único error político grueso fue en las elecciones municipales del año 2000, cuando mal aconsejado por sus asesores y a pesar de la advertencia de algunos que lo apreciamos, de que perdería frente al concejal Roberto Sepúlveda, no hizo un pacto político con los candidatos de la concertación para asegurar su reelección. Si ello hubiera ocurrido, la comuna todavía tendría como alcalde a Don Herman Siva Sanhueza.
Se lo aseguro.
Hoy nuevamente los vecinos de la comuna le han entregado su respaldo mayoritario.
¿Y saben porqué?
Por que es un hombre honrado, que vive modestamente en una casa común, en un pasaje común de un barrio común y todos los vecinos saben donde ubicarlo.
Porque habla con sentido común y soluciona los problemas de todos sin ostentación.
Firme de carácter no teme decir la verdad y su disciplina partidaria de viejo cuño es ya legendaria. Apoyó al ex alcalde Undurraga a pesar de que su partido lo desechó como candidato el año 2004, cuando con mucho dolor me confidenció “Destrozaron mis sueños Pepe”
No puede negar mi afecto por Herman de quien fui su concejal.
Podría escribir mucho más sobre sus cualidades pero creo que en estricta justicia, sus camaradas democratacristianos, su partido de toda la vida, le deben un homenaje por todos sus logros, por subsidiar permanentemente a otros candidatos y por prestigiar la política.
Haberee
Te saludo Herman y te felicito de todo corazón por tu nueva primera mayoría comunal y nacional.
“Habla con reposo no de manera que te escuchas a ti mismo; que toda afectación es mala” (Don Quijote aconsejando a Sancho cuando fue nombrado gobernador la ínsula)
José Olivares Montoya
Ex concejal
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.
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