En el marco de una entrevista con La Batalla de Maipú, el abogado, académico y político, Guillermo Arenas Escudero, señala con su reconocida pasión por los fenómenos sociales, su visión y las convicciones que le asisten frente al proceso de redacción de una nueva Constitución para Chile.
Guillermo Arenas, conoce y recuerda la histórica comuna de Maipú, por cuanto en su trayectoria política fue candidato a diputado por el entonces distrito 20 del que formaba parte la comuna, en las elecciones parlamentarias de 1989.
¿Recuerda el proyecto que impulsó para la comuna, en su candidatura a diputado?
Por supuesto, recuerdo la idea que Maipú se constituyera en una provincia con su propio gobernador y no formara parte de la provincia de Santiago, porque Maipú tiene su propio carácter, su propia historia, su propio sostén económico, y su modo de vivir que da para una Provincia, es de los pocos municipios sino el único que conserva la propiedad del agua y ahora ya cuenta con transporte de Metro y tiene planes de construcción de un Melitren.
¿Y qué piensa ahora al mirar Maipú y los desafíos futuros como parte de un país que vivirá procesos tan importantes como la redacción de una nueva Constitución?
Estamos en uno de los momentos más luminosos de la historia de Chile, comparable con los días previos del 5 de abril de 1818, que inaugura la primera república de nuestro país. A los jóvenes les digo, O’Higgins tenía 40 años y se hizo cargo del país.
¿En su opinión que estamos viviendo ahora?
Vivimos un proceso refundacional del país, dentro del cual se desarrolla un proceso de nueva Constitución. El 18 de octubre del año 2019 termina con el modelo neoliberal, la Constitución de 1980 y derrota a la ideología chicago gremialista con apoyo militar. En ese momento el 18 de octubre, se derrumbó el modelo anterior y el país inició un debate sobre un nuevo orden, incluido una nueva constitución.
¿Cómo se podría resumir lo que debiera estar presente en el debate que se inicia ahora para una nueva constitución?
El país no aceptará que el mercado determine el tipo de educación y de salud ¿Qué lo reemplazará? Ese es el debate. También como el poder se descentralizará, desconcentrará, regionalizará, como se municipalizará, es decir como las élites dejarán de tener todo el poder en el centro.
Junto con lo anterior, quizás lo más importante será como se dará curso y se regulará la propiedad Fiscal, privada, social y la propiedad de bienes comunes, para que se produzca la riqueza suficiente para satisfacer los derechos sociales.
¿Está presente el riesgo que los convencionales constituyentes que se elija sean los mismos políticos?
Por supuesto que lo ideal es que la élite política anterior quede fuera de la Convención Constituyente. Para eso se requiere que la gente administre su 80% (logrado en el apruebo), en su propio favor. Que se organice para presentarse como independiente o en listas de independientes. No será tan difícil.
Me carga el lloriqueo de quienes creen que es imposible derrotar a los viejos políticos. Si se ponen de pie para ocupar su lugar lo primero que deben hacer es transformarse en los nuevos políticos. Dejar de ser idiotas (como decían los griegos a los que renegaban de la política) y hacerse cargo del gigantesco poder que le entrego el país el 25 de octubre.
Todo está en manos del pueblo, la derecha y sus empresarios se ensañaron con la gente. La concertación se adaptó al modelo y no hizo la transición democrática. Fue sorprendente que los comunistas finalmente ingresaran al juego. La guinda de la torta: los líderes mayores del frente amplio, llamados a impugnar el modelo neoliberal, terminaron extraviados en los pasillos del congreso.
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.