Nicolás Riquelme y un amigo -refirió a La Batalla el padre del primero, Ricardo- conversaban sentados en la cuneta de Tres Poniente, esquina de Campanario, comuna de Maipú, el viernes 06 de noviembre pasado.
Entrada la madrugada del sábado 07 y cuando se aprontaban a marchar, fueron abordados por un grupo de jóvenes, hombres y mujeres, quienes les pidieron un cigarrillo.
Como no les dieran, uno del grupo intentó meter su mano en la chaqueta del amigo de Nicolás, quien lo rechazó.
Tras esto, el amigo de Nicolás fue golpeado hasta la inconciencia. Cuando despertó, vio que el grupo se ensañaba con Nicolás.
Salió por ayuda -continúa el relato del padre-, y la encontró en un grupo de feriantes, con quienes dio un par de vueltas en busca de su amigo.
Lo hallaron malherido, ensangrentado. No obstante tener rota la barbilla, la mayor parte de los golpes los recibió por detrás, dice el padre, quien infiere que su hijo intentó proteger su mochila.
Tras esto llegó Carabineros, quien efectuó diligencias sin resultados.
En este momento, Nicolás lucha por su vida -nuevamente, hace tres años superó un cáncer-, en la UCI de la Posta Central.
Su padre ha recibido antecedentes sobre la identidad de quienes lo agredieron.
“Yo no tengo rencor en mi corazón en este momento, solamente tengo amor y energía para mi hijo”, indicó sin embargo:
“La familia lo que pide es una cadena de oración, queremos ayuda espiritual, queremos salvar a Nicolás”.
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Estaremos Orlando por el toda la fuerza del undo y Dios hara justicia por esos desquiciados.