Fermín Donoso, músico y productor: “Siempre he tratado de hacer algo que no tenga prejuicios”

Por Alvaro Méndez.
Fotografías de Shaony Valenri.

Hay muchísimas dimensiones desde las cuales entender a Fer Donoso; la de músico y productor en el sello Epifanía Records, la de voz, guitarra y líder en la banda Latvian Pyramids o aquella que desarrolla en su trabajo solista, donde se presenta como Fermín Donoso. En todas ellas está presente la música, en todas ellas se encuentra recorriendo y descubriendo un camino personal, propio, siguiendo sus impulsos e intuiciones creativas. Maipucino de toda la vida, hoy de 23 años y con un EP a punto de salir a la calle, precisamente en la segunda de las Sesiones La Batalla, desde Casa Coca-Cola, nos contó sobre su visión del mundo, de la vida, del arte…

¿Cómo nace tu relación con la música?

Fue en mi etapa escolar, en el Instituto O´higgins de Maipú. En primero medio comencé a interesarme en la música, a oír y mirar a los músicos con atención e incluso de manera crítica, motivado precisamente por el profesor de música que tenía en esa etapa; yo no sabía nada, no tocaba guitarra ni cantaba pero algo allí comenzó a interesarme. En la casa había 2 guitarras acústicas porque mi hermana y mi papá tocaban pero en ese tiempo ya no las usaban así que aprovechando eso comencé a tocar todos los días, a experimentar y aprender, todo muy rápido y de manera súper natural. Más que una necesidad de expresión lo que me motivó fue una especie de oído crítico, lo que escuchaba no me dejaba satisfecho, desde mi percepción sentía que no estaba bien, que algo faltaba, era capaz de discernir las diferentes estructuras de una canción e intervenirlas, modificarlas, eso sin duda tiene mucho que ver lo que hago ahora que es producir. Cuando llegué al momento en que sales del colegio y te proyectas en la universidad ahí caché que eso era lo que debía estudiar, me gané una beca talento joven que cubría parte de la carrera y me matriculé en música, en la UNIACC.

¿Y el cambio del colegio a la universidad cómo lo evalúas, te costó, fue difícil o fluyó natural?

La verdad es que en la universidad nunca fui estudioso ni muy comprometido pero me iba bien porque sabía componer y tenía imaginación al crear, no fue mucho lo que aprendí en los 2 años de universidad la verdad, salvo el conocer amigos y músicos con los que comparto hasta hoy, como Pablo por ejemplo, un gran amigo y quien es bajista de Latvian Pyramids, banda de la que soy parte. Fue una época de harto carrete también y en la que recuerdo lo caro que era pagar mes a mes la universidad, muy caro, aún incluso estando con la beca. Pasaron muchas cosas en esos 2 años pero casi todo fuera de la universidad, conocí a Camilo Antileo y Oscar Godoy, quienes estaban dando forma al sello Epifanía Records. Sentí en un momento que las posibilidades estaban más afuera que dentro de la universidad así que me retiré. Creo que estudiar 4 ó 5 años es demasiado en todo sentido, innecesario, te encierra y limita mucho, tampoco resulta entretenido, creo que es más razonable especializarse, estudiar a fondo en un tiempo más corto.

El sello Epifanía es un espacio importante en tu carrera como músico y productor…

Llegué allí en un momento en que ya me había salido de la universidad e incluso estaba pensando en dejar Latvian Pyramids, sentía que estaba haciendo muchas cosas pero no estaba trascendiendo con ninguna así que me decidí por escuchar en serio las propuestas de Camilo y Oscar quienes me invitaban a ser parte del sello y a lanzarme con un proyecto solista. Comencé con ellos a conocer la diferencia que hay entre tocar en vivo y grabar, producir, dedicarle horas en el estudio a la creación, se generó una tremenda sintonía y amistad entre los 3 así que me comprometí con Epifanía, con la idea de aportar en la búsqueda de una nueva imagen, de una evolución para el sello. Hoy ya es un espacio que incluye a un montón de artistas y que está en una etapa de consolidación, en el cual además de músico cumplo un rol como productor musical.

Respecto a tu trabajo solista ya hemos oído “Vaivén” y está pronto a ser lanzado el EP, ¿Qué puedes contarnos sobre ese trabajo?

Es muy difícil pasarle las ideas de tu cabeza a otra persona, las palabras a veces no son capaces de describir lo que uno siente, desde que nos decidimos a concretar mi proyecto solista hasta la aparición de Vaivén pasó más de 1 año, hartas indecisiones y cambios en el camino, yo explicaba una cosa y tenía un sonido en la cabeza pero la propuesta que escuchaba de vuelta era algo muy diferente. De igual modo Oscar sabe cuándo detenerte y estructurar el trabajo, manteniendo el alma de lo que quieres, en realidad es difícil quedar conforme en un mundo tan diverso e infinito como este, hay que llegar a un punto en que debes finalizar el trabajo y cualquier evolución posterior se producirá cuando interpretes en vivo, de lo contrario estaría todavía produciendo el disco. Ahora estamos listos para lanzar el EP, serán 5 ó 4 temas, el trabajo fue tan prolífico que ya casi tengo listo el próximo disco… jajá todavía no lanzo el primero y ya estoy pensando en el próximo…

Ha sido bastante prolífico tu trabajo musical entonces…

Es que tengo un rollo con la rutina, no me gusta. Trato de sacarle el jugo a cada momento porque entiendo que cambia permanente, es casi la naturaleza de todo el cambiar y por supuesto que eso pasa con mis canciones, las escucho una y otra vez y van surgiendo detalles nuevos, modificaciones, arreglos y se van convirtiendo en algo diferente… No puedo guardarme esas ideas, siento que debo “imprimir cada hoja” por explicarlo de algún modo, concretar lo que tengo en la cabeza, como soy bien disperso y se me arrancan las ideas hay harto material, todo en forma de canciones.

Y en cuanto a tus referentes e influencias, ¿qué puedes contarnos?

Soy bastante consumidor de lo nuevo, para nada me quedo en la vieja escuela aunque reconozco una gran influencia de Radiohead, no sé si quiero llegar a sonar como ellos pero sí que me inspiran mucho al momento de optar por una forma y sonido. Tampoco soy fanático acérrimo de alguna banda ni de nada en general, más que inspirarme en referentes trato de proponer desde lo personal. Me gustan mucho las voces femeninas, bandas de mujeres, creo que alcanzan puntos sutiles bien atractivos, tengo sintonía con líneas melódicas que crean cantantes de bandas como Yeah Yeah Yeahs o Stereolab. En general soy bien diverso y voy desde The Horrors a Tame Impala o desde Joe Vasconcellos a Manuel García. Cualquier sonido puede ser una potencial inspiración.

¿Ya sientes que la música es el lugar desde el cual te quieres proyectar?

En realidad me he cansado varias veces de hacer música y he considerado buscar otros caminos, pero siempre vuelvo a esto; la música es lo que más puertas me ha abierto, es lo que mejor me hace sentir, lo que más hago, sólo que me cuesta mucho congeniar con la rutina, con el sistema de vida, con esta gueá de tener que estructurarte y estructurar lo que haces, soy tan libre y llevo tanto tiempo dejando que esa visión fluya que hoy es difícil encerrarme, sé que puede llegar a ser una costumbre negativa en muchos sentidos pero es que me atrae caleta el ocio, encuentro que es un momento productivo en el sentido que te hace notar esas cosas en las que no te detienes cuando estás trabajando inmerso en la rutina o la vorágine de las responsabilidades cotidianas, en esta vida de hoy mientras estás haciendo algo ya estás pensando en lo que debes hacer después y te estás comprometiendo para gueás de la próxima semana… En el fondo estás con la cabeza en tantas partes que no estás en ningún lado. Esos momentos de ocio te aterrizan y te hacen estar más atento, te invitan a crear, a conectarte con una dimensión más feliz e incluso excitante, hacen detenerte y mirar, conectarte con lo que ocurre de verdad, en mi caso esos momentos tan increíbles los expreso a través de la música, me llevan a ella.

O sea que prácticamente “canalizas” el sonido que generas… ¿O también tiene una dimensión más estructurada y consciente, en que conduces su forma y fondo?

En algún momento compuse cosas bien poperas pero no es el estilo que más me identifique, de hecho ningún estilo me identifica. Siempre he tratado de hacer algo que no tenga prejuicios, que no se encasille en formatos ni discursos, me preocupo harto de cada canción pero no por pudor o para aparentar algo sino que simplemente porque intento replicar lo que suena en mi cabeza, todo es bien personal, desde mi “cosmovisión”. En las canciones de mi EP hablo mucho del autoconocimiento espiritual, del encontrar respuestas dentro de uno mismo, del entendernos como individuos pero también como parte del universo, hace poco leí unos poemas de Walt Whitman y me identificó absolutamente su mensaje, tiene que ver con meta-poesía, trascendentalismo, pensamiento intuitivo… yo de verdad me tomo en serio aquello, sinceramente lo siento y creo, por algo está allí en mi música. Tengo un interés casi natural en dejar que fluyamos y dejemos aflorar lo que internamente somos, esa es la invitación que plasma lo que compongo; cada uno puede hacer de la vida su propia película, hay que liberarse de los miedos, atreverse a ser auténticos, genuinos, creo que es la única forma de generar cambios en todos los aspectos.

Fermín Donoso es un artista permanentemente a punto de estallar, de sorprendernos con una propuesta desprejuiciada y con referentes tan diversos que finalmente conjugan algo nuevo, sutil y lleno de alma, honesto. La fuerza del rock, la empatía del pop, algo de psicodelia, arreglos ambientales y electrónicos encontramos en un sonido personal, que además podrán ver el vivo en el próximo viernes 12 de junio en Casa Coca-Cola; Fer es nuestro segundo invitado a las SESIONES LA BATALLA, instancia en la que estará lanzando su EP y mostrando algunas sorpresas.