El mundo vive una pandemia que ha puesto a prueba Estados, gobiernos, gobernantes, científicos, sistemas de salud y comportamientos de la población para enfrentar estos fenómenos que terminan por transformarse en verdaderas plagas que atacan a la humanidad.
Admitir la existencia de un problema de salud extremadamente grave, que cobra la vida de los seres humanos –como es del caso con el COVID-19 -, parece una ecuación sencilla entre saber la magnitud de este ataque extendido sobre la población y la capacidad de tomar decisiones claras y equivalentes con la envergadura de la crisis sanitaria.
Hablar con claridad, decir el peligro que el virus en su avance de contagio podría acarrear para la salud de la población, lograr mínimos de credibilidad para transmitir a las personas lo que se espera de su comportamiento y lo que se hará en su protección, es un primer orden conceptual sobre el que puede fundarse una acción compartida para enfrentar de manera consciente y comprometida esta amenaza creciente. Pero en realidad al no cumplirse esta cadena de relaciones, inmediatamente disminuye la capacidad de concertar las voluntades para explorar caminos de solución con transparencia y unidad de propósitos.
Transformemos en preguntas sencillas, lo que ha sido el manejo de esta crisis: ¿Se ha dicho con claridad desde el principio las consecuencias de la pandemia?. ¿Logró la autoridad tener suficiente credibilidad por parte de la población?. ¿Se dijo siempre claramente lo que se esperaba cumplieran las personas y la protección y ayuda que se les prestaría para ello?
Estas no son condiciones aisladas, y cuando hay una deficiencia en la respuesta positiva de alguna de estas interrogantes, surge lo que reproduce el portal cooperativa frente a lo señalado por el doctor Eric Feigl-Ding, epidemiólogo y economista de Salud en la Federación de Científicos Americanos (EE.UU.), quien dedicó este martes un largo hilo en Twitter para explicar al mundo su tesis de por qué la segunda ola del Covid-19 no da tregua en Chile y ha puesto al país al borde del colapso hospitalario, pese a su exitoso proceso de vacunación.
Feigl-Ding, uno de los principales representantes de la Federación de Científicos Estadounidenses (FAS, por sus siglas en inglés), abordó el caso chileno a propósito de la publicación de un reportaje del diario The New York Times, que da cuenta que, según los expertos, al flexibilizar las restricciones de viaje, escuelas y actividades económicas, se creó la falsa sensación de que lo peor de la pandemia había pasado.
En su nota el The New York Times, agrega que “los expertos dicen que la campaña de vacunación rápida y eficiente del país (solo Israel, los Emiratos Árabes Unidos y Seychelles han vacunado a una mayor parte de sus poblaciones) les dio a los chilenos una falsa sensación de seguridad y contribuyó a un fuerte aumento de nuevas infecciones y muertes que está sobrecargando el sistema de salud.” y asevera en otro de sus párrafos seleccionados que: “Pronto, Chile también permitió la reapertura de gimnasios, iglesias, centros comerciales, restaurantes y casinos. Incluso cuando los expertos pidieron precaución, el gobierno mantuvo su plan de reabrir las escuelas el 1 de marzo. A medida que la gente comenzó a moverse y consumir con mayor facilidad, los médicos se preocuparon, especialmente porque el gobierno no contaba con un sistema de rastreo de contactos efectivo.”
Maipú, ¿frágil equilibrio?
Al ser consultado por radio cooperativa sobre cuál era la situación hoy en el Hospital el Carmen de Maipú, el director del Hospital Dr. Juan Kehr, respondió que la situación de estos días era de “frágil equilibrio, es decir, hemos tenido cupos de camas críticas pero siempre manejando dos o tres camas críticas, prácticamente todos los días. Ahora, estos últimos cuatro o cinco días hemos tenido una situación, yo diría un poco más suelta respecto de los días anteriores, porque hemos tenido un poco más de capacidad de camas y eso está dado fundamentalmente porque nosotros abrimos nuevas camas, o sea, hicimos reconversión de mayor número de camas y también generamos algunos traslados.”
Maipú ocupa el 5° lugar a nivel país con mayor número de contagios activos:
Las altas cifras de contagios exhibidas por la comuna, deben llevar a la población local, a todos los maipucinos y maipucinas a extremar el cuidado y respetar la cuarentena dispuesta por la autoridad sanitaria, concurrir en las fechas indicadas a la vacunación en los distintos centros habilitados, y muy importante mantener la distancia social, el lavado frecuente de manos, y el uso de mascarilla.
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