Víctor Osorio, periodista, ex ministro de Bienes Nacionales de la presidenta Bachelet, no votó por ella en la primera vuelta anterior a su primer gobierno, sino por Tomás Hirsch.
Y antes, por Gladys Marín, y luego por Jorge Arrate.
Es un hombre de izquierda, y está en completo desacuerdo con la idea de que las y los chilenos seamos de derecha (como se ha planteado desde RN).
Menciona al bando patriota en la guerra de Independencia, incluye a las leyes laicas, que separaron a la Iglesia del Estado, el Frente Popular, que industrializó al país, y la nacionalización del cobre, “que ha sido el pilar de la economía y obra del gobierno de Salvador Allende”.
“Y el pueblo chileno también mostró que era progresista y de centroizquierda cuando enfrentó a la dictadura cívico-militar de derecha y la derrotó”, concluye:
“Y desde ese punto de vista a mí me parece que tenemos un pueblo que es progresista, que es de centroizquierda, que quiere mejores condiciones de vida; que, por supuesto, no quiere que le regalen nada, pero que tampoco quiere que abusen”.
Renunció al ministerio para cumplir con el plazo legal y postular al Congreso por el distrito 8, “para dar continuidad al proceso de cambios iniciados en el gobierno de la presidenta Bachelet”.
Un gobierno que a su juicio “ha sido el más realizador y transformador que ha conocido la historia reciente de Chile”.
Como ejemplo pone el hecho de que “jóvenes chilenos hayan ingresado a la educación superior a estudiar de forma gratuita, siendo que nadie en este país había ingresado a estudiar gratis desde 1981”.
Asimismo algo que, estima, será valorado con el tiempo:
“El ministro Máximo Pacheco y yo impulsamos una gran transformación desde el punto de vista energético, que implicó que se incorporaran a la matriz energética del país energías renovables, en una envergadura que no tiene precedentes”.
¿Por qué por el distrito 8?
Porque, según dice:
“Soy un hijo de Maipú. Mi familia llegó a la comuna a comienzos de los sesenta, al sector de Primera Transversal con Los Héroes”.
Su padre era trabajador de la construcción y dirigente social, su madre trabajadora de casa particular, “que llegó de Padre Las Casas buscando nuevos horizontes”.
—¿Cómo le gustaría que fuese la vida de las y los chilenos en cuatro años más, habiendo sido diputado?
—Pretendo ser diputado para contribuir desde el Parlamento, pero también desde las calles y de las organizaciones sociales y ciudadanas de este distrito, a construir un Chile en que, por un a parte, los asuntos fundamentales que afecten a la vida de las personas puedan ser resolución soberana de la ciudadanía, y que deje de ser materia de resolución de una elite.
En segundo lugar imagino un Chile en que determinadas dimensiones de la vida, como la salud, la educación, la vivienda y la seguridad social, sean derechos sociales garantizados por el Estado y que las personas, particularmente la clase media, que debe luchar cada día por salir adelante, no tenga que verse enfrentada al estigma que produce la incertidumbre de que estos derechos sociales se hayan convertido en mercancía durante el régimen militar.
La diputada por la región de Antofagasta, Catalina Pérez, renunció oficialmente al Frente Amplio. La…
Con el objetivo de empoderar a jóvenes madres y ofrecerles herramientas para transformar sus vidas,…
En un reportaje de Teletrece, emitido el 18 de noviembre, se asegura que la pastelería…
Un intento de compra de una consola de videojuegos, terminó en tragedia durante la madrugada…
Un emotivo rescate tuvo lugar el pasado viernes 15 de noviembre en el barrio Portal…
Como parte de un ciclo de entrevistas sobre las nuevas autoridades de Maipú, en un órgano…