Escritores/as de Maipú: Rodrigo Torres Quezada: El sistema somos nosotros

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Tiempo de lectura: 3 minutos

Texto y fotos por Sergio Benvenutto.

Rodrigo Torres Quezada tiene 32 años, y mide “1.72, 1.70 de repente”. Vive en el límite tripartito entre Cerrillos, Maipú y Estación Central, en Lo Errázuriz.

Se lo puede ver bamboleándose desenfrenadamente con un calzoncillo en la cabeza, en su canal de Youtube, Ociozona, un espacio grotesco ambientado o mejor dicho simplemente grabado en el living de una casa y protagonizado por dos sujetos lamentablemente desocupados, e infantiles.

Su literatura, a lo menos aquella contenida en su libro Antecesor (librosdementira, 2015), está atravesada por lo que él llama el loserismo:

“Apunto a ser un antisistema —nos dice—, y la figura del loser para mí es muy antisistema. El loser es el antihéroe perfecto, y también la idea de Antecesor era hablar del fracaso. Que todos los personajes tuvieran ese hilo en común: el loserismo. Y es porque a mí me interesan mucho esos personajes, los que no ganaron. Estoy hasta las pelotas con esta cosa tan exitista, del tipo tan exitoso, y la mujer tan exitosa, que tiene su MBA, su magíster y que da conferencias, y recorre el mundo. Ya, muy bien, porque eso es lo que quiere el sistema. Pero, ¿qué pasa con los otros? Los que perdieron, personas que se quedaron ahí, como en el limbo”.

“Yo creo que debiéramos darle mayor prioridad a hacer magísteres en mejores personas –sentencia—, doctorados en personas que se fijen más en los detalles, o que sean más consecuentes con lo que predican. A eso debiéramos apostar”.

No forma parte de ningún circuito, “yo creo que yo mismo soy mi circuito. Me siento escritor, incluso artista, de pronto, pero no me siento parte de ningún movimiento”. Es lo único que queda, dice, frente a un ambiente literario nacional que estima viciado, no solo por el lobby:

“Siento que hay una especie de obsesión en la literatura chilena, de retratar el mundo de los ricos, para decirnos que los ricos también sufren, los ricos también lloran, la clase alta también tiene problemas”. Recuerda, en este sentido, haber leído “El grito del zorzal”, el cuento más laureado de su libro, hasta ahora, en una reunión de escritores, “y la actitud de las personas cuando terminé de leerlo fue: cri cri, cri cri. Y después vino un escritor que leyó algo bueno, pero que yo había leído ya muchas veces, o había visto en muchas otras partes, tipo: Andaba por la calle borracho, y me puse a vomitar, y me encontré con otra persona que estaba con una puta, y entre todos fuimos y nos juntamos con unos punkies, y seguimos tomando… Y hubo risas y aplausos”.

Tanto en su canal de Youtube como en parte de su literatura (ahora está escribiendo una novela juvenil fantástica), Rodrigo Torres exhibe casos extraños. De duendes, hadas, criaturas criptozoológicas, fantasmas, o personajes misteriosos o situaciones morbosas. Quizás sus intereses más concretos sean los dibujos animados y los dinosaurios.

En Antecesor, sin embargo, dichos personajes están tapados: cubierto de tierra, despojado de vida, convertido en símbolo para las tristes existencias de los personajes, en Carnotauro; escondido detrás de una reja de las asechanzas de un niño malo, en El Ojo.

Parece que Rodrigo Torres Quezada se esforzara por mostrarnos una realidad lo más pedestre posible. No es solo que no recurra a estereotipos literarios (como un hombre con sombrero caminando al borde de una playa), sino que sitúa a sus personajes en una habitación con olor a semen.

Trollea, igual que cuando nos obliga a verle bambolearse con un calzoncillo en la cabeza.

“Al tratar estos temas, los temas de Antecesor, quise hablar de temas que no están muy presentes de repente en la literatura. De repente, se olvida a las señoras, a los abuelitos, a los niños. La crueldad presente en el sistema”.

“Es como cuando se habla mucho del sistema –reflexiona—, de los poderosos. Pero el sistema somos nosotros. El sistema está en los pequeños detalles del día a día. En el trabajo, el sistema se nota más en el trato de los mismos compañeros de trabajo, que en el que te da el dueño de la empresa, al que ni siquiera ves, a pesar de que te esté robando la vida”.

El libro Antecesor, de Rodrigo Torres Quezada, se puede comprar acá.

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