Gabriela Jarpa ha ido semana tras semana, durante dieciséis años, a alimentar y dar de beber a los perros abandonados que sufren en el sector de Rinconada de Maipú. Su agrupación, “Perritos de Rinconada”, siempre necesita ayuda. Pero el problema será insoluble en la medida en que haya gente inmoral que abandone. La autoridad debe financiar la educación en tenencia responsable.
Es difícil ser Gabriela Jarpa, en Rinconada de Maipú.
Imagina, por ejemplo, haber alimentado y dado de beber a decenas de perros abandonados, y que te sigan después mientras te vas alejando en el auto, porque quieren irse contigo.
Más fácil es abandonarlos. Fácil e inmoral.
“Yo creo muchas veces que el Gobierno, a la gente que ayuda a los animales abandonados, como organizaciones que llevan tiempo, casi nos deberían pagar”, opina.
—Obvio —comento.
“Y tratar hasta con un psicólogo”, agrega.
Rinconada
No ha cambiado mucho Rinconada, estima ella, desde que conoció el problema de ahí, hace dieciséis años.
No ha cambiado en el sentido de que la gente sigue abandonando perros en ese lugar. Más allá del trabajo incansable que ha hecho, para esterilizar, por ejemplo, nunca sabe con qué se va a encontrar la próxima vez.
Los perros que ya están allí excluyen a los nuevos, que deambulan por la carretera hasta que los atropellan, o terminan heridos por alguna trampa para conejos de las que van a poner en los cerros.
Perritos de Rinconada
Gabriela dirige una agrupación llamada “Perritos de Rinconada”, una de cuyas voluntarias es su hija Natalia Villanueva, egresada de veterinaria.
No les ha sido fácil recabar la ayuda de la Municipalidad para llevar operativos de esterilización, desparasitación y control de garrapatas al sector. Gabriela ha tenido que “joder, joder, joder”.
A pesar de evaluar bien a los funcionarios que trabajan en el tema, piensa que solo se cumple con el mínimo obligatorio.
Lo mismo la clínica veterinaria móvil, adquirida en 2016 y en funcionamiento regular desde el año pasado, y la clínica veterinaria municipal en construcción. Mínimos obligatorios.
“No ha cambiado mucho Rinconada”, asegura. Semana a semana siguen necesitando reunir doscientos kilos de alimento (si quieres ayudar, este es el Facebook de la agrupación).
“Lo que ha cambiado con los años —precisa su hija— es que la gente que respeta a los animales, es mucha más. Pero el problema es que la gente que no respeta a los animales, la gente que abandona, la gente que no esteriliza, la gente que no tiene nociones básicas de tenencia responsable, sigue teniendo el mismo comportamiento. Esos son los que generan el problema a nivel nacional”.
El problema
También ha sido bueno el programa “Cuidado con el perro”, de esterilización, financiado por el Gobierno Regional, ejecutado por la municipalidad, y en el que Maipú cumplió en un 100%.
Pero el problema va a ser insoluble, en la medida en que no se financie la educación en tenencia responsable. Y no se tomen medidas radicales. En ese sentido descreen de la ley sobre la materia promulgada por la presidenta Michelle Bachelet. “Es una ley que podría funcionar en un país que no tiene animales abandonados; en Chile debería ser muchísimo más dura”, piensa Natalia.
“Yo sé que mucha gente trabaja y vive de la crianza de perros —agrega—; pero, por ejemplo, en el Estado de California, Estados Unidos, están prohibidos los criaderos. Son medidas drásticas, que se van a llevar a mucha gente en contra, pero es necesario ese tipo de cosas para generar cambios radicales”.
Las agrupaciones animalistas, dice, viven esterilizando, día a día, sin parar. Pero lo que hay que preguntarse es de dónde salen los perros. “Y resulta que los perros nacen de las casas en donde compran un poodle, compran un perro de raza, se cruza con un perro mestizo y los cachorros ya no tienen el mismo valor para ellos que uno de raza pura, y terminan botados en la calle”.
Educación
Ellas hacen ese trabajo de educación, en pequeña escala. En cada una de las jornadas de adopción que propician en la Plaza de Maipú, lo que más terminan haciendo es conversar con las personas que se acercan, derribando mitos acerca de la esterilización, por ejemplo.
Quienes han ido una y otra vez, semana a semana, a Rinconada de Maipú; ellas que alimentan y dan de beber a decenas de perros, para paliar un poco su sufrimiento; Gabriela, a la que no hace reír nadie cuando vuelve a su casa, después de ver a los perros seguirla, por el espejo retrovisor; ellas saben la hondura del problema, que es el problema de los que abren la puerta del auto y abandonan ahí a su mascota, al ejemplar que no les dará réditos económicos.
Exdirector del Diario La Batalla de Maipú.
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