En Perro Muerto ocurre algo interesante; La banda es mucho más que 4 sujetos diversos y diferentes haciendo música. Se trata de una agrupación que necesita del aporte de cada uno de sus componentes y que en esa sinergia ha encontrado un camino y propuesta propia. Pasemos a conocer a estos muchachos que unen fuerzas con compromiso, honestidad y cariño para crear algo más grande de lo que imaginaron.
Al reuniros con 3 de los muchachos de PERRO MUERTO se hace evidente la sintonía y cariño que hay entre sus integrantes, muy posiblemente allí emerge el alma de la actual etapa de esta banda; Más allá de las diferencias en cuanto a gustos musicales, intereses, edades, trabajos, es notorio en ellos un fiato y complemento casi total, respeto y admiración por lo que cada uno entrega y propone. En algún momento de la conversación surgió directamente esa pregunta “Se consideran amigos más que compañeros de banda?” La respuesta fue categórica y unánime… “Por supuesto que sí”.
Nacidos en Maipú a partir del interés y búsqueda creativa de Jorge Espínola (Rocke Bichoo, voz y segunda guitarra) a quien se sumó Juan Riquelme (Eddie Navajas, primera guitarra), Sebastián Núñez (SebaNtonov, bajo) y posteriormente Francisco Concha (Pancho Star, batería). Han transitado diversos derroteros y senderos pero ante todo recorren el camino con el optimismo y seguridad que les entrega el ser un cuarteto consolidado, una agrupación que se transforma en algo más que las 4 individualidades que la conforman.
¿De qué manera y cuándo nacen como banda?
Jorge: Hacía música junto a mi hermano, hace 4 ó 5 años, posiblemente antes… Siempre autodidactas, pasaron varios amigos y personajes por esa banda, hasta que me reencontré con Eddie (Nos conocíamos hace muchísimo tiempo atrás), quien trabajaba como DJ en un Pub.
Juan: Yo venía de una banda de covers y justamente quería comenzar a trabajar en temas propios, estudié música y quería explotar esos conocimientos. El reencontrarnos fue una situación, en palabras de una amiga “Estelar… Cósmica”, hace como 10 años que no nos veíamos y se da ese momento en que Jorge necesitaba a alguien con quien tocar sus temas y yo necesitaba con quien trabajar en temas inéditos y propios… Se alinearon los astros.
Jorge: Yo era bien pudoroso y un poco temeroso en ese tiempo con lo que escribía, nunca me he considerado un gran artista… siempre digo que estoy aprendiendo, me queda claro cada vez que ensayo, siempre habrán cosas nuevas. Eddie llegó a poner calidad y conocimientos a todo el trabajo, a partir de allí el proyecto se asentó y tomó seriedad. Comenzamos una búsqueda para encontrar al bajista adecuado… No es fácil, se demora ese proceso porque hay que tener feeling y quien se integra debe mostrar interés genuino en lo que la banda está haciendo, Eddie además como músico se hacía cargo del instrumento que necesitáramos, entonces no había mucho apuro pero había un integrante que hacía falta.
En ese momento se encuentran con Sebastián…
Sebastián: Tenía 19 años, un amigo me sugirió agregar a Jorge en Facebook ya que supo que él andaba buscando bajista. Nos pusimos en contacto y unos días después llegando a mi casa me encuentro con estos 2 viejos chascones. Me presentaron el trabajo que estaban haciendo y hubo una gran sintonía, había libertad para proponer arreglos, sentí que había interés por progresar. Me acomodé perfecto al trabajo de estos viejos hippies; buscaban un bajista y yo justo estaba enamorándome del bajo en ese momento. Llegué a bajar el promedio de edad en Perro Muerto.
¿Y con Francisco, su actual baterista?
Jorge: Nos invitaron a tocar a la SCD y si bien hasta ese momento ensayábamos mucho y ya había canciones y cierta seguridad en lo que hacíamos, no teníamos baterista ya que mi hermano cambió de vida y se fue al sur, ese fue un importante cambio también para nosotros porque estábamos muy compenetrados con él. En ese momento nos encontramos con Pancho.
Juan: Hace un tiempo habíamos grabado unas maquetas y a Pancho le gustaron, lo notamos y eso hizo que se interesara en lo que estábamos haciendo. Pasó con él eso que queríamos que pasara con cada una de las personas que se suman al proyecto… Que se vayan encantando con la banda.
Jorge: En eso hemos sido súper abiertos, no prejuiciamos con esas típicas etiquetas. A nosotros nos gusta componer en conjunto y sobre todo que cualquiera que se sume se sienta integrado. Después de esa tocata en la SCD Pancho nos dijo que quería seguir tocando con nosotros, de hecho renunció a la agrupación con la que tocaba hasta ese momento. Pasó a ser un miembro estable de Perro Muerto y completó lo que es hoy la banda.
¿El nombre PERRO MUERTO surge allí o ya venía de antes?
Jorge: Venía de un tiempo antes, aunque en el comienzo nuestro nombre fue “Cancha Rayada”, tuvo que ver con el interés de postular a unos fondos concursables de Maipú… pensamos que ese nombre podía ayudar pero no nos representó mucho, además que no es un nombre muy reconocible, lo que realmente queríamos era algo transversal, que todos pudieran identificar. Finalmente José, el anterior baterista, mi hermano, nos dejó el nombre de Perro Muerto, es un nombre criollo, afuera llama mucho la atención pero cuando surgió aún no pensábamos en ello. Cuando se conforma esta actual formación ya estaba el nombre, de hecho cuando llegó Eddie ya estaba el nombre.
Sebastián: Es como en el capítulo de Los Simpson cuando los personajes querían un nombre chistoso pero que cada vez sonara menos chistoso y le pusieron “Los Borbotones”. Creo que finalmente todo queda claro con las palabras que dice nuestra querida canción homónima… Es sólo el concepto.
Resulta muy interesante la diversidad de influencias que se conjugan en ustedes, los 4 son bien diferentes…
Juan: Sí, las influencias son variadas. Por mi parte un gran referente desde chico son Los Beatles, mi vieja era fanática, en mi familia también se escuchó mucho folclore y Violeta Parra estaba siempre presente. Hay un tío unos 15 años mayor que yo que inculcó en mí el interés en bandas y artistas setenteros como Led Zeppelin, Deep Purple, Elvis… Otra gran influencia es Iron Maiden, después de escuchar el Number of the Beast se abrió para mí una ventana musical inmensa, soy fanático del trash metal, de hecho eso motivó que estudiara Armonía y Composición, en esa etapa de estudio me acerqué al Jazz y Blues, incluso Bossa Nova. Hoy sigo encantándome con bandas nuevas de muchos estilos, aprecio la diversidad en la música.
Sebastián: Cuando muy chico escuchaba Cumbia Villera, tenía mis CD y los escuchaba en mi discman, iba como en cuarto básico cuando se me rompió… Fue el destino que quiso que no escuchara ese tipo de música. Me encontré con varios estilos después de eso… Punk, Rock Clásico, Metal pero lo que más me ha llamado la atención es el Glam Rock, ese es mi sonido y lo que quiero proyectar. De hecho Eddie me pasó todos sus cassetes glameros y rockeros, que son hartos… Soy un fuera de época.
Jorge: Soy bien cercano a ese romanticismo de artistas como Camilo Sesto o Raphael, me gusta mucho esa música que está en el disco duro y que uno escuchaba cuando chico. Soy bien local en cuanto a gustos musicales, letras en español que pueda entender. Reniego y soy medio negado para la música en otros idiomas… Soy bien anti gringo y comunista aunque trato que eso no influya en la banda. Me interesa mucho también la música con un contenido social… Violeta Parra y los poetas chilenos me atraen mucho, hay harta melancolía, no hay en ellos mucha euforia pero hay sentimiento profundo… Creo que hay 2 cosas que inspiran; El amor y los temas sociales. Consumo harta música y todavía compro discos en formato físico, hay bandas como Ataque 77 o Los Prisioneros que aún disfruto. En Perro Muerto los virtuosos de la música son mis compañeros, yo los acompaño con mis referentes y mis letras.
No se sienten en condiciones de hablar en nombre de Francisco, el integrante que no pudo acompañarnos en esta reunión, de hecho Jorge señala que “Al Pancho no lo conozco musicalmente en su intimidad” y Juan agrega que las influencias de todos son tan diversas que el resultado que logran “No me representa en nada…” Todo ello en un contexto de bromas y risas, en el fondo se conocen como amigos de toda la vida y el aprecio que estos 4 muchachos sienten entre sí es evidente y honesto, el ambiente que se genera en la conversación entre terremotos y cervezas es relajado, los Perro Muerto se entretienen cuando están juntos. Es este trabajo auténtico el que va dando sus frutos, se traduce en que por ejemplo ya firmaron contrato con un sello que distribuirá en México su disco Mordida, editado este 2014. Los Perro Muerto van paso a paso, confiados en el trabajo y en la fuerza que adquieren cada día como agrupación, se sienten conformes y además muy conscientes que falta mucho camino por delante.
Jorge repasa que “Hay diferentes flancos por cubrir en el trabajo que desarrolla una banda; grabar un disco, grabar videos, ensayar, difundir, promocionar, tocar… de verdad muchísimas cosas… acá esas tareas no se delegan ni imponen, se coordinan y organizan de manera natural, el trabajo acá es muy grato” de hecho en algún momento Sebastián mira a Juan y comenta “Con el Eddie nos leemos la mente… En serio”. La música y trabajo de Perro Muerto nació en Maipú, pero ha crecido de un modo que a sus integrantes sorprende, han sido destacados en radios de Buenos Aires, Córdova, Puerto Montt, Valparaíso… Hay invitaciones para tocar en Argentina, Uruguay, México y ya han tocado en diversos escenarios dentro de Chile. Una “Bola de Nieve que cada día crece y nos tiene expectantes” reconoce Jorge. Al hablar de los Perro Muerto podríamos hablar de una jauría en la que cada quien cumple un rol importante y que complementa con el que los otros desarrollan, no hay jerarquías ni imposiciones, solamente un grupo de amigos haciendo de corazón y con el alma lo que les gusta.
Comunicador y gestor cultural maipucino. Con estudios en antropología sociocultural. Locutor en radio y presidente de Nación Cultural de Maipú, la primera corporación cultural de la comuna.
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