No hay discurso, campaña, programa, que se precie de tal y en cuyo relato no esté incluida la sentencia que el progreso de la nación y el desarrollo de las personas está fundamentalmente radicado en la posibilidad de contar con una educación de calidad.
Son distintas las formas y los enfoques con los que planificadores y entendidos orientan sus discursos y teorías respecto de cómo alcanzar estándares educativos de calidad, y en dicho tránsito las estrategias que pueden ayudar en algo a disminuir la enorme brecha en las oportunidades de una mejor educación que está determinada por la condición social y económica de la población.
Un programa intencionado en la ayuda e incentivo al esfuerzo por el estudio ha sido ejecutado durante muchos años por el municipio de la comuna de Maipú, formulado a través del programa de becas municipales, que ha tenido continuidad traspasando los distintos signos políticos de las autoridades de turno, hasta ahora.
Efectivamente, los poco más de mil beneficiados con estas becas recibieron una mala noticia del municipio de Maipú: No habrá becas debido a problemas financieros del municipio.
Aquí es donde se cae el discurso de la tierra prometida de protección social, para avanzar hacia sociedades más inclusivas y solidarias, basado en condiciones de igualdad, para los que deben escalar mayores dificultades para lograr sus objetivos.
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.