El Maipú que queremos

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Esta es la visión de tres vecinos —frenteamplistas— sobre Maipú: “La necesidad de inversiones en infraestructura y desarrollo económico-social, contrasta con el gasto en eventos y merchandising, quedando en una caja negra la planificación estratégica” para los próximos años. Una propuesta en tal sentido, opinan, debería apuntar a la participación de la comunidad en las decisiones claves.

Por Stefano Baeza, Andrés Vidal y Nicolás Jara*.

Para nadie es un misterio que este 2019 es un año de definiciones en la arena política. Faltando poco menos de dos años para la próxima elección municipal, es relevante discutir el actual estado en el que se encuentra nuestra comuna en materia de representatividad de sus autoridades, calidad de vida de sus habitantes y desarrollo sustentable de su territorio.

De acuerdo al último Censo de Población y Vivienda, Maipú es la segunda comuna más poblada del país, superando incluso a capitales regionales como Valparaíso y Concepción. Sin duda, aquello representa un tremendo desafío en materia de gestión, pues la creciente demanda por servicios obliga al municipio a focalizar su oferta en áreas como salud y educación, derechos que tras el modelo neoliberal no están garantizados en igualdad de condiciones para toda la comunidad.

En ese contexto, como maipucinas/os nos corresponde evaluar el rol de la actual autoridad local, ello en el marco de la promoción de derechos y en la satisfacción de demandas claves en el bienestar de nuestras/os vecinas/os. Proyectar la comuna que deseamos heredar a las futuras generaciones exige reconocer el horizonte de expectativas al que podemos apostar; pero, además, llama a hacernos cargo de las transformaciones que aún quedan pendientes, en una comuna donde el espectáculo y el clientelismo se han instalado en desmedro de las reales necesidades de la población.

Durante los últimos meses, hemos sido testigos de cómo diferentes medios de comunicación han festinado con Maipú en sus portadas. A diferencia de lo que podríamos esperar, la polémica se ha concentrado en la imagen de su Alcaldesa en vez de su política pública comunal. La necesidad de inversiones en infraestructura y desarrollo económico-social, contrasta con el gasto en eventos y merchandising, quedando en una caja negra la planificación estratégica, que le permita al municipio anticiparse a los cambios que experimente la comuna en los próximos 5, 10 o 15 años.

Un caso emblemático en este sentido es la sanitaria municipal SMAPA. Con un nulo progreso en su plan de inversiones, una notable incapacidad para adjudicar licitaciones y la falta de personal técnico, se convirtió en un problema del cual son responsables tanto esta administración como las anteriores. Hace pocos días la web oficial del municipio destacaba el “liderazgo de Maipú ante el Cambio Climático y el cuidado del Medioambiente”, pero ¿cómo se entiende que día a día el 46% del agua producida se pierda, escurriendo por las calles de la comuna?

Por otro lado, conocido el episodio de corrupción protagonizado por el ex-alcalde Christian Vittori (Caso Basura), que azotó gravemente la probidad municipal, existen compromisos firmados por administraciones anteriores que hay que contemplar al momento de estimar la actual deuda flotante del municipio, la que según el vespertino La Segunda supera los 6.600 millones de pesos con Cathy Barriga. Este monto aumentará considerablemente al término de la actual gestión gracias al cobro de los Aportes Financieros Reembolsables, más conocidos como AFRs, los que al suscribirse exigen el reembolso de la inversión en urbanización de aquellas áreas de expansión urbana de la comuna, lo que sucedió entre 2004 y 2014 bajo el mando del ex-Ministro de Obras Públicas Alberto Undurraga.

Aunque esta deuda dificulte la gestión de futuras administraciones, lo que hoy está realmente en juego es la formulación de una propuesta con visión de futuro, capaz de revertir el actual estado de somnolencia en el que se encuentra el municipio, teniendo como uno de sus principales objetivos fomentar la participación de la comunidad en las decisiones claves. Si bien muchos pensamos que la prioridad de la gestión local debe centrarse en seguridad ciudadana, salud pública y adultos mayores, urge instalar una plataforma que nos permita como maipucinas/os hacernos cargo de lo que pasa con nuestra comuna, pues las problemáticas que vivimos son tan diversas y complejas que exigen todo el talento disponible.

Ante esto, ¿qué podríamos esperar de la próxima contienda electoral? ¿Qué proyecto le ofrecerán las y los candidatos a nuestras/os vecinas/os? Cuando preguntan por la agenda que debiese adoptar el “progresismo”, o más bien las organizaciones opositoras a la presente administración ¿es una opción apelar sólo a liderazgos locales, o también lo es abrirse a ideas que hagan un real aporte a nuestro desarrollo? Así, las respuestas a estas preguntas no debiesen concentrarse sólo en las diferencias ideológicas que tienen los actores políticos locales, sino en las fortalezas que les permitan hacer un buen gobierno. La formulación de iniciativas de inversión, el diseño de programas innovadores, la adjudicación de fondos de desarrollo y la aplicación de estándares en los procesos de gestión municipal, son algunos de los pendientes que aún no se han resuelto y que urge definir ante la pretensión de invitar a construir el Maipú que queremos.

*Stefano Baeza, sociólogo, vecino del barrio Longitudinal; Andrés Vidal, agente de turismo, vecino del barrio Maipú Centro; Nicolás Jara, trabajador social, vecino del barrio Riesco-Central.