Si la ley faculta al Estado para sancionar penalmente a un joven de más de 14 años porque comete un delito, me refiero a la ley 20.084 que está en vigencia desde el 28 de noviembre del 2005, conocida como ley de responsabilidad penal juvenil, cuerpo legal que a mi parecer no es el más adecuado para terminar con la delincuencia juvenil, me parece lógico que también dé a los jóvenes de mas de 14 años el derecho para votar y elegir a sus autoridades tanto municipales como nacionales.
Porque frente a la paradoja de considerar a un individuo con capacidad de discernimiento para discriminar, claramente, entre lo bueno y lo malo, solo para sancionarlo en el eventual caso de cometer una acción penalizada, no lo considere con el mismo discernimiento para darle todos sus derechos civiles, incluido el derecho a voto.
En la última elección municipal del año anterior, más de un 60% de la ciudadanía se abstuvo de votar, generando ante el país la sensación de que nuestras autoridades municipales no son verdaderamente representativas del sentir de todos los ciudadanos de este país.
Chile necesita de la mayor participación de todo su pueblo en todos los procesos de toma de decisiones, esto daría sanidad política y estabilidad social. Cada persona es importante, cada opinión vale, cada uno de nosotros somos parte del proceso democrático y los jóvenes son una fuerza vital que requieren ser incluidos, no tengamos miedo, ellos son fuente enriquecedora de ideas e iniciativas. Como educador y con más de 27 años trabajando en educación media, soy un firme creyente de que cuando los jóvenes enfrentan situaciones, saben dar su opinión y buscar soluciones a los problemas.
Es verdad que ellos, al igual que todos nosotros, necesitamos de una mayor responsabilidad política, pero eso se aprende con el ejercicio de funciones y con asignación de responsabilidades; es necesario que en los Establecimientos Educacionales se vuelva a instituir la asignatura de Educación Cívica, porque los deberes y los derechos deben ser aprendidos en las salas de clase; es allí donde se forma la conciencia cívica, se aprende de los valores que significa la democracia.
Hoy día los políticos se culpan mutuamente por la gran abstención que significó en Chile la última elección municipal, y para qué decir las famosas Primarias. Donde la abstención fue mucho mayor aún, alcanzando casi un 79%.
Estos resultados no pueden dejar contento a nadie, aquí el gran derrotado fue el sistema, la gran dañada fue la democracia. La civilidad es la gran dañada.
Con respecto a las municipales, algunos dirán que solo un 20% de esos 8.000.000 de abstenciones, o sea un universo de 1.600.000 fueron por rechazo al sistema, basándose en un estudio realizado a un universo mínimo, con respecto a lo que significa el padrón electoral, por la Universidad Católica de Chile, con respecto a este fenómeno. Es difícil decir si esto es o no real, sugiero a quienes sostengan esto, lean el libro “La psicología del autoengaño” del escritor Daniel Goleman, el mismo que escribió el libro “La inteligencia emocional”, por favor, no nos auto engañemos con esa votación, cualquiera puede poner en duda la validez de un proceso electoral y de sus resultados.
Si comparamos a nuestro país y su último proceso electoral, con otros países que también tienen voto voluntario, como Venezuela y Nicaragua, por poner un ejemplo, quedamos muy mal parados frente a la comunidad de América Latina y del resto del mundo. No seamos ciegos, algo muy dañino esta corroyendo nuestro sistema y la gente no se siente representada. No tapemos el sol con la mano, porque eso puede tener consecuencias muy dañinas para la estabilidad social y por supuesto política.
Es hora de comenzar a meditar sobre lo que está pasando en chile, sin ambiciones partidarias y sin egoísmos. Por favor señores parlamentarios, ustedes que producen las leyes, no obvien esto que es tan evidente, aquí en Chile no hubo ganadores, todos perdimos, si la gente no fue a votar no es solo como un rechazo, por lo demás muy justificado y altamente entendible, sino que también porque estamos en presencia de una “ABULIA CIVIL Y POLÍTICA”, un síntoma social a mi entender muy preocupante.
Terminemos con la estigmatización de creer que los jóvenes son inmaduros, irresponsables y no participativos, eso daña mucho y no aporta nada.
LOS JÓVENES SON UN OCÉANO DE SABIDURÍA CUANDO SE LES DA LA OPORTUNIDAD, LAS INSTANCIAS Y LA MOTIVACIÓN NECESARIA. Por lo tanto, creamos en ellos, demostrémosles que ellos son importantes para el crecimiento de nuestra Patria, que su opinión tiene valor, demostrémosles que confiamos en ellos, que creemos en ellos.
El escritor y filósofo español José Ortega y Gasset dice en el libro “La Rebelión de las Masas”: “LOS HOMBRES SE PARECEN MÁS A SU GENERACIÓN QUE A SUS PADRES”. Además de estar haciendo un juicio de valores, de una realidad puntual, nos está diciendo también que es la sociedad la que debe generar las instancias para que las generaciones que nos continúan sean educadas y respetuosas de los derechos y los deberes.
Muchas veces a lo largo de mi profesión escucho decir que los jóvenes no son capaces de responsabilidades y de asumir deberes. Yo les pregunto ¿ACASO ESTA SOCIEDAD MERCANTILISTA CREA LAS OPORTUNIDADES DE FORMACIÓN DE VALORES CIVILES EN NUESTRA JUVENTUD?…
En nuestros jóvenes se hace concreto el pensamiento de Bertrand Russell: “LO QUE NECESITAMOS NO ES EL DESEO DE CREER, SINO EL DESEO DE DESCUBRIR”. Ellos quieren descubrir, quieren ser escuchados, no quieren tantos consejos de palabras; es necesario más ejemplos de vida y conductas positivas a demostrar.
Me gusta mucho una frase del Padre Alberto Hurtado, el santo chileno, un hombre de ejemplo de vida, de amor y de entrega al prójimo, especialmente al mas débil y necesitado, cuando en su libro publicado el año 1940 titulado “¿Es Chile un país Católico?” dice con una sabiduría al referirse a la educación y lo que significa para la sociedad y la juventud: “EDUCAR, ES ESTABLECER UN PUENTE ENTRE EL MUNDO MATERIAL O NATURAL Y EL MUNDO ESPIRITUAL”.
Sin duda, en la medida que eduquemos a nuestra juventud en valores verdaderos y trascendentes, estaremos modelando una sociedad más justa.
Quisiera también citar al creador del pensamiento trascendentalita norteamericano, el filosofo Ralph Waldo Emerson, cuando dice: “CONFÍA EN LOS HOMBRES Y ELLOS SERÁN SINCEROS, TRÁTALOS CON GRANDEZA Y ELLOS SE MOSTRARÁN A SÍ MISMOS COMO GRANDES “.
Confiemos en nuestra maravillosa juventud, en ese tesoro que poseemos. Son la garantía más clara y concreta de futuro como nación.
Por una verdadera democracia participativa y representativa, Chile debe dar derecho a votar a todos, desde los que están en el extranjero, hasta los mayores de 14 años.
Muchas gracias.
* Profesor de Mecánica Automotriz en Enseñanza Media Técnico-Profesional.Vive en Ciudad Satélite.
Profesor de Mecánica Automotriz en Enseñanza Media Técnico-Profesional. Vive en Ciudad Satélite, comuna de Maipú.
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