El agua fluye y fluye, se apoza y hiede, en Cuatro Álamos con Segunda

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En Cuatro Álamos con Segunda Transversal, misma calle del Museo del Agua de Smapa, hay una filtración que lleva meses… Varios meses.

En Cuatro Álamos con Segunda Transversal, misma calle del Museo del Agua de Smapa, hay una filtración que lleva meses…

Varios meses.

Estuvimos en el lugar con los presidentes de las juntas de vecinos Población Cuatro Álamos y Bicentenario, Ricardo Acuña y Jorge Rodríguez, y nos dimos cuenta de que algunas personas, a simple vista, las más jóvenes y avezadas, cruzan de una a otra vereda malamente, esquivando rápidamente el charco.

Las personas más mayores, o las que van con bolsas o acarrean coches, simplemente dan por inutilizado el semáforo, y se van por Cuatro Álamos.

Algunas personas atraviesan por donde sea, a mitad de cuadra.

En fin, el paso por Segunda Transversal, en esa esquina, no es normal para los peatones, y tampoco para los conductores.

El presidente de la Junta de Vecinos Bicentenario, quien presentó un reclamo el 21 de agosto, desea que se arregle pronto la problemática, que enumera:

Uno, el olor.

Dos, la basura.

Tres, la obstrucción del paso peatonal, hacia el supermercado y la locomoción colectiva.

Fuera de la importante pérdida de agua…

No es un tema baladí. Hace unos meses, Raquel Echeverría pensó en cruzar por Segunda hacia su casa, en la Villa La Pastora.

Lo pensó una milésima de segundo, pero el pensamiento se esfumó, porque el semáforo estaba parpadeando, y por el agua: porque hace siete meses, asegura, ya había agua, y no quería mojarse.

Entonces decidió irse por Cuatro Álamos, y cuando iba a cruzar, según dice, con verde, la misma micro de la que se había bajado la atropelló.

Raquel es profesora de danza, y lleva siete meses con movilidad reducida. “Ahí afuera lo tengo pastando”, dice, con su buen carácter, del burrito con el que debe desplazarse al interior de su casa.

O sea que el agua es una variable extra y molesta que los peatones y los conductores tienen que sortear.

Una amiga de Raquel, Eliana Sandoval, cuenta enrabiada que una camioneta, según ella de “Paz Ciudadana” (entendemos que de “Maipú Seguro”), pasó rauda y la dejó bañada “con este barro hediondo que hay”.

En fin, ojalá que se solucione pronto.

Pero, ¿de quién depende?

De Smapa.

Consultados por La Batalla, desde la sanitaria municipal explican que, no obstante estar interiorizados ya del problema, y dispuestos a remediarlo, advierten un riesgo para su personal en maniobrar “debajo de un semáforo” y a “muy poca distancia de un poste de tendido eléctrico”.

Por ello, dicen, es que le han solicitado a Enel su colaboración, sin respuesta.

Desde Enel, a su turno, indican que el problema de filtración “no tiene ninguna relación” con la operación de su servicio.

“No obstante —agregan—, hemos ofrecido toda nuestra disposición para colaborar con el municipio para contribuir a la solución, a la espera de los requerimientos por parte de la municipalidad”.

Si están ambas voluntades, sería ideal que confluyesen prontamente, porque en la esquina confluyen personas y vehículos y el agua fluye y fluye, se apoza y hiede.