Polémica ha generado un reportaje en el cual se denunció la cacería de caballos salvajes en la estancia de Yendegaia (ligada a la fundación Pumalín), en Tierra del Fuego.
Todo comenzó cuando el empresario Andrés Cox, dedicado al rubro de la ganadería, fue abordado por un hombre que le pidió permiso para entrar en sus terrenos y faenar caballos. Él lo narra así:
Fue en ese momento cuando supimos que el origen de los animales era la estancia Yendegaia. Pedimos que nos mandaran los documentos legales que respaldaban (la matanza de) esos animales y apareció un contrato firmado por la Fundación Yendegaia, en la cual autorizan a cazar los caballos que están ahí (La Tercera).
El parque Yendegaia surgió luego que el empresario Douglas Tompkins donara al estado chileno 38.780 hectáreas el año 2013. Quienes alegan la matanza de caballos, dicen que en el contrato de cesión de Yendegaia, iba la cláusula que permitiría cazar estos animales durante cuatro años.
Quienes defienden la cacería de caballos salvajes dicen que estos animales no son chilenos y están afectando la fauna autóctona de la zona. Los que están contra la matanza explican que estos animales llevan más de cien años viviendo como especie en dicha zona.
Una activista escribió una carta a los medios de comunicación haciendo un llamado para que se haga algo a favor de los caballos:
Hace 8 meses estoy en una lucha muy fuerte y difícil en Chile, en particular para defender la sobrevivencia de la reserva de caballos en libertad más grande del mundo, ubicada en la Cordillera de Darwin, en el fin del mundo en Tierra del Fuego, específicamente en Cabo de Hornos, sector canal de Beagle. El señor Douglas Tompkins donó en esa zona una antigua estancia ganadera productiva de 35.000 hectáreas denominada Yenedegaia, a cambio de que el Estado de Chile done 111.000 hectáreas de un magnífico Parque Nacional (D’Agostino), el más interesante y bello parque existente en nuestro país (El Ciudadano).
Por lo pronto, el ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio, informó haber tomado cartas en el asunto:
He tomado en conciencia la decisión de interrumpir los actos administrativos para consumar la firma del contrato de donación mientras no tengamos una respuesta de la Fundación Yendegaia en relación a esta materia que puede con razón ser causa de preocupación (La Prensa Austral).
[Imagen referencial (detalle) | (CC) ViviNo, en Flickr].
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