Texto y foto por Sergio Benvenutto.
Cuando niño, Víctor Silva vivía al lado de un cuartel de bomberos, hoy vive dentro.
Porque a sus cincuenta y nueve años es el cuartelero de la Séptima Compañía de Bomberos de Maipú, “Bomba Pucará”.
Le ha tocado dar bastantes declaraciones por un motivo lamentable: el lunes 01 de febrero pasado fue agredido mientras combatía un incendio desatado en la población Raúl Massone de Cerrillos.
Cuando llegó al lugar, conduciendo el carro, vio cómo un individuó furibundo le dio un puñetazo al vidrio.
“De ahí, pongo el freno de mano -refiere-, me tiro pa’ abajo. Llego atrás de la bomba, para dar el agua, estoy desconectando una manguera para unirla, y ahí me llegó el fierrazo en la cabeza”.
Se lleva las manos a la cabeza, ve que mana sangre. Toma un pañal que anda trayendo para limpiar la máquina, lo dobla y se lo pone sobre la herida.
Pero no dejó que lo trataran hasta cerciorarse de que un voluntario de la Segunda estaba dando el agua, para aplacar el incendio.
Ahora lo hemos interrumpido mientras aseaba el lugar donde, horas más tarde, se desarrollaría el acto de celebración de los 21 años de su compañía.
Tras ser intervenido en la Urgencia de la Asociación Chilena de Seguridad, ACHS, y reposar cuatro días, había sido dado de alta. El lunes le sacan los puntos.
Trabaja asalariado, porque es el cuartelero. Pero además, es voluntario del Cuerpo de Bomberos Metropolitano Sur.
Nunca, dice, le había tocado recibir un golpe:
“Uno entiende la deseperación de la gente, pero yo no entiendo la actitud de los que agreden”.
De modo que, cuando sale libre en Maipú, Víctor Silva se va como voluntario a otras comunas de la Región Metropolitana.
Es que, dice:
“Soy fanático de Bomberos”.
Exdirector del Diario La Batalla de Maipú.
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