La Educación Municipal en la historia local:
La Corporación Municipal de Educación de Maipú (CODEDUC), es la entidad creada para la administración de los colegios municipales de la comuna desde mediados de la década de los ochenta. En su origen se formó con la participación de un directorio compuesto por la Unión Comunal de Juntas de vecinos N° 1, la Corporación de Industriales y el Municipio, representado por el alcalde de la comuna.
Es por esta razón que en la actualidad el directorio es presidio por el alcalde Tomás Vodanovic.
El epílogo del actual sistema
Ahora quedan unos cuantos meses para el traspaso a un nuevo modelo de administración que termina con la tutela municipal y pasa a una gestión que se conoce como Servicios Locales de Educación, experiencia que a poco tiempo de vida en distintas regiones, ya ha necesitado de muchos cirugías de urgencia para salvar su existencia, pero este es el camino trazado para la educación, lo que a muy pocos parece importar, porque las autoridades reconocen que este nuevo sistema tiene muchas deficiencias pero hay que seguir igual hacia adelante y “arreglar la carga en el camino”.
Maipú ha estado a la espera de este traspaso desde hace tres años, abdicando de cualquier intento por imponer un sello distintivo o innovador para la educación municipal, solo se ha dado un “tratamiento paliativo” para cuidar los signos vitales de la educación municipal y llevar a cabo la ejecución de algunas obras financiadas por el estado.
Otros aportes estatales importantes han extraviado su génesis en el tiempo, por ejemplo, los recursos que reciben los establecimientos educacionales (reciben nominalmente, porque son administrados centralizadamente por la Corporación Municipal de Educación) destinados para alumnos vulnerables vía programas de mejoramiento de la calidad de la educación, pero que en la práctica se destinan en su mayor parte al pago de remuneraciones en general.
La protesta de los profesores/as del Colegio Los Alerces
Maipú es una de las comunas más inseguras y violentas en materia de seguridad ciudadana y esto puede ser algo que actúa como una imagen espejo al interior de colegios y liceos municipales, principalmente por agresiones, maltrato psicológico y físico, amenazas, acusaciones y climas enrarecidos donde cada día la función docente se hace cuesta arriba, porque a las dificultades propias del ejercicio profesional se suman grados crecientes de violencia al interior de unidades educativas, en muchos casos agresiones y violencia que sufren los y las profesores, por parte de apoderados y de los propios estudiantes, en ambientes laborales tóxicos, que son una verdadera caja de pandora en relación con la convivencia interna en planteles educativos.
Por esto, no debería llamar la atención ver el día lunes 10 de junio, en las afueras de la Escuela Municipal los Alerces, en el inquieto cruce de los calles Glorias Navales con Faustino Sarmiento, como los transeúntes que pasaban por el lugar o que llegaban con sus hijos al colegio, miraban con cierto asombro poco antes de iniciarse las clases a las ocho de la mañana, a un grupo numeroso de profesores(as) portando carteles en los que solidarizaban con una docente suspendida de sus funciones por denuncia formulada en su contra. Los docentes ingresaron luego a sus clases y dejaron como testimonio los carteles, una apoderada que miraba atentamente la manifestación. Se acercó al observar nuestra cámara fotográfica y luego de preguntarnos de “donde éramos”, nos dijo que estaba bueno ya de abusos con los profesores en este colegio. “Nosotros los apoyamos y también vamos a protestar, si la profesora no vuelve”.
Esta manifestación bien puede ser el signo y llamado de atención para quienes asuman la responsabilidad futura de la educación municipal, porque ahora está activo una suerte de control remoto para monitorear el funcionamiento “paliativo” del sistema.
Las autoridades superiores de la CODEDUC, asistieron el día siguiente de esta manifestación a conversar con la directora y representantes de profesores del establecimiento, a quienes habrían manifestado con cierto grado de molestia que debían sacar los carteles del frontis de la escuela, porque estaban apareciendo en las “redes sociales”. Tras esta preocupación de las autoridades, los docentes se comprometieron a retirar los avisos, pero pidieron una respuesta concreta sobre la situación de la profesora afectada de vuelta de vacaciones.
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.