La facultad para que los canales de Televisión cobren directamente a los usuarios por sus señales, incorporada por el actual Gobierno al proyecto de ley sobre TV Digital aprobado por la Cámara de Diputados, cambia dramáticamente el modelo de TV gratuita que por más de 30 años ha funcionado en nuestro país.
Este insólito obsequio entregado a los canales de televisión no ha dejado indiferente a las agrupaciones ciudadanas y de consumidores, las que han rechazado unánimemente el giro que el Gobierno ha dado al proyecto original enviado en 2008.
Ante esto, los principales beneficiados por este “regalo”, es decir, los canales agrupados en ANATEL, han declarado que aun cuando se les faculte a cobrar por diversas vías a los usuarios, su vocación está en la TV Abierta. Al respecto baste citar al principal ejecutivo de un canal privado, cuyo propietario era hasta hace poco tiempo el propio Presidente de la República, quién aseguró que la nueva Ley no cambiará el estado actual de las cosas.
Sin embargo, la realidad se apura en desmentir a los canales ya que por estos días nos hemos encontrado con que un operador de cable publicita que ofrecerá a sus clientes la Copa América en calidad de televisión digital producto de la venta de los derechos de transmisión que TVN poseía, sacando estos contenidos de su señal demostrativa y experimental de TV digital e imposibilitando a quienes compraron sus decodificadores ver la Copa América en TV Digital.
Así, quienes quieran ver en calidad de TV digital los partidos de la selección nacional en la Copa América, no tendrán otra opción que abonarse a este operador de cable o, si ya son clientes, realizar un pago adicional, gracias al agudo ojo comercial del canal de “todos los chilenos”.
En consecuencia, aun cuando los canales, sus ejecutivos y lobbystas digan lo contrario, la lógica indica que una vez que los canales tengan la posibilidad de cobrar autónomamente, les bastará eliminar a los intermediarios, en este caso el operador de cable, y cobrarán directamente a los usuarios. Es decir, el proyecto de ley posibilitará que se cobren los partidos de la selección, las olimpiadas y, en general, todos los grandes eventos deportivos y culturales.
De más está señalar que quienes dispongan de recursos podrán ver en directo y en calidad digital, y el resto, los sectores más pobres de nuestro país, no tendrán acceso a dichos eventos y si lo tienen será en un prolongado diferido. Es simple, ricos que ven en directo, con la mejor calidad, y pobres que, con suerte, verán la repetición.
Este es el dilema que nos plantea el proyecto de ley TV Digital que actualmente se discute en el Senado, el de una TV abierta de libre recepción, gratuita y que entrega sus contenidos sin discriminar a nadie en razón de su condición económica, o una TV que tiene la posibilidad de cobrar por sus contenidos y genera televidentes de primera y segunda categoría.
El Senado tiene la palabra….
Por Hernán Calderón R. Presidente de CONADECUS
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.
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