Como parte de un ciclo de entrevistas sobre las nuevas autoridades de Maipú, en un órgano tan importante como es el Concejo Municipal, es que La Batalla, ha invitado a los concejales electos para conocer sus propuestas, prioridades y expectativas respecto de su cargo en el período 2024-2028.
Bladymir Muñoz Acevedo, inicia su segundo período como concejal de Maipú con la más alta votación de Chile (41,669 votos). Mayor de cuatro hermanos, este militante del Frente Amplio conversó con La Batalla con ánimo distendido y respondiendo las preguntas sin eludir ningún tema. Conocido por su activismo en derechos de la diversidad y disidencias sexuales, no titubea en confesar que él siente miedo de perder lo conquistado, ante lo que considera “el avance de la derecha conservadora”.
por Marina Palacios Parra
Concejal ya va quedando atrás la elección de concejales donde usted obtuvo un excelente resultado. ¿Esperaba esa importante primera mayoría y el respaldo de los maipucinos y maipucinas?
Uno va a la reelección porque escucha un poco desde la calle que nos iba a ir bien. Teníamos la convicción con el equipo de que nos iba a ir bien y que habíamos hecho un buen trabajo, no solamente en los dos meses de campaña, sino que desde el inicio de nuestra gestión.
Sí, fue una sorpresa la cantidad de votos. Esperábamos entre 25.000 y 30.000 votos, que ya era harto, pero que entendíamos que con una votación obligatoria y además una muy buena lista, como Frente Amplio, nos podía ir bien.
Estamos muy contentos pero es una gran responsabilidad, la verdad.
¿Si pudiera resumir en algunos conceptos principales, ¿cuáles fueron los hitos de su gestión como concejal en el anterior periodo?
Lo primero, y lo tomo como hito porque fue un distintivo que tuvimos con otros concejales en el 2021, es que yo venía de ser funcionario municipal y además había trabajado en organizaciones pro derechos de las disidencias. Había una historia detrás, por tanto no costó mucho llegar en el 2021 a instalarse en la concejalía. Eso nos permitió rápidamente entender el municipio y, por lo tanto, trabajar más rápido que el resto.
Lo segundo es que fuimos una concejalía que en Educación logró colocar las deficiencias de infraestructura que había durante muchos años, el abandono en el que estaban las salas cuna, los jardines, los colegios. Logramos hacer un trabajo interno con el municipio, con la corporación, y levantar recursos de emergencia por más de $5.500 millones y entregar dignidad a quienes estudian, y también a los profesionales de la educación que desempeñan sus labores.
En términos de Seguridad, trabajamos por la creación de más comités de seguridad, quienes se llevaron también proyectos adjudicados del municipio. Me tocó como presidente evaluar esos proyectos, logramos girar un poco lo que siempre se pedía —que era alarma, cámara de televigilancia— y apostamos por seguridad vial, un problema sobre todo en aquellos barrios o villas que colindan con autopistas por el tema de la encerrona y el portonazo. Nos sentimos muy orgullosos del trabajo que hicimos en sectores como Villa Loma Blanca o el pasaje Aida, acá en Riesco Central.
Otro hito fue la creación de juntas de vecinos y clubes de adultos mayores. En su momento quizás no estábamos tan familiarizados con ese mundo y logramos trabajar con más de 80 clubes de adultos mayores. Para mí fue un desafío muy importante, y por eso lo coloco como hito. Como concejal joven fue virar de este trabajo que venía haciendo con las diversidades y las disidencias.
¿Cuáles son, a su juicio, aquellas tareas u obras que Maipú tiene pendientes en favor de sus habitantes?
A ver, hay cosas pendientes porque también durante tres años y medio de gestión tuvimos que apretar el cinturón y pensar a Maipú como una emergencia. Ser bomberos, trabajadores sociales, contadores auditores. Ahí el alcalde Tomás Vodanovic nos hizo una invitación abierta a los concejales para trabajar en ordenar la comuna, y se logró con creces. Hoy día este es un municipio que no tiene déficit, tiene un presupuesto mucho más holgado para el próximo año.
Los desafíos justamente son esos, cómo pensamos Maipú durante los próximos cuatro años, ¿como una ciudad? Bueno, para eso hay que mejorar la infraestructura. Frente al cambio climático, tener una comuna más sustentable, en lugar de ver un vertedero, ver una plaza, mejorar la calidad de vida, la seguridad, la sensación de los propios vecinos y la identificación con el barrio.
También rescatar a Maipú con su historia y patrimonio. Volver a ese Maipú de antaño donde nuestros abuelos nos decían siempre que estaban orgullosos de venir a la plaza, de pasar por Pajaritos, abierto, lleno de árboles, de sentarse a tomarse un helado, estar en la pileta, recuperar esos espacios. Tener una comuna ciudad, innovadora, con una plaza cívica renovada, pero que siga apegada a su raíz y tradición, poder rescatar estas dos almas.
En su trayectoria profesional, usted antes de ser candidato a concejal, en 2021, fue funcionario de la Municipalidad de Maipú, ¿cómo valora ambas experiencias?¿le han servido para su gestión como concejal?
Sí, fue un proceso bien bonito la verdad, llegué con 21 años al municipio, un cabro chico, que le tocó hacerse cargo de una oficina de diversidad, que además era una política pública innovadora en su momento para Chile, para los municipios, para la gestión local. Eso ayudó mucho a seguir manteniendo una mente creativa e innovadora respecto al trabajo que hacemos. También el manejo municipal interno, con quién hay que hablar, a quién hay que apretar, saber qué cosas realmente podemos hacer, hasta dónde llega el límite de lo posible en un municipio.
Ahora, también creo que hay hartas oportunidades en el mundo de los funcionarios y funcionarias municipales, está lleno de desafíos para la gestión actual, es algo que he conversado con el alcalde, porque lamentablemente creo que también hay, por supuesto, intereses corporativos de manera interna, pero el grueso de los funcionarios y funcionarias municipales valora mucho la gestión municipal, lo que significa ser un trabajador municipal de Maipú.
Respecto a los casos de corrupción, hay que entregar nuevamente dignidad a esos trabajadores, es importante la labor que se está haciendo, sobre todo en el uso de los recursos y de la probidad. También hay que seguir trabajando en las relaciones. Mi visión de haber sido funcionario ayuda mucho a estos encuentros que se pueden hacer de manera interna.
Soy una persona que participa activamente cuando se reformulan los Programas de Mejora de la Gestión, PMG, o cuando se acogen a retiro, trato de participar porque creo en el valor del funcionario municipal como un ente que también mueve el municipio y entrega calidad de vida a los vecinos.
Usted ha sido un activo impulsor y defensor del respeto a la diversidad y la libertad en materia de opciones culturales, sexuales, a la que tienen derecho las personas. ¿Siente que hoy se ha avanzado en este reconocimiento en general y en particular en la comuna?
Bueno, Maipú fue un referente de política pública innovadora respecto a las diversidades. Imagínese, en 2013 fuimos el primer municipio en Chile en tener una oficina de diversidad. De ahí se abrieron otras, indudablemente hemos avanzado durante mucho tiempo. Hoy día Maipú, incluso en los momentos más conservadores que estamos viviendo, porque estamos viviendo un momento de regresión conservadora, el péndulo se mueve.
Lo vimos, por ejemplo, en las últimas elecciones: ya no tenemos paridad en el Concejo municipal. Las luchas más identitarias se van perdiendo, se va cediendo terreno a la derecha más conservadora, y eso obviamente genera miedo en aquellos que hemos luchado durante muchos años por conquistar los derechos.
¿Usted siente miedo?
Sí, por qué no. Estamos viviendo momentos bien difíciles y el miedo a veces también es movilizador, y ese miedo trato de convertirlo en resiliencia, digo yo, para todos los días poder tener las herramientas y poder pelear esos derechos. Pasa, por ejemplo, en el espacio público: recuperar los espacios públicos es una lucha de todos los días. Bueno, también la lucha por los derechos de las personas, en particular de las diversidades, las personas con discapacidad, de los pueblos originarios, de las mujeres en particular, son derechos que uno tiene que salir a conquistar todos los días, disputarlos. El miedo yo creo que es un buen movilizador para ponerle combustible y seguir peleando.
La apuesta hoy día está en cómo estos activistas que ya estamos como autoridades de las instituciones, poder preservar y además que sea el Estado el que se haga cargo hoy de resguardar esos derechos.
Maipú lo ha hecho bien en términos del departamento de género. Este municipio se ha preocupado de lo importante y lo urgente, no solamente para pavimentar calles y arreglar filtraciones, sino que en entregarles un espacio digno a las personas que históricamente han sido discriminadas. Hemos tenido un buen trabajo en los colegios de la corporación, donde hemos metido este tema porque los estudiantes son, además, los que nos piden hacerlo y ahí nosotros hemos jugado un rol bien activo.
Pero hoy día estamos viviendo una ola conservadora, insiste el concejal, en el Congreso nunca se ponen de acuerdo. O sea, ¿a quiénes les queda hoy día volver a luchar por sus derechos? Bueno, a nosotros, a los activistas, pero también a los jóvenes. Creo que la apuesta hoy día es tener una institución robusta en esta temática.
En el anterior periodo, como concejal, presidió la comisión de educación, ahora en esta nueva etapa ¿la seguirá presidiendo? ¿qué rol jugará el municipio con la educación municipal?
Es una muy buena pregunta porque nosotros también nos planteamos esta situación, ¿seguirá la comisión de educación? ¿Habrá un nuevo planteamiento? ¿Dejará de existir? Hubo un proceso de reflexión interna con el equipo, con la administración, con los otros concejales. Creemos que es importante mantener la comisión de educación por dos cosas.
Primero, porque independiente de que traspasemos al SLEP, tenemos que buscar una nueva forma de relacionarnos con aquellos que van a seguir siendo nuestros vecinos en el mundo de la educación, con los profesionales de la educación, los apoderados, los estudiantes.
¿Cómo se relaciona ahora el municipio con las personas con las que dejará de ser sostenedor? Es una pregunta que seguimos respondiendo. Hay un convenio firmado entre el municipio y el SLEP que va a generar, no movimientos de dinero, sino que de programas, de intervenciones que va a seguir haciendo en las escuelas: las escuelas abiertas, los talleres, el programa 24/7. Entonces es importante que los concejales podamos seguir supervisando y vigilando que esos convenios se cumplan en beneficio de las comunidades escolares, eso es lo primero.
Lo segundo es el trabajo de infraestructura que veníamos haciendo. Si se vuelve al gobierno central, que el concejal sea capaz de exigirle al Estado que cumpla con mejor infraestructura y ahí vamos a tener un gran foco de fiscalización.
Aparte de la Comisión de Educación, usted tiene otras dos presidencias que son Finanzas y Seguridad, muy importantes al menos en el papel. El concejal Horacio Saavedra, dijo que las presidencias son más bien honoríficas. ¿Las eligió por alguna razón especial? ¿según usted, son importantes o son honoríficas?
Las comisiones en el concejo son súper importantes, yo las homologo con las comisiones del congreso. Ahí pasan todos los temas que se van a ver en el concejo municipal y se discuten efectivamente entre los concejales. Son conversaciones donde podemos presentar nuestras inquietudes, resolver dudas, presentar mociones y ahí se deciden si esas temáticas pasan al concejo.
Lo que hacen hoy día las presidencias es liderar el proceso interno de esas comisiones, son importantes justamente para zanjar ciertas temáticas.
La Comisión de Finanzas es la más importante que tiene el municipio porque además es la única que sesiona todas las semanas. Por allí pasa el grueso de todas las votaciones que ven presupuestos y ahí es importante tener un presidente o una presidenta que sea capaz de ver temas de procesos licitatorios, de entender cómo funciona este municipio, el presupuesto municipal, cómo se ejecuta. Por la experiencia que tengo como vicepresidente de esa comisión en la gestión pasada, creí importante mantenerla y bueno, el concejo municipal votó a favor de esa decisión, al menos la mayoría.
Respecto a la comisión de seguridad, para mí es importante continuar un trabajo. Los dos últimos años de la gestión pasada estuve en ella y creo importante al menos darle dos años más. Podemos revisarla después de esos dos años, pero darle un trabajo de continuidad a lo que estábamos haciendo, sobre todo la revisión de los proyectos de las organizaciones y además con una nueva directora de seguridad, ver efectivamente cuáles son las inquietudes que nosotros ya llevamos, poder canalizarlas y que no se pierda el hilo.
¿Cómo ve la composición del actual concejo? ¿Con más o menos oposición? ¿Tiene nuevos amigos o amigas o cada uno en su vereda?
Yo me he preocupado, al menos, de ser un concejal que pueda ayudar en la instalación de los nuevos concejales. Creo importante acoger el llamado que hizo el alcalde Tomás Vodanovic de tener un concejo respetuoso. En el desayuno del nuevo concejo municipal fui bien enfático en decir que aquí se le respetaba al resto de los concejales solo por el hecho de haber sido votados y representar a gente que tiene visiones distintas del mundo y de cómo queremos construir Maipú.
Pero efectivamente, en materia ideológica o en el debate de ideas uno puede contraponerse, eso es lógico, es sano y es parte de una democracia.
Particularmente, he tenido acercamiento con todos los concejales, incluso con los republicanos, con RN, con Horacio (Saavedra). Tenemos una muy buena relación y ese va a ser siempre mi espíritu: de tender puentes, estar abierto a discutir también las comisiones más adelante porque creo importante que se representen allí distintos mundos.
¿Usted se refiere a las presidencias de las comisiones?
Exactamente a las presidencias o a las vicepresidencias. Independiente de que la derecha haya crecido, Maipú pasó de tener dos a cuatro concejales de derecha, la mayoría todavía está velando por un proyecto de transformación que instaló el alcalde Tomás Vodanovic junto con los concejales de izquierda. Con el alcalde con un 70% de votación, es lógico que el concejo municipal sea un contrapeso natural, no hay que perder ese norte y para eso vamos a seguir trabajando.
Periodista U. de Chile.
Magister en Educación.
Presidenta Asociación Profesores de Francés de Chile.
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