Cinco minutos. Eso fue todo lo que necesitaron cuatro delincuentes para entrar a una casa, revolverla completa y escapar con todo lo que pudieron. Ocurrió en el barrio Lo Errázuriz de Maipú, en plena tarde.
Una familia vivió momentos de máxima tensión y peligro, la tarde del pasado jueves 3 de abril cerca de las 20:00 horas, luego de que tres delincuentes irrumpieran en su hogar y perpetraran el saqueo en un pasaje residencial, el cual quedó parcialmente registrado por varias cámaras de seguridad.
Según relataron Maricruz y Jesús, los afectados, los delincuentes forzaron el acceso a su vivienda tras doblar las rejas del portón. Una vez dentro, sustrajeron artículos de alto valor, incluyendo televisores, computadores de trabajo, tablets, celulares, dinero en efectivo y hasta un vehículo que estaba al interior del domicilio.
“Literal, en cinco minutos se llevaron los televisores, las computadoras, equipos pequeños, electrónicos, dólares, pesos… todo lo que vieron por ahí”, describió Maricruz, visiblemente afectada.
Momentos de máxima tensión durante persecusión
El momento más crítico ocurrió cuando la familia llegó en su vehículo y sorprendió a los delincuentes en plena fuga. Jesús, al volante, intentó seguirlos instintivamente. “Al momento que vamos llegando, al retroceder, la cámara del auto enfoca el portón, yo veo cuando abren y la persona sale corriendo, y lo que pienso es seguirlo, darle persecución, y el primer instinto que yo quería era como pisarlo, pero se logró subir al auto y ahí lo choco”, relató. Sin embargo, al notar el llanto de su hijo de seis años, que también iba en el vehículo junto a su pareja y su suegra, detuvo la persecución.
La banda, que contaba con un auto Hyundai Elantra blanco, patente JLPK 37, identificado por vecinos—, escapó del lugar en direcciones distintas, rumbo a Avenida Pajaritos. Además, se llevaron un Chevrolet Sail rojo burdeo, modelo 2025, propiedad de la familia.
Una de las señales más alarmantes para los vecinos es que el Hyundai había sido visto merodeando el sector días antes.
Incluso el perro de la familia, un robusto akita, fue neutralizado de alguna manera. “El perro estaba escondido del otro lado… o le pegaron, o le dieron corriente… el perro estaba demasiado asustado”, contó Maricruz, dejando entrever el nivel de violencia utilizado por los asaltantes.
Vecinos del sector denuncian abandono policial
Rubén, uno de los vecinos del sector, se acercó al despacho en vivo de Megavisión, visiblemente afectado. «El sábado 15 de marzo, cuatro tipos asaltaron mi casa. Fue el mismo modus operandi. Llegaron en un auto, se bajaron tres con fierros o diablitos, hicieron palanca a la casa y entran. No estuvieron más de dos minutos. Los vecinos activaron la alarma y escaparon, pero esto se está repitiendo mucho en el sector», relató.
Su caso no es aislado. Un par de días antes del robo a Maricruz y Jesús, en el pasaje colindante, Ezequías, una mujer también fue víctima de un asalto en su domicilio mientras estaba sola con sus nietos.
La vecina Aidez Lineros, también presente en el lugar, agregó que ella fue víctima de un robo hace varios años en su casa del mismo pasaje. “Me entraron a robar pero hasta el día de hoy no pasa nada”, lamentó.
La denuncia de Rubén reveló también serias falencias en la respuesta policial: «Llamé al plan cuadrante y nunca llegaron. Fui yo a la comisaría y me dijeron que no tienen dotación (…) Hasta el día de hoy, de la denuncia que hice, nadie me ha llamado, dijeron que los Carabineros iban a venir a ver las cámaras, nunca llegaron«, denunció con impotencia.
A pesar de la evidencia, los testimonios y los registros entregados, los vecinos se sienten abandonados: “Ese mismo día, cuando estaba haciendo la denuncia, me llegó un mensaje que ese mismo vehículo estaba asaltando por otro sector de Maipú, en el Rosal (…) Ese día llegué a hacer la denuncia y tuve que esperar aproximadamente una hora porque delante de mí había una persona que estaba haciendo una constancia porque se le había perdido el pase escolar a un niño ¿Cómo es posible?”, cuestionó con frustración.
Además señalaron que ya no pueden dormir tranquilos y viven con temor: “Estamos tratando de resguardarnos. Hay muchos vecinos que están pensando en armarse para repeler el tema de la delincuencia, para que estos bandidos tampoco crean que siempre se van a salir con la suya”.
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