Aunque resulte increíble, la delincuencia ha llegado a límites en los que se puede decir que solo se supera a sí misma, dejando en la población temor e inseguridad con prácticas delictuales en las que ya nadie está a salvo ni siquiera en sus propios trabajos a pesar de que dentro de sus funciones esté precisamente atender la Salud de las personas.
Esto es lo que para muestra sucede en el Centro de Salud Familiar -CESFAM- Dra. Ana María Juricic, ubicado en Avenida El Conquistador N°1841, Maipú, y donde los trabajadores de la Salud que allí laboran han llamado la atención de las autoridades paralizando sus actividades el día jueves 30 de mayo, solicitando mayor seguridad para poder realizar su trabajo.
Este recinto de salud se ha protegido con más rejas, las puertas de su entrada principal ya no cuentan con la transparencia de sus vidrios, sino que están tapiadas con protecciones de madera, como una extensión de las medidas que se tomaron tras el estallido social.
Los funcionarios del CESFAM, denuncian escasa vigilancia policial y resguardo para cumplir su trabajo en un sector asediado por bandas delictuales que no trepidan en robar, amenazar y maltratar a los funcionarios que allí laboran, además de arreglar sus propias cuentas entre grupos de delincuentes a “balazo limpio”.
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.