El Liceo Nacional de Maipú mantiene un histórico de éxitos académicos de sus alumnos desde hace 20 años. Sin embargo, no es lo único que marca el sello de este colegio, el educar en la solidaridad es un objetivo logrado de lo cual se enorgullece su director y fundador, Carlos Fernández López, Magister en Educación, profesor de reconocida trayectoria educacional, que ha dirigido el establecimiento desde sus inicios, alcanzando importantes resultados al frente de una gestión exitosa tanto en resultados de aprendizaje, como en el desarrollo de actividades deportivas y culturales, donde los estudiantes del plantel han lucido y dejado en alto el nombre del liceo.
¿Cómo educa un colegio en la solidaridad?
Comúnmente hay acciones, hay talleres, pero trabajamos más con la acción en vivo que con el discurso. También con unidad, porque la unidad transforma el pensamiento. La solidaridad es vivencial por eso son los alumnos quienes preparan los desayunos, la once, donan los regalos. Hemos apadrinado cientos de familias con los regalos de Navidad.
Tanto cuando ingresan al liceo como cuando egresan en cuarto medio, lo único que les pedimos como regalo para el colegio, es un regalo de navidad para los niños de escasos recursos del sector.
Respecto al tema de conciencia en el ámbito social, los alumnos han ido a Valparaíso, Chaitén, a Curarrehue cuando sufrió el terremoto blanco. Hemos estado llevando toneladas de mercadería y ropa, también estuvimos en Dichato. Ayudamos a un campamento de haitianos.
Es importante que los alumnos puedan entender qué significa trabajar para mejorar las condiciones de vida de los demás, que ellos entiendan, que la realidad no se la contaron, no la leyeron, sino que la vivieron.
Un egresado de nuestro liceo tiene que saber que él se constituye en un agente de cambio tanto para él, para los suyos, pero también para los demás y ahí es donde nosotros creemos que es potente la formación nuestra. Los estudiantes saben que no pueden reproducir las desigualdades que existen en diferentes áreas en nuestro país y eso es gratificante.
¿Cuáles son los principales logros alcanzados durante su periodo?
El principal logro que nosotros hemos alcanzado es que hayamos respondido a la demanda de los apoderados. Cuando se construyó este liceo querían que en Maipú existiese un colegio que garantizara que sus hijos ingresaran exitosamente a la universidad, eso en gran medida ha sido posible en todas las generaciones desde el 2008 a la fecha. El liceo ha estado liderando los primeros lugares nacionales de ingresos al sistema de educación superior con 23 puntajes nacionales, con alumnos en cuarto lugar en carreras de élite a nivel nacional y cuarto lugar también con más estudiantes en la Universidad de Chile. Eso es gratificante desde la mirada de cómo logramos ir más allá de lo que esperábamos porque se tiene a veces el pensamiento de que en los sectores más vulnerables es difícil alcanzar resultados académicos.
A pesar de todas las circunstancias ocurridas en los 20 años que llevamos con tomas, con terremotos, con paros, con todo eso, nunca hemos bajado el nivel académico.
¿A qué lo atribuye?
Al compromiso que tiene el equipo de profesores, el equipo de asistentes, el equipo directivo, los apoderados y los estudiantes. Aquí los estudiantes saben que nosotros aspiramos que ellos ingresen a la universidad, ese es nuestro mayor anhelo y lo planteamos porque consideramos que ellos están para grandes cosas. Ellos saben que nosotros confiamos en ellos y eso ha sido bastante virtuoso.
¿Qué podría decirnos como resumen de esta experiencia de 20 años?
En resumen, la experiencia es la satisfacción de saber que familias vulnerables de nuestra comuna han tenido la posibilidad de ver que sus hijos puedan ingresar a la universidad de manera exitosa. Eso es gratificante cuando vemos que el 27% de los estudiantes del sistema público logran ingresar a la universidad. Nosotros tenemos el 85% de ingresos. También los sellos que de una u otra manera nos han marcado el concepto de identidad institucional, local y nacional. El tema de la solidaridad, este un liceo altamente solidario que tiene que ver con los valores y fuertemente la conciencia social, con la cual los estudiantes egresan de nuestro liceo. Estamos convencidos que mañana van a ser grandes profesionales con conciencia social para cambiar un Chile tan desigual. Eso nos llena de orgullo especialmente, porque vemos que nuestros estudiantes tienen una mirada de apoyo especialmente a los más vulnerables, y eso es gratificante porque vemos que rompen los estereotipos de profesionales que tenemos en nuestro país.
¿Cómo han enfocado el desarrollo académico – valórico?
Para nosotros el concepto de desarrollo académico se sostiene bajo la premisa de lo que es desarrollo humano. Es fundamental que el concepto de desarrollo humano lo podamos abordar desde las diferentes aristas. Y como desarrollo humano, para nosotros una educación de calidad es fundamental para abrir espacios para escoger libremente lo que cada estudiante quiere. O sea, concretar su sueño. Y no truncarle su sueño por una educación que no le permitió acceder a él.
El segundo aspecto tiene que ver con el tema de la conciencia social que está dentro de cómo nuestros alumnos logran transformar los entornos donde ellos llegan. Tercero, el tema de desarrollo deportivo, cultural que es parte de esta formación. Por lo tanto, cuando ponemos los valores como eje fundamental en la formación esto tiene que estar como premisa, porque si tenemos profesionales desde una disciplina y no tenemos personas con valores dentro de esa posibilidad de cambios, difícilmente este país va a salir adelante.
¿Qué falta por lograr, qué está todavía en la cuenta al debe?
Mire, nosotros hemos ido teniendo hitos y hoy día estamos al debe con el tema de ampliar la inclusión, especialmente en dos grandes ámbitos. En un ámbito que es el ingreso de mujeres, en donde ya nosotros el año antepasado, en una encuesta el 89,2% de los apoderados aprobó el ingreso de niñas. Por razones ministeriales y por razones de condiciones, nos retrasaron hasta tener todas las condiciones de infraestructura.
El segundo factor es cómo, dentro del nuevo concepto de inclusión bajo el sistema del ingreso de admisión al liceo, logramos no tan solo responder a aquellos alumnos que medianamente tenían ciertas competencias, sino que hoy día con aquellos que también tienen ciertas dificultades. Eso nos obliga a entender que los sistemas metodológicos y el tratamiento de las unidades de estudio tienen que tener una apertura a la diversidad.
Nos ha ido bien en eso, fíjate que muchos alumnos con TEA acá les ha ido bien y eso que no tenemos los especialistas como en otros establecimientos, ellos han llegado con informes de especialistas y el promedio de muchos de ellos son 5,5. Eso nos grafica claramente que hemos estado apoyándolos porque cuando ellos se descompensan tenemos ya todo un sistema. Hay un equipo. De hecho ahora tenemos un seminario sobre TEA en donde se va a trabajar con los apoderados y con los profesores. También trabajamos con el Colegio Andalue para que nos vinieran a transmitir experiencias, ellos trabajan con muchos niños con ese problema y nosotros siempre estamos buscando que nos pueda compartir experiencias sobre aquellas cosas que nosotros necesitamos ir incorporando.
Este colegio nació en donde yo fui a recorrer cerca de 20 colegios de Santiago y en base a eso hicimos una mixtura, para poder de una u otra forma tomar lo mejor de ellos y tratar de hacer un proyecto que respondiese de la mejor manera a las características particulares de las familias maipucinas.
¿Cree usted que podrían servir como referencia para otros establecimientos de la comuna?
Mire, la primera referencia es creer en los estudiantes. Ante una adversidad no opacarse y no reprimirse de hacer cosas, yo respeto la singularidad de cada colegio que está marcada por las condiciones que tiene, y eso yo soy muy respetuoso. Pero también los colegios se marcan por el protagonismo que tienen los agentes que intervienen para avanzar en materia educativa, para avanzar en desarrollo humano y para avanzar en conciencia social. Nosotros creemos que los establecimientos tienen que abrirse a recuperar la pasión. Yo creo que la pasión es no echarse a morir a veces cuando todas las cosas vienen en contra. Nosotros cuando hemos tenido los peores momentos es cuando mejor nos va, porque nos unimos como comunidad.
Esta entrevista forma parte del proyecto “Enciclopedia La Batalla de Maipú (Educación)”, financiado por el FFMCS 2023.