Imaginen a un funcionario municipal, al director del departamento de cultura de la municipalidad, qué se yo. A ese funcionario se le ocurre, o le proponen la idea de realizar un concierto. El concierto se realiza. Pues bien, yo no sé si ese funcionario tendrá conciencia de lo que puede incidir en la vida de un ser humano. Branco Figueroa, músico maipucino (42), lo tiene muy claro. Me habló de cierta “torpeza institucional”, en el sentido de que:
“(…) podría el estado ser súper creativo en términos culturales, y no pedir patente para los locales que abran su local para la música inédita”, por ejemplo.
Él bajó un día las escalerillas a un costado de la actual plaza Rapa Nui. En las paredes del anfiteatro municipal, hará unos veinticinco años atrás, leyó un cartel, una hoja:
Hoy Concierto de flauta y piano
Entrada gratuita.
Faltaba media hora, Branco esperó. Por esos años se había hecho expulsar del colegio, y acostumbraba deambular por la plaza y alrededores (Maipú era un pueblo de 15 mil habitantes, recuerda. Bucólico, intuimos. Llegaba hasta Ferrocarril, Olimpo, y Segunda Transversal con Central. El cerro 15 era súper silvestre, y uno hallaba bosquecillos en pleno Maipú, nos cuenta). Entró, oyó el concierto y cuando terminó estaba deslumbrado. Un tipo que estaba sentado a su lado lo percibió, y le preguntó: ¿Quieres conocer a los intérpretes? Branco respondió que sí. El tipo, que era un fotógrafo maipucino, que seguía y tomaba fotos a los músicos, que eran alumnos del Conservatorio Nacional, fotos que luego les vendía… El tipo, digo, lo llevó tras bambalinas. Y dijo al pianista: Él está interesado en tomar clases “¡Sí!”, exclamó Branco. El pianista, llamado Cristián Vázquez, le hizo clases por un año, y luego hizo las gestiones para que Branco ingresara al estudiar con su propio maestro, Ernesto Quezada. Branco volvió al colegio y se transformó en un alumno motivado que asistía a clases de guitarra en el Conservatorio Nacional de la Universidad de Chile. De sus estudios en el Conservatorio Branco dice haber aprendido la disciplina, que conserva hasta hoy.
¿En qué se manifiesta esa disciplina en tu trabajo?
“(…) En cómo enfoco los instrumentos. Les doy un espacio todos los días, como para estar en forma. Tengo un hábito, mantengo los instrumentos vigentes. Dentro de mi itinerario de cosas sé que tengo que dejar espacio para estudiar los instrumentos: mantener lo que tengo y siempre tener una ventana abierta de seguir creciendo, que es una actitud típica del músico docto, del músico que está siempre evolucionando”. La música había aparecido en la vida de Branco una vez que asistió al teatro municipal junto a su curso, teniendo nueve años. Durante los años de conservatorio y posteriores, fue definiendo que quería dedicar su vida a ella. Eso respondía a quienes le preguntaban. Sus familiares trataban de disuadirlo augurándole un futuro incierto, difícil, riesgoso. Cosa que lo motivaba aún más. Hoy vive de la música.
¿Qué significa vivir de la música? ¿Clases particulares?
“Sí, pero hay más cosas: Tocar en vivo, sesionar como músico, hacer arreglos, escribir partituras, componer. Hay hartas aristas”. “Y yo creo que esa es la clave para vivir de la música —continúa—. Si uno solo toca y tiene un proyecto musical y quiere vivir de eso, va a estar difícil. Hay que saber harto, abarcar el oficio íntegramente”. “El tema económico es difícil, pero técnicas hay que ir aprendiendo con los años. El músico tiene que tener sus reservas para sus períodos malos, tiene que aprender a ordenarse”. “Pero vivir de la música significa también una especie de victoria —concluye—, tiene que ver con una resistencia. Es como que el entorno, el modelo, el sistema, no te quite todo”.
Los alumnos y alumnas de Branco están desperdigados por toda la Región Metropolitana. Él no ha dejado de deambular. “Es entretenida la cosa, porque me muevo por todo Santiago. No es como todos los trabajos, tiene hartas libertades. Que era una de las cosas que necesitaba, para sentirme que existo”. Su número es el 89853509, y su Email: brancofigueroa@gmail.com Ha editado siete discos del 2000 en adelante. Mañana jueves 05 de junio presentará temas de los dos últimos, en formato guitarra-canto.
Exdirector del Diario La Batalla de Maipú.
Ignacio C dice
Hay que hablar y escribir directo.
¿La torpeza institucional sería aquí en Maipú en el Departamento de Cultura de la Municipalidad?
Ya que no te atreves a decirlo directamente, yo lo hago en este comentario.
En el Departamento de Cultura organizan conciertos con músicos amigos de los Socialistas.
La encargada de Cultura y su equipo son amigotes socialistas más uno o dos más apitutados de la DC y el PPD
¿Saben de Música? Respuesta: NO NADA
¿Son inclusivos y diversos en sus eventos? Respuesta: NO NADA, son repetitivos y básicos, programan y organizan conciertos mirando la tele y copiando lo que hacen la tele y la radio.
¿Saben de ARTE? Respuesta: NO NADA
¿Quiénes son los responsables? Respuesta: Barbara Aliaga Romero encargada de Cultura designada por cuoteo político solicitado y arrastrado, porque es hija de Ignacio Aliaga (un Socialista vendedor de humo pseudo experto en Cine que pide y pide cargos desde los 90 para sus parientes sociolistos), e hija de una militante socialista (fea, grosera, ordinaria y apitutada del Partido Socialista)
El equipo de la apítutada Socialista encargada de Cultura lo componen, un militantes Socialista gordo flojo Davíd León, que no tiene titulo profesional, otro gordo morbido militante Demócrata Cristiano, Claudio Reyes, una militante Socialista que estudió Administración Pública y según la ocasión se suman a este equipo un oportunista apitutado Pedro Salas que un día es Socialista, otro día es Ppd y otro día es Demócrata Cristiano.
A estos nombres hay que sumarle que en el Departamento de Cultura trabajan sus amigos, sus respectivas parejas y sus compadres y comadres de cada uno de ellos.
¿Saben de Música todos éstos? Respuesta: NO NADA
¿Saben de Arte? Respuesta: NO NADA
Lo que escribo es solo un grano de arena, hay mucho más…