Seguramente los nuevos habitantes avecindados en la comuna recientemente verán con cierta distancia y curiosidad uno de los temas más recurrentes en la agenda local, como lo es la dependencia y características del Servicio Municipal de Agua Potable y alcantarillado SMAPA.
Insistentes notas, crónicas, exposiciones, propuestas y cuentas sobre las bondades de un Servicio de Agua Potable de mejor calidad, sustentable financieramente, del pago de viejas cuentas por endeudamiento de pagos que ahora rebotan en sus cobranza, de la necesidad de tener respuestas más rápidas y eficientes a los usuarios, de solución a graves problemas de fugas y pérdida del agua que corre en todas las direcciones de barrios, villas y sectores de la comuna, y todo como un punto de máxima tensión en la sospecha del fantasma de la Privatización de este servicio propiedad de los maipucinos y maipucinas, porque frente a panoramas tan adversos siempre surge la inspiración creativa para buscar una figura abierta o solapada que cambie las condiciones de la única sanitaria municipal del país.
Antiguas crónicas locales publicadas por el diario la Batalla, entonces dirigido por el destacado cronista Jaime Navarro Cruz, hablan que desde el mismo momento en que en la década de los noventa junto con el retorno de la elección democrática de cuerpos concejiles y alcaldes/as, ya se percibían ruidos e interés por el destino de la sanitaria. Por lo que se empezó desde aquellos días a acuñar el concepto de NO a la privatización de SMAPA.
Es precisamente lo que se consigna en la edición N°53 de abril mayo de 1995 del diario la Batalla, en que el titular principal pregunta: “¿AGUA POTABLE AL AREA PRIVADA?”. Y por cierto un contrapunto del propio titular que en negritas destaca “ALCALDE SILVA; defenderé el agua potable hasta las últimas consecuencias”.
En las páginas interiores se relata como el entonces alcalde, Herman Silva, anunció oficialmente el problema de la privatización, lo que el periódico reproduce de la siguiente manera:
“Ante cerca de un centenar de funcionarios el día 1° de mayo luego de los saludos a los funcionarios por la conmemoración del día del trabajador, les señaló una información que a los funcionarios les cayó como un balde de agua fría. Dijo el alcalde: He sido muy transparente cuando he señalado que el agua potable no la vamos a perder ni la vamos a privatizar. Recientemente sin saber la Municipalidad, en la Ley de rentas municipales que está por promulgarse estos días y que está en el Tribunal Constitucional, se ha colocado un artículo y que con palabras muy inocentes al parecer, dice que aquellas Municipalidades que tengan servicio de agua potable van a ser controladas por el estado ¿Y cuáles son las municipalidades que tienen agua potable (propia) en Chile? Se preguntó el alcalde una sola, Maipú”.
Intervinieron a partir de lo expresado por el alcalde Silva, los integrantes del concejo municipal de aquel período, con distintas opiniones, de sólidos argumentos y convicciones como era una característica de las posiciones de cada concejal/a, un bien que marcaba una rica discusión por aquellos días, también se pronunciaron parlamentarios y alcaldes de distintas comunas de la región metropolitana, que solidarizaron con el alcalde Silva y el agua de Maipú.
Han pasado desde aquella publicación del siglo pasado 28 años y al parecer las brasas no dejaron de estar activas, por lo menos hoy día tienen encendida una discusión sobre la forma de administrar este servicio.
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.