Se han ido conociendo en el último tiempo algunos resultados de las demandas interpuestas por ex trabajadoras y trabajadores municipales a honorarios cuyos contratos no fueron renovados para el año en curso y que, en genérico, quedaron incrustados en la opinión pública como “los funcionarios fantasmas”.
Por supuesto que no todos lo eran, según se encargó de aclarar la misma primera autoridad municipal; aunque ya la noción estaba asentada, y gozaba de gran favor.
Uno de los desvinculados en diciembre del año pasado fue el abogado Patricio Peñaloza, quien se desempeñaba en la dirección jurídica.
“Casi por accidente”, dice, a partir de consultas y de la confianza que despertaban, fueron tomando a su cargo la representación de “gente que fue despedida, que nosotros consideramos que además había sido injustamente despedida”. Hablamos en plural porque no está trabajando solo sino con otro ex trabajador municipal —aunque salió antes—, de la misma dirección: el abogado Alejandro Pareto.
“Era gente que cumplía funciones habituales y propias del municipio y no era gente que recibiera grandes remuneraciones —refieren—, y hemos sabido de casos, hemos tenido gente acá, de mujeres que fueron despedidas teniendo fuero maternal, de gente que tenía enfermedades graves, como cáncer. E importó poco”.
Aunque tienen a su cargo un porcentaje menor del global de los casos, no deja de ser significativo: 28 causas, con audiencias y sentencias produciéndose cada día. De hecho, la noche del mismo día en que hablamos —el martes 30 del mes pasado— conocerían una de las sentencias, y para el día subsiguiente estaban citados a una audiencia.
A esa fecha, ya tenían cuatro casos con sentencias en primera instancia que —en términos burdos—, reconocen su calidad de trabajadores y trabajadoras, con todos sus derechos, a los supuestos fantasmas. Con implicancias no menores sobre el erario:
“En esos casos el tribunal les reconoció la existencia de una relación laboral, declaró que el despido era injustificado, que era nulo para efectos remuneratorios, que se les debía pagar tanto el mes sustitutivo por aviso previo como el feriado legal; en general pagarles todas las cotizaciones previsionales”.
Todo ello, en el entendido de que no se les puede sujetar al estatuto de los honorarios (profesionales o técnicos contratados para el desarrollo de una función específica), siendo que hay indicios de que lo que existía en verdad era un vínculo laboral.
“O sea, la de una señora que trabaja once años de cajera en el parque municipal, es una actividad propia del municipio”.
La necesidad, la imposibilidad material de seguir adelante en el juicio, ha llevado a algunos clientes a optar por la dinámica de la conciliación (en que a instancias del tribunal las partes suscriben un acuerdo).
Hasta la semana pasada manejaban seis casos terminados por la vía de la conciliación, por un monto total de cincuenta millones de pesos que deberá pagar la municipalidad (en uno ya se pagó), sujeto a la aprobación del Concejo Municipal de Maipú (que sesiona mañana).
“Si no, volvemos a la audiencia de juicio”.
Exdirector del Diario La Batalla de Maipú.
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Buena persona, cómo profesional excelente trabajador, con sensibilidad social, transparente, que bueno que cayeron en tus manos, hacer justicia, no importa quienes sean, o cual es su pensamiento político, lo importante ser tratado cómo persona dignamente, humanamente y sobre todo hacer justicia, nadie puede ser desvinculado por presumir pensar diferente, el respeto humano debe estar siempre en nuestra esencia cómo persona. ¡Felicitaciones!.