No cesaba el eco del potente estallido social, el grito de rebeldía, el clamor por justicia, la enorme explosión ciudadana contenida por tanto tiempo de abusos, producto del asentamiento de un sistema social y político degradado, insostenible, que liberaba una energía confrontacional , violenta, reprimida y marcada por abusos a los derechos humanos, como sucede a todos los procesos que anteceden a las transformaciones que los pueblos van forzando, y seguía encendida la caldera social, reorganizándose, contando y aliviando a sus heridos y preparando nuevas estrategias en cabildos, asambleas, marchas focalizadas, en medio de estados de excepción constitucional, toque de queda, denuncias de abusos policiales, saqueos, vandalismo, en medio de todo y de la nada surgía una forma distinta de expresión popular o de comunicaciones masivas, que largamente superaron los alambicados caminos de solución y acción de la llamada clase política.
Maipú, y sus más de 500 mil habitantes, dejaron de contar con una indispensable vía de transporte como es la línea 5 del metro, particularmente las estaciones Plaza Maipú, Santiago Bueras, del Sol, Monte Tabor, y Las Parcelas, tras ser atacadas con elementos incendiarios y destruidas al punto de quedar fuera de operaciones, la locomoción colectiva de buses y micros vieron alterados sus recorridos, aumentaron los atochamientos, y en las llamadas horas punta salir de la comuna era una verdadera odisea (fenómeno usual incluso en tiempos de “normalidad”).
Efectos similares vivió el comercio, que cambió su fisonomía, permaneciendo gran parte cerrado y con medidas de protección, en tanto unos cuantos abrieron pequeños ingresos, puertas estrechas y controladas, especialmente en el entorno del centro de la comuna y Plaza Maipú, que reflejaban una ciudad fantasmal, gris, enchapada en gruesos latones.
Poco ha pasado desde entonces, la mirada sigue puesta en el foco del plebiscito para una nueva constitución.
Freddy Campusano Cerda, dirigente y gestor social de la comuna de Maipú consultado por laBatalla, sobre el significado a un año del estallido social, nos dice:
“Para mi significó un cambio de paradigma en Chile, un 18/O partió con el alza de precio del transporte público generando el inicio y la visibilización nítida de conflictos sociales de alta intensidad, que el sistema no quería mostrar.
Un estallido social contra la extrema desigualdad de Chile, una válvula de escape que nos hablaba de que en Chile las cosas andaban muy mal y que teníamos que ser capaces de provocar un cambio real del modelo y sus estructuras políticas y sociales. Una construcción más horizontal y con liderazgos distintos que provocara una reacción positiva por parte de la ciudadanía.”
¿ Qué ha cambiado el estallido social?
Creo que a un año del estallido social, entre otras materias que sí cambiaron, a mi juicio el resultado más preciado es terminar con la Constitución Política vigente que fue impuesta por la dictadura militar, en un país dominado por el miedo, la falta de derechos y la represión. Deslegitimada en su origen y que Instauró un modelo económico, político y social neoliberal que abrió paso al abuso sostenido y que ningún gobierno se atrevió a tocar. Esa es la gran herencia de los miles de jóvenes que iniciaron este estallido social. Además tras el estallido quedó en cuestionamiento nuestro actual sistema de previsión social, fracasado y fallido como son las AFP. El slogan país se desmoronaba desde sus cimientos, con una clase media que era ficticia y endeudada que despertaba junto a millones de Chilenos y Chilenas.
¿y qué ha significado para Maipú?
El estallido social desplomó algunos mitos en Maipú, cuando los secundarios lideraron el proceso de exigencias estudiantiles y levantaron la voz exigiendo ciertos derechos que estaban durmiendo en el Municipio. Se consolidaron los movimientos sociales de manera transversal desplomando en el territorio a la clase política en todos sus niveles, incluida la pérdida de confianza de las autoridades.
Hernán Calderón Ruiz, Presidente de la Corporación Nacional de Consumidores (CONADECUS) y vecino de Maipú, precisa que , “El estallido social fue el despertar de la ciudadanía, que se había contenido ante la desigualdad, los abusos empresariales, las bajas pensiones, el sobreendeudamiento. El agotamiento del modelo neoliberal y la falta de protección social, que no da respuestas a las necesidades de los ciudadanos, una falta de protección del estado para garantizar una vida digna.
El alejamiento de la élite política de los ciudadanos y una voracidad empresarial ilimitada, esto produjo el cansancio de la inmensa mayoría de los chilenos, el Chile del futuro será distinto ya que los ciudadanos no aceptaran los abusos y desigualdades que han sufrido los últimos 47 años, los ciudadanos serán protagonistas de la construcción del Chile del futuro, el Chile de la esperanza.
¿y qué ha significado para Maipú?
Maipú es una de las comunas que tiene grandes desigualdades educacionales, sociales, en vivienda y de acceso a la salud entre otras, sin embargo ha desnudado la falta de protección ante la delincuencia y seguridad social. Sin embargo, la gestión municipal ha sido incapaz de enfrentar este fenómeno, no ha tenido señales claras como acercar el municipio a los vecinos, este periodo ha sido un tiempo perdido por la gestión municipal actual. Pero Maipu tiene futuro, somos gente de trabajo, de esfuerzo que esperamos que Chile cambie, los Maipucinos de verdad tenemos un desafío y unirnos para hacer el cambio necesario que necesita nuestra querida comuna y poder así reorientar las políticas municipales y acercarlas a nuestros vecinos.
Magdalena Arias Andrade, activa dirigente y gestora social, también entrega su opinión sobre el estallido social y dice en primer lugar que; “Para mí y para muchos, ha significado el despertar del pueblo; de la clase trabajadora, de pobladores, estudiantes y demás. Significa que muchos, dejaron de temer y creyeron en una vía que antes se criticaba para demostrar nuestro descontento ante un sinfín de injusticias.
Significa unión, empatía y ayuda para quien lo necesita, se despertó el vínculo entre pobladores que necesitaban la ayuda del que estaba al lado, del cuidado del compañero que estaba a mi lado al momento de manifestarse, del apoyo a quien lo necesitaba sin importarte qué.
Despertó el vínculo entre vecinos que dejo existir por mucho tiempo debido al arribismo que existe en la sociedad.” y continúa su apreciación “Creo que a pesar de la manipulación que existe por parte de los medios de comunicación, la gente es más consciente y menos ignorante, dejamos de creer en falsas promesas de políticos corruptos, levantamos ollas en nuestros barrios para solidarizar con quien lo necesitaba. Nos ayudó a dejar de ser tan egoístas con el prójimo, a no criticar la situación del otro sin antes dar una solución o ayudar.”
¿ Y qué ha significado para Maipú?
“Reitero que, a pesar de la manipulación de los medios y la represión que ha tenido Maipú, seguimos perseverando por mejorar nuestra comuna. Hemos creado un vínculo tan grande con nuestros compañeros y con nuestros barrios, que pase lo que pase. Nos la tendremos firmes ante el gigante, seguiremos empatizando y ayudando cada vez que podamos”
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.
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