Actualmente en Chile la Clase Trabajadora está conformada, según el informe de la Superintendencia de Pensiones de Chile, al mes de Febrero del 2014, por un universo de 4.966.451 personas, de los cuales 2.951.326 son hombres y 2.015.125 son mujeres, que mensualmente cotizan en el sistema de AFP, más 153.456 rezagados en el sistema o sea con cotizaciones pendientes, más 76.865 considerados pasivos, o sea que esporádicamente trabajan y esporádicamente realizan cotizaciones.
Esto da la sumatoria de un total de 5.196.772 personas de las cuales se encuentran sindicalizados alrededor de un 12 %, o sea un total de alrededor de unos 623.613. Esto es el promedio más bajo de la OCDE y uno de los más bajos del mundo.
Esto es sin lugar a dudas una situación que afecta a toda la fuerza laboral, a toda la Clase Trabajadora y que nos resta fuerza al momento de exigir mejoras laborales, sociales y de todo tipo, que nos beneficien.
Entre los principales factores o causas de esta baja histórica del porcentaje de participación en sindicatos de la Clase Proletaria chilena, considero a mi entender que son las siguientes.
Primero. La brutal y criminal represión de que ha sido víctima la Clase Obrera chilena y todo el Movimiento Sindical chileno en el período más reciente y el más oscuro de nuestra historia nacional, la criminal dictadura militar. Dirigentes sindicales perseguidos, detenidos, relegados, torturados, asesinados y miles desaparecidos, solo por el hecho de ser los legítimos representantes de sus compañeros y compañeras frente a los patrones y poderosos empresarios.
Segundo. La poca representatividad que han tenido los trabajadores en sus demandas en las autoridades que sucedieron a la dictadura. Los trabajadores han visto con desilusión, la forma en que estas nuevas autoridades, que llegaron al poder, gracias al sacrificio en todo sentido de ellos y de todo nuestro pueblo y que los elevaron a sus altos cargos gubernamentales y parlamentarios, no los representaban como se debe, no vieron grandes cambios a la ley laboral en circunstancias que para su transformación solo se requiere de un quórum simple y este siempre ha existido en el Congreso para la concertación.
No se vieron cambios al sistema previsional, muy por el contrario, vieron cómo el último gobierno anterior de la actual Presidenta de la República, entregó a la arbitrariedad de las AFP los fondos previsionales y les permitió que sacaran del Chile el 85% de los activos, esto es el 85 % del Fondo de Pensiones de todos nosotros, para colocarlo en mercados variables y no asegurando el futuro de millones de chilenos, tanto es así que los informes del Banco Central son lapidarios con respecto al futuro de todos nosotros.
Hoy solo el 2% de los trabajadores jubilan con una pensión igual a su último sueldo, 400.000 jubilados viven con una pensión de $ 82.000 mensuales, en junio del 2013, la cantidad de 1.000.498 compatriotas jubilaron con una pensión de $ 180.308, mientras que las AFP, obtuvieron una ganancia de alrededor de U.S. $ 600.000.000 convertida a plata nacional es de unos 33.300.000.000.000, sin duda una fortuna, obtenida a costa del trabajo de la clase trabajadora chilena.
Nada han hecho estas nuevas autoridades por superar estas injusticias laborales y sociales, somos el país con mayor nivel de desigualdad de toda la OCDE, y el más caro para vivir.
Tercero: Si de leyes laborales se trata, en Chile tenemos las mas nefastas leyes laborales de América y unas de las peores del mundo, una ley laboral que permite le sub-contratación, una forma discriminatoria que permite que dos trabajadores que realizan la misma labor en una misma empresa con igualdad de funciones y horarios, ganen sueldos diferentes y permite que unos “intermediarios”, los subcontratistas, se enriquezcan con el trabajo de los subcontratados.
El Código del Trabajo, Decreto con Fuerza de Ley N° 1 del 2003, permite la posibilidad de despedir a un trabajador solo por “necesidades de la empresa” (artículo 161), o que permite que en una empresa se puedan formar más de un sindicato (artículo 212), esto permite al patrón dividir a la clase trabajadora y al sistema le conviene una atomización del Proletariado, “Dividir para reinar”.
En el artículo 375, se le entregan al sector empresarial las herramientas para romper la fuerza de la huelga, la forma legal que tienen los proletarios de hacer valer su derecho al rechazo a la injusticia y el egoísmo de los patrones durante el proceso de negociación colectiva, o el artículo 381, que si bien dice que existe una prohibición de contratar reemplazantes en caso de huelga, establece inmediatamente en lo que se puede entender como una contradicción, la posibilidad de realizar esta detestable acción anti sindical.
Siempre se pudo haber legislado en beneficio de los trabajadores, nunca se ha hecho. El 50% de los trabajadores ganan menos de $ 263.473 mensuales.
La única ley relacionada con lo laboral que podemos considerar decente, justa y equitativa, es la ley 16.744 conocida como Ley de Prevención de Riesgos, que es del año 1968, la cual especifica que es un accidente laboral (artículo 5°) y lo que es una enfermedad profesional (artículo 7°), además de asegurar al trabajador desde que ocurre la situación de emergencia hasta considerar, tratamientos, medicamentos, intervenciones, traslados, prótesis, rehabilitación y readaptación laboral y reeducación laboral, además de seguros para él y su grupo familiar y todo esto sin ningún cargo para el trabajador, una ley que tiene ya 46 años de vigencia.
¿Cuáles de las disposiciones legales creadas por los gobiernos que sucedieron a la dictadura, se le parecen siquiera? Ninguna, absolutamente ninguna a pesar que siempre han tenido quórum en el parlamento para realizarlas.
Cuarto: Sin duda en esta baja participación de los trabajadores y trabajadoras de Chile en la actividad sindical, se ve favorecida por la pésima imagen que muchos de los dirigentes sindicales, especialmente a nivel de dirigencia nacional han mostrado. Lejanos están los días de líderes como Luis Emilio Recabarren y de Clotario Blest.
Siempre he pensado que un dirigente debe ser y debe parecer, un líder es una persona que debe ser honesto, llegar al cargo para servir y no para servirse de ese cargo. Mantener siempre la imagen de persona correcta, confiable, digna y honorable. Como profesor, pienso que el dirigente es también un educador del pueblo, una imagen que proyecta, una imagen a copiar. No puede ser que un dirigente de la clase trabajadora, trance sus principios en acuerdos que favorecen a los explotadores y afectan a sus compañeros y compañeras, eso es sencillamente imposible de aceptar.
Quinto: Percibo una gran abulia y desgano de parte de nuestro pueblo, y esto se proyecta hacia nuestra Clase Proletaria con respecto a participación en las actividades sindicales y en general a cualquier actividad de participación del pueblo en diversos frentes, laboral, vecinal, poblacional, etc. Sin duda es resultado de una desmoralización general, de sentirse defraudados e ignorados, solamente usados cuando se requieren sus votos y luego olvidados hasta nuevas elecciones
Pero entre lo más indignante a mi parecer, constituye el hecho del abuso en nuestros días. Un abuso contra los trabajadores que sobrepasa los niveles de tolerancia; El 21 de febrero del año 2013, al interior de la empresa Azeta, y en el proceso de una muy reñida negociación colectiva, en circunstancias que estaba esperando una entrevista con la gerencia, el presidente del sindicato, compañero Juan Pablo Jimenez, fue asesinado de un tiro.
Al principio se dijo por parte de la policía de investigaciones, PDI, una versión que más que absurda, es ridícula e inaceptable: “fue una bala loca”, o sea una bala calibre 22 que viajó 200 metros desde el exterior, para todavía con capacidad efectiva, algo ya muy difícil, impactar justo en el cráneo, que tiene los huesos más duros de todo nuestro esqueleto y penetrarlo dando muerte al joven y valiente dirigente sindical. No se requiere ser un experto criminalista ni un máster en balística para darse cuenta que esto es un ardid creado por la autoridad policial para proteger a los verdaderos culpables materiales e intelectuales de este cobarde homicidio. Hasta el día de esta publicación todavía no se sabe quién o quiénes son los culpables
En Chile y en el mundo, es la Clase Trabajadora la que genera la riqueza, la que realiza la producción y realiza el desarrollo de las naciones, es el Proletariado la fuerza motriz que acciona el mundo. Sin esta clase no existe ni producción, ni riqueza ni desarrollo. Es el Proletariado, la fuerza que puede cambiar su historia y convertir su realidad actual en una realidad de justicia social, igualdad y progreso. Por eso es fundamental que la clase trabajadora tome conciencia de su realidad y por consiguiente de su propia fuerza, la fuerza más grande de todo este planeta.
En esto es vital la educación de los pueblos, la educación de los trabajadores, la formación de líderes que surjan desde las filas mismas del proletariado. Soy un ferviente partidario de actividades como las Escuelas de Formación Sindical y de Información laboral, como una de las tantas formas efectivas de despertar la conciencia de clase, paso inicial en la toma de conciencia de clase y en la organización de nuestra clase.
Es posible, el sueño sigue vigente, no debemos decaer ni deprimirnos, la tarea es gigantesca, pero es realizable. Es muy importante la educación de nuestro pueblo y de sus trabajadores, para la toma de conciencia y crear las bases de la unidad, porque la fuerza de los trabajadores y trabajadoras radica primero en la unidad, la unidad de todos los proletarios, la unidad para sumar fuerzas y energías.
Compañeros y compañeras. Cada día me convenzo más de la vigencia del gran compañero Lenin y su llamado a los pueblos del mundo a través de los años, u la historia…
Proletarios del mundo… Uníos!
Muchas Gracias.
Profesor de Mecánica Automotriz en Enseñanza Media Técnico-Profesional. Vive en Ciudad Satélite, comuna de Maipú.
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