Por Rubén Darío Salas, presidente PPD Maipú
En semana santa, diversos acontecimientos comienzan a devolvernos la fe en que podemos ser capaces de coexistir a través de una convivencia proclive a la paz y el respeto a las personas. Gareca, técnico de la Selección masculina de fútbol, nos devuelve la ilusión de jugar un mundial; La ONU a través de su Consejo de Seguridad por primera vez aprueba una resolución de alto al fuego en Gaza; en Venezuela se logró inscribir exitosamente un candidato opositor a Maduro para las elecciones y la PDI tiene un nuevo Director (Eduardo Cerna) quién asumió ofreciendo un liderazgo ético, disculpas a los ciudadanos y comprometiendo acciones para la probidad. La estrategia nacional del litio que ha sido incluso valorada por medios de comunicación opositores al gobierno tiene a la base un principio de colaboración público-privada que, si lo erigimos a carácter de Estado, nos llevará a convertirnos en una nación próspera y desarrollada antes de que termine este siglo.
Se abre una nueva oportunidad este año para que las y los ciudadanos escojan a sus representantes en las elecciones de concejales (as), alcaldes (as) y gobernadores (as). Darse cuenta de la importancia de estas decisiones y actuar en consecuencia al peso de ellas (eligiendo al que se considera como la mejor opción), puede ser el inicio hacia el encuentro de un nuevo equilibrio para la organización de los desafíos que debe sortear el servicio público con personas que pongan en el centro el progreso de su entorno, la ética y la habilidad para articular acuerdos con todas y todos.
Resulta fundamental alcanzar acuerdos de Estado en materia de Seguridad, que quienes trabajan en este ámbito lo hagan en las mejores condiciones: se instalen mayores capacidades y provean mejores herramientas a gendarmería, policías, agentes de seguridad comunal y actores relevantes en la ciudadanía. Deben evaluarse rigurosamente las políticas de prevención y comenzar a invertirse en serio para que exista reinserción efectiva.
Contrario a lo que se ha sostenido mayoritariamente, la pérdida de la Presidencia del Senado por parte del gobierno, ofrece una oportunidad para que realmente se de un diálogo entre quienes piensan no solo distinto, sino que diametralmente opuesto. El nuevo presidente del senado tiene la responsabilidad de alcanzar acuerdos con el gobierno, tal como lo hubiera hecho el partido por la democracia, si la UDI hubiera honrado su palabra. Que estos acercamientos den frutos y se forjen acuerdos, será lo que permitirá volver a la esperanza de retomar el camino de nuestro país hacia el desarrollo y que Chile vuelva a ser un lugar seguro.
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Rubén Darío Salas T.
Presidente Maipú
Partido Por la Democracia