“Una persona, jamás se baña dos veces en un mismo rio”. Frase célebre del filósofo griego Heráclito de Efeso (535 a.C. al 489 a.C.), precursor del pensamiento físico-filosófico del concepto de que “Todo es movimiento tanto en el micro y el macro mundo”.
Una verdad absoluta según los actuales postulados de la ciencia contemporánea. El movimiento está presente desde las leyes que rigen al átomo hasta las que rigen el Universo conocido.
En oposición al planteamiento de Heráclito, es el del filósofo Parménides de Elea (530 a.C. al 515 a.C.), “Todo está en estado de quietud”, postura aceptada convencionalmente para aceptar, concebir y entender la realidad desde un parámetro de posicionamiento. Parménides acepta que lo que está quieto, entrará en movimiento cuando sobre ello actúa la acción de una fuerza, principio que será posteriormente comprobado y planteado por el científico inglés Isaac Newton (1.643 al 1727), en “Las Leyes de Inercia”. Que en la práctica nos dicen que un cuerpo tiene la tendencia a permanecer en su estado físico hasta que una fuerza actúe sobre él y cambie su actual posicionamiento.
En la teología también el movimiento ha estado presente, para buscar establecer el concepto de un Dios Creador, ligado a estas reglas de la física que entendemos y aceptamos como establecidas. El teólogo católico italiano Tomas de Aquino (1225 al 1274), considerado el más grande de los escolásticos y la teología sistemática, en una de sus máximas obras, el gran tratado de teología del siglo XIII, “SUMMA TEOLÓGICA”, plantea 5 vías o caminos lógicos para demostrar en forma a mi entender muy al estilo de Descartes, la existencia de Dios, diciendo que la Primera vía es el movimiento, o vía del motor, dicha anteriormente por Aristóteles, diciendo Tomas de Aquino que el movimiento debe haber tenido un origen y ese origen primario o inicial es Dios.
Muchos años más tarde el filósofo austriaco-alemán Federico Nietzsche, en su concepción del “Eterno Retorno”, dice que “todo es movimiento”, una visión contemporánea de lo dicho por Heráclito de Efeso.
El movimiento, es en sí el estado de un cuerpo cuya posición varía respecto de un punto que se encuentra fijo.
En la Naturaleza tenemos presente el movimiento en todas las cosas, en el átomo cuyos electrones giran en forma elíptica en torno a su núcleo, en las células donde el metabolismo ocurre en cada segundo. El planeta mismo está en movimiento y lo está el sistema solar mismo, y toda la galaxia y todo el universo a partir de esa explosión inicial conocida como el Big Bang, que la ciencia ubica hace unos 13.810.000.000 años atrás.
La sociedad, formada por seres vivos, sin duda esta afecta al movimiento, los cambios sociales determinados por las realidades que esta misma sociedad genera, son forma de movimiento, las luchas sociales son entonces una forma que tiene la naturaleza de evolucionar desde una sociedad decadente e injusta hacia una sociedad más justa y más moderna.
El antropólogo norteamericano Gregory Bateson (1904 a 1980), sostiene que los procesos políticos no son sino “fenómenos de tipo y base biológica”. Si a esto agregamos lo que dice el gran filósofo Aristóteles (384 a.C. al 322 a.C. ) con respecto a la estructura social más elaborada que tenemos como sociedad, El Estado: “El Estado es un hecho natural puesto que el hombre es un animal naturalmente sociable”, y luego dice que “Es la naturaleza la que arrastra a los seres humanos a la asociación política” (citas del libro “La Política”, de Aristóteles).
Entonces entendemos como parte de un MOVIMIENTO LÓGICO Y NATURAL la lucha de los seres humanos dentro de esta estructura que denominamos sociedad, por querer cambios y transformaciones, por querer hacerla más justa, más humana. Es parte de un movimiento lógico evolutivo. Es al fin de cuentas la respuesta de la humanidad, este conjunto biológico de seres racionales, al llamado mismo de la naturaleza.
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Profesor de Mecánica Automotriz en Enseñanza Media Técnico-Profesional. Vive en Ciudad Satélite, comuna de Maipú.
La naturaleza arrastra a los seres humanos hacia la función política, y de esta función natural surgen las luchas por una sociedad mas justa….esto es parte de un proceso que nadie puede impedir…..y punto.