Un grupo de voluntarios de Maipú recuerda con alegría lo sucedido la noche del 29 de enero. ¿Por qué con alegría? Porque sus amigos se encuentran con vida, aunque necesitan ayuda.
Fotografías de Felipe Pino.
Era principio de enero y los medios de comunicación comenzaban a transmitir la tragedia que afectaba el sur del país, y que con rapidez se propagaba por más y más sectores. Incendios forestales que consumieron todo lo que encontraron a su paso.
Un grupo de amigos, de Maipú y de Cerrillos, decidieron acudir en ayuda de los sectores más afectados. La última semana de enero recaudaron, en tres centros de acopio, más de lo que pudieron imaginar. Ropa, juguetes, alimentos no perecibles, frutas, alimentos de mascotas… Incluido un futón y una cuna.
La madrugada del sábado 28 de enero emprendieron su viaje con destino a la Vl y Vll regiones. Una caravana de cinco autos y un camión pluma doble eje, facilitado por David Polanco, un amigo de los voluntarios. Los vehículos estaban pintados, todos en la ruta sabían quiénes eran y a lo que iban.
En total viajaban 23 personas, tres de ellos bomberos del Cuerpo de Bomberos Maipú. Francisco Guecco, Segundo Comandante de la 5ª Compañía; Felipe Ríos, Teniente Segundo de la 2ª Compañía; Juan Francisco Jara, Teniente Segundo de la 8ª Compañía. Una enfermera, Paloma Vega y, a los demás, los llamaron administrativos.
Lugares olvidados
Llegaron cerca de las ocho de la mañana a un internado en San Javier, donde durmieron unas pocas horas para luego dirigirse a los sectores rurales. Su intención siempre fue llegar a los lugares olvidados, sectores alejados de los pueblos donde la ayuda no llegaba. Por eso siempre condujeron por el camino costero, donde cada 15 minutos encontraban una casa quemada, entregaban alimentos y removían escombros. Erika Aburto y Constanza Gorigoitía se preocupaban de los animales, verificaban su estado y les dejaban alimento.
En El Sauce encontraron un foco, un árbol que de la nada se encendió y que entre todos se esforzaron por apagar. Con mascarilla y antiparras en el rostro, y una pala en las manos, echaban tierra al árbol. El humo era demasiado, ardían los ojos, pero continuaban.
A Santa Olga llegaron a las cinco de la tarde. Los postes de madera estaban en el suelo, se veía un valle todo negro, todo era cenizas y humo. Como después de una guerra. Las casas de madera en el suelo y las de cemento, destrozadas y negras.
Eran las ocho de la noche y sólo se habían alimentado de barras de cereal, plátano y agua. Estaban fatigados y sucios cuando llegaron a Constitución. Fueron recibidos amablemente en la Primera
Compañía de Bomberos, donde cenaron y recuperaron fuerzas.
El domingo 29 de enero desayunaron en San Javier y se prepararon para visitar los últimos lugares. Pasaron por Hualañé, Llico y los alrededores de Aquelarre. Finalmente, cerca de los ocho de la noche, decidieron volver a Santiago, satisfechos y felices por la tarea cumplida.
El camión
Tomaron un camino de tierra, una cuesta que conecta Llico con Boyecura, sin señaléticas de tránsito ni señal de celular. Dos vehículos, uno donde viajaba Camila, se adelantaron 20 kilómetros aproximadamente.
Francisco viajaba en uno de los autos que se quedó atrás, porque hallaron un foco y se detuvieron a apagarlo. Continuaron la marcha, él se encontraba dormitando en el asiento trasero, cuando sintió una explosión:
Era un bidón de agua de unos 50 litros aproximadamente, que se transportaba en el camión que venía atrás y que cayó frente a ellos.
En el camión viajaban Felipe Ríos, Claudia Vargas y Manuel Garrido. El camino era accidentado, una bajada constante, de tierra, con piedras. Felipe mantuvo presionado el freno todo el tiempo, hasta que notó que ya no frenaba más, cada vez tomaba más velocidad, se acercaba al auto en el que iban sus amigos y supo que si no hacía algo, el camión los arrollaría…
El milagro de Boyeruca
Camila recibió una llamada. Era Francisco, su pareja, quien alcanzó a decirle: “Mi amor, te amo, el camión chocó y está hecho mierda”, antes de que se cortara.
Francisco y Juan Francisco, ambos bomberos, se consiguieron un chuzo y con todas sus fuerzas rompieron una puerta del camión para liberar a sus amigos, sin éxito. Ambos mencionan estar preparados para este tipo de cosas, pero afirman nunca estar preparados para ver a las personas que quieres en esa situación.
El rescate duró tres horas, los dos hombres fueron trasladados de urgencia a un centro médico y la mujer, afortunadamente, pudo salir caminando con hematomas en su rostro y cuerpo, junto con un corte en su ceja.
Hoy, después de una cirugía, Felipe se recupera de las 10 fracturas que sufrió en su pierna derecha, mientras que Manuel, espera recuperarse de su fractura y luxación en su hombro izquierdo. Lo califican de milagro.
Ahora ellos necesitan ayuda
El grupo de amigos se reúne nuevamente, ahora para recaudar los fondos necesarios para costear los tratamientos médicos de los accidentados, operación, medicamentos, kinesiología, etc. Más, la reposición del camión facilitado, herramienta de trabajo del donador.
Para esto, han realizado y realizarán actividades como completadas, lucatón, rifas, feria de las pulgas y una serie de eventos que les permitirá acercarse a la suma esperada: 15 millones de pesos. Diez de estos para comprar un nuevo camión y devolverlo a su dueño, y los cinco restantes para las cuentas médicas, que obviamente son mayores, pero que una parte las costea el seguro obligatorio del camión.
Esperan realizar un mega evento el primero de abril, en el Estadio Santiago Bueras facilitado por la municipalidad. Planean realizar actividades y contar con bandas musicales.
Por otra parte, Espacio Don Oscar les facilitará sus canchas nueve domingos, a partir de marzo, para que el Cuerpo de Bomberos organice partidos de fútbol a beneficio.
De manera adicional, ponen a disposición una cuenta vista del Banco Estado donde se pueden realizar depósitos:
Rut: 17.306.340-7
N° de Cuenta 17306340
Correo electrónico: camila.abto@gmail.com
Periodista y comunicadora social en márketing. Vive en Maipú. Amante de la vida, los libros y los perros.
francisco nuñez dice
Amigos bomberos, ánimos y fuerza que la vida les va a reconpensar por su buen actuar, les recomiendo que realicen una rifa los premios pueden se una moto de 1 M y premios chicos , les comento esto como tesorero de la 1 CIA de bomberos de puente alto que nos fue muy bien en dos meses dejando los pies en la calle, estaré al tanto para participar en sus actividades, saludos y bendiciones.