Texto y foto por Sergio Benvenutto.
“La imagen que yo tengo de Bueras no es la de un héroe”, responde el Doctor en Historia, profesor en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Hugo Contreras, al preguntársele quién era Santiago Bueras.
“La imagen que yo tengo de Bueras —completa— es la de un sujeto impositivo, muy violento, muy arbitrario“.
Santiago Bueras formó parte de los Cazadores a Caballo en la Batalla de Maipú (05 de abril de 1818), en la que murió.
Antes había comandado al Batallón de Infantes de la Patria (que el profesor Contreras ha estudiado en profundidad), conformado por afrodescendientes libres. Pero ocurrieron ciertas cosas:
“Porque Bueras —dice Contreras—, una de las cosas que había ordenado era que, cuando los soldados salieran de permiso, a la vuelta, los esperararan los cabos y los sargentos con varillas, y cuando fueran pasando los soldados los agarraran a varillazos, en una suerte de “callejón oscuro”. Entonces los oficiales estaban muy complicados con eso, porque consideraban que se hería la dignidad de sus soldados“.
“Y en un momento —agrega—, Bueras nombra a un Cabo Segundo como Sargento. O sea, se pasa la graduación como por dos o tres grados, para nombrar a este sargento (que después va a llevar al Cazadores a Caballo, y que en alguna medida se blanquea, y uno le puede seguir un poco la carrera. Está en Maipú también). Y entonces, en vez de ascender a otros sujetos que estaban en el grado inmediatamente inferior, asciende a este cabo tres grados más, y por ahí los oficiales entran en una pugna con Bueras. Y Bueras, en vez de conversar con ellos, de revertir la situación, insiste, y más aún, manda que estos oficiales sean encarcelados, en el cuartel, y les pone un proceso, y los juzgan“.
“Pero en un momento, desde la más alta oficialidad del ejército —y fundamentalmente el Consejo Militar. Es decir, lo que hoy día llamaríamos el Consejo de Guerra—, se dan cuenta de que no son los oficiales quienes deben ser juzgados, sino que Bueras debe ser juzgado, y se ordena liberar a estos oficiales, y se ordena juzgar a Bueras“.
El proceso respecto de los oficiales se encuentra en el Volumen VI del Fondo de Justicia Militar, del Archivo Nacional. “El proceso contra Bueras no está”, afirma Contreras:
“Pero se le acusa de ser arbitrario, de ser violento. Pero como además él es un buen oficial, un buen jinete, que tiene un don de mando importante (aquí al parecer se había extremado en su celo, quizás), lo que se ordena es que Bueras deje la comandancia del Infantes de la Patria, y sea asumida por José Antonio Bustamante. Y que el juicio que se les hizo a los oficiales mulatos quede hasta ahí, y de hecho son liberados“.
El mito
De modo que el 05 de abril de 1818, en la Batalla de Maipú, será José Antonio Bustamante quien comandará al Batallón de Infantes de la Patria, compuesto por afrodescendientes libres, como ha quedado dicho, mientras que Santiago Bueras va a formar parte de los Cazadores a Caballo, como también ha quedado dicho.
—Aparte de los incidentes reseñados, ¿hay otros que involucren a Bueras?
“Que conozcamos no. El mito de la historiografía es que es un sujeto que combate con dos sables, que es un tipo muy rudo. Pero su carrera es corta, en el sentido de que muere en Maipú. No sabemos mucho más de él antes de…”.
“Pero claro —complementa el profesor Contreras—, aquí el problema con la mitologización es que los sujetos se mitifican a partir de un hecho en particular. Y en el caso de Bueras es su actuación en Maipú, que al parecer fue muy, muy destacada. Pero eso sucede con Prat y con otros“.
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.
Francisco G dice
Parece que se viene el cambio de nombre de la calle Bueras y de la estación Santiago Bueras, y colocarán el nombre de alguien cercano a la nueva mayoría.
Ninguno de nosotros lo conoció en vida su historia hasta ahora contada la escribió alguien. verdad o no, no se puede andar siempre escarbando y buscando el lucimiento personal.
Anónimo dice
Comunista debe ser el caballero, a ver si le cambian el nombre a las calles por stalin o che guevara para que quede contento.