Hoy, Romina Contreras cumple veinte años.
Es bailarina clásica, solista del Ballet de Santiago, la compañía del Teatro Municipal.
Aunque ahora vive en Ñuñoa, creció en nuestra comuna. De hecho, una maestra que tuvo en el Teatro Municipal de Maipú le dijo que se fuera a la Escuela de Ballet del Teatro Municipal de Santiago. Antes que eso, cuando Romina contaba apenas nueve años, una profesora tallerista del Colegio Salvador Dalí (de Villa Los Héroes), le había recomendado que estudiara en el Teatro Municipal de Maipú.
Tras cursar siete años en la escuela de ballet del municipal, entró a la compañía, como cuerpo de baile. Hace un año que es solista.
“Bāllare”
“Bāllare”, del que nace este FotoReportaje, es un proyecto de la fotógrafa -también maipucina- Estefanía Henríquez Cubillos, que incluye a Romina y al bailarín de la compañía David Saavedra.
El trabajo, de corte documental, abarca por un lado la labor profesional, y por otro, la vida íntima. La idea reside en comparar cómo el bailarín se desenvuelve dentro y fuera de su ambiente de trabajo y así contrastar estos mundos, ya que el ballet es una disciplina muy estricta que implica mucho trabajo, esfuerzo y dedicación.
Se realizó un seguimiento semanal de los bailarines en ambos aspectos de su vida, en el caso de Romina desde abril del año 2015. El aspecto profesional contempla calentamiento corporal, clases, ensayos, camarines, salas de maquillaje, vestuario, función y backstage. En el caso de la vida privada, se retrató a Romina en la casa de sus padres en la comuna de Maipú y en la de su pareja Rodrigo Guzmán (que también pertenece a la compañía de teatro como primer bailarín estrella).
La Batalla, de Maipú hacia el Mundo.
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